El proceso político y militar de la Independencia, proyecté dos figuras de gran magnetismo, desprendimiento y vocación patriótica, cuyo dramático destino los convirtió en gemelos de la tragedia: Francisco del Rosario Sánchez, el héroe de la Puerta de El Conde, y Antonio Duvergé, el Centauro de la Frontera. Ambos En el año de 1807, en las plantaciones cañeras de Hormiguero, Mayagüez, en la vecina Puerto Rico, nació Antonio Duvergé. Sus padres, José Duvergé y María Juana Duval, de origen francés, habían emigrado de la antigua colonia de la parte occidental de Santo Domingo, huyendo de la matanza de blancos que desde el inicio de la revolución francesa se había desarrollado en ese lugar. Todo parece indicar que el padre era blanco y la madre mulata. De Puerto Rico regresaron a Santo Domingo estableciéndose en 1808 en la parte oriental, en la villa de El Seibo, durante el mandato colonial del General Ferrand que había invitado a los franceses para que se establecieran en esa parte de la Isla. En esa comarca pasó la infancia de Antonio Duvergé, trasladándose más tarde a San Cristóbal. republicanos, honestos, decididos y valientes, que después de dedicar sus vidas a la causa del pueblo dominicano, terminaron frente a un pelotón de fusilamiento, luego de juicios militares sumarios y amañados, organizados ambos, pelotón y corte militar, por la mano siniestra de Pedro Santana, el primer Atila de nuestras luchas políticas y el Verdugo de su patria.
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