El Orfeón de Santiago tan emblemático como el mismo Monumento a los Héroes de
Conocí al Padre Hilario apenas siendo un adolescente con mi primo Radhames Devarez, quien era barítono del Orfeón de Santiago, en el Barrio de la llamda bahia de Pueblo Nuevo, vivía al lado de la iglesia pequeña y humilde como el mismo Cristo, cuando el Padre Hilario oyó mi voz que era bastante grave, inmediatamente me pregunto si cantaba, le dije que no, pero estudiaba solfeo en la academia de música de los bomberos que estaba situada frente al parque Duarte, el padre Hilario tenia un viejo piano y me dijo repite esta nota, la repetí y le gusto, le dijo a Radhames llévalos al ensayo el miércoles a las cinco de la tarde.
Fuimos a la cita y lo primero que hizo fue probarme la voz nuevamente , pero en el aspecto de la armonía, correcto se dijo, vamos a la entonación, correcto, me entrego partitura y ahí fue mi gran problema, era el aprenderme y a la vez memorizar las letras de las diferentes canciones, para no cansarlo con esta historieta el Padre Hilario me recomendó dedicarme a otras cosas, por eso no pertenecí al Orfeón de Santiago, sin embargo, el me tenia gran estimación, mientras permanecí viviendo en Santiago, todos los años el padre me enviaba con Radhames Devarez las invitaciones de todos los conciertos del Orfeón, después de muchos tiempos sin vernos, volvimos a encontrarnos cuando el vino para Santo Domingo a dirigir el Coro Nacional, solamente le tuve que decir quien yo era y automáticamente se acordó, tu eres el primo del perro de Devarez, de una vez comenzó a cuestionarme sobre mi currículo vital, le dije que no me dedico a la música, sino a la biología, duramos mas de media hora conversando del cambio radical de la ciudad de Santiago, me pidió la dirección de mi casa, mi teléfono personal, nos despedimos, luego supe del mal sabor que las gentes del coro le hicieron pasar.
El orfeón se mantiene vigente no es por las personas que lo integran, es principalmente por la disciplina que demanda el Padre Hilario a sus integrantes y a el mismo.
El Padre Cesar Hilario sigue siendo el mismo ser que conocí hace muchos años, sin casa, ni propiedades, ni ahorro, ni riquezas, solamente posee un versículo de
Para los jóvenes de las décadas del setenta era un orgullo ser amigo del padre Hilario, este señor salvo a muchos jóvenes de la muerte, en los doce años de Balaguer, el Padre Disla, Cañizares y otros eran las tribunas de libertad en la enseñanza de la teología de la liberación.
Sin equivocarme creo que es el único dominicano con un master en Música Sacra del Pontificio Instituto, de
Ese es el Padre Cesar Augusto Hilario Brito
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