domingo, 21 de febrero de 2010


La ciruela es una fruta que se destaca por su jugosidad y sabor. Nos aporta vitaminas e hidratos de carbono, su contenido en fibra soluble le confiere propiedades laxantes. Fresca, seca, en compota o mermelada, siempre resulta deliciosa para el paladar.

Además, consumir ciruelas de forma habitual ayuda a proteger el sistema digestivo. Para disfrutar de todas sus propiedades nutritivas, nada mejor que hacer caso al refrán que reza: “la ciruela no se pela”.

Tiene propiedades beneficios para los problemas de tránsito intestinal, estreñimiento, anemia, diarrea, tos, bronquitis. Es ideal para la piel, vista, dientes, huesos. Además, se dice que es altamente desintoxicante y eso favorece contra los problemas de obesidad, de la piel, de la gota, de la artritis y reuma. También facilita la digestión.

A la hora de la compra, si adquieres ciruelas frescas, elige las piezas compactas, pero que cedan un poco bajo una ligera presión. Evita los ejemplares arrugados, abiertos, con golpes, magulladuras y los que están demasiado duros.

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