2
millones de personas
trabajan directamente
o indirectamente
en Nollywood.
20.000
copias venden en
promedio las películas
nigerianas con menos
éxito.
Nollywood es la industria nigeriana del vídeo doméstico. Sin ningún apoyo oficial ni extranjero, ha superado tanto las producciones americanas de Hollywood como las de Bollywood, la industria cinematográfica de la India. Con una producción anual de más de 1.200 largometrajes en vídeo, Nigeria se ha convertido en el primer productor mundial de películas.
El periódico nigeriano The Guardian, este fenómeno ha surgido a causa de la inseguridad y la debilidad de la moneda local, la naira, frente al dólar, que imposibilita una producción para grandes salas de cine.
Entre las películas más representativas se encuentran Living in Bondage (Vivir en la esclavitud), de Kenneth Nnebué, un gran éxito que desencadenó en 1992 el boom de la industria del vídeo en Nigeria. El film aborda uno de los temas dominantes de Nollywood: la prosperidad de la élite burguesa de Lagos en relación con prácticas ocultas y sobre todo con rituales que incluyen sacrificios humanos, combatidos por el exorcismo cristiano. Hay también epopeyas tradicionales que aluden a un pasado mítico en el que abundan las fuerzas sobrenaturales y supersticiosas, como Igodo, Land of the Living Dead (Igodo, tierra de fantasmas), de los directores Don Pedro Obaseki y Andy Amenechi. A pesar de la escasez de medios, este film pone de relieve una magia “naif” y popular que se articula, por momentos, con la famosa película Yeelen del maliense Souleymane Cissé. En este conjunto de producciones mediocres, destaca un talento como Tunde Kelani, que hace, en Saworoide, una alegoría política en la cual el espectador reconoce fácilmente al ex dictador Sani Abacha y al ex presidente Olusegun Obasanjo.
El periódico nigeriano The Guardian, este fenómeno ha surgido a causa de la inseguridad y la debilidad de la moneda local, la naira, frente al dólar, que imposibilita una producción para grandes salas de cine.
Entre las películas más representativas se encuentran Living in Bondage (Vivir en la esclavitud), de Kenneth Nnebué, un gran éxito que desencadenó en 1992 el boom de la industria del vídeo en Nigeria. El film aborda uno de los temas dominantes de Nollywood: la prosperidad de la élite burguesa de Lagos en relación con prácticas ocultas y sobre todo con rituales que incluyen sacrificios humanos, combatidos por el exorcismo cristiano. Hay también epopeyas tradicionales que aluden a un pasado mítico en el que abundan las fuerzas sobrenaturales y supersticiosas, como Igodo, Land of the Living Dead (Igodo, tierra de fantasmas), de los directores Don Pedro Obaseki y Andy Amenechi. A pesar de la escasez de medios, este film pone de relieve una magia “naif” y popular que se articula, por momentos, con la famosa película Yeelen del maliense Souleymane Cissé. En este conjunto de producciones mediocres, destaca un talento como Tunde Kelani, que hace, en Saworoide, una alegoría política en la cual el espectador reconoce fácilmente al ex dictador Sani Abacha y al ex presidente Olusegun Obasanjo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario