Estuve presente en calidad de director del Liceo Nocturno Emilio Prud’Homme en el acto de entregas de las laptops a los directores de los centros educativos, por el ministro de Educación Licenciado Melanio Paredes.
Quiero agradecer el gesto del ministro de Educación Licenciado Melanio Paredes por las distinciones y el apoyo que nos brindo a todos los directores presente en el acto. Pero quiero significar los discursos de
El discurso del representante de Macintosh uso un cuento de Mamerto Menapace para ilustrar y fortalecer su discurso.
A continuación el cuento de Mamerto Menapce titulado El vendedor de globos.
El vendedor de globos.
Una vez había una gran fiesta en un pueblo. Toda la gente había dejado sus trabajos y ocupaciones de cada día para reunirse en la plaza principal, en donde estaban los juegos y los puestitos de venta de cuanta cosa linda una pudiera imaginarse.
Los niños eran quienes gozaban con aquellos festejos populares. Había venido de lejos todo un circo, con payasos y
juguetes para que los chicos gastaran allí los pesos que sus padres o padrinos les habían regalado con objeto de sus cumpleaños, o
Entre todas estas personas había un vendedor de globos. Los tenía de
Pero se trataba de un gran vendedor. Por eso, en un momento en que
-¡Mira mamá un globo!
Inmediatamente fueron varios más que lo vieron y lo señalaron a sus
chicos o a sus más cercanos. Para entonces, el vendedor ya había
soltado un nuevo globo de otro color y tamaño mucho más grande. Esto
hizo que prácticamente todo el mundo dejara de mirar lo que estaba
haciendo, y se pusiera a contemplar aquel sencillo y magnífico
espectáculo de ver como un globo perseguía al otro en su subida al
cielo.
Para completar la cosa, el vendedor soltó dos globos con los mejores
que eran muchos. Porque realmente tenía globos de todas formas,
Había allí cerca un niño negro, que con dos lagrimones en los ojos,
miraba con tristeza todo aquello. Parecía como si un honda angustia
se hubiera apoderado de él. El vendedor, que era un buen hombre, se dio cuenta de ello y llamándole le ofreció un globo. El pequeño movió la cabeza negativamente, y se rehusó a tomarlo.
-Te lo regalo, pequeño-le dijo el hombre con cariño, insistiéndole
Pero el niño negro, de pelo corto y ensortijado, con dos grandes ojos tristes, hizo nuevamente un ademán negativo rehusando aceptar lo que se le estaba ofreciendo. Extrañado el buen hombre le preguntó al pequeño que era entonces lo que lo entristecía. Y el negrito le
-Señor, si usted suelta ese globo negro que tiene ahí ¿Será que sube
tan alto como los otros globos de colores?
Entonces el vendedor entendió. Tomó un hermoso globo negro, que nadie había comprado, y desatándolo se lo entregó al pequeño, mientras le decía:-Hace vos mismo la prueba. Soltalo y verás como también tu globo sube igual que todos los demás.
Con ansiedad y esperanza, el negrito soltó lo que había recibido, y
Entonces el vendedor, mirándolo a los ojos y acariciando su cabecita
enrulada, le dijo con cariño:
-Mira pequeño, lo que hace subir a los globos no es la forma ni el
color, sino lo que tiene adentro.
Visionaremos el video que utilizo nuestra viceministra Mery Valerio para ilustrar visualmente, su magnifico discurso.
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