martes, 18 de junio de 2013


Crean una 'esponja' contra la contaminación por CO2
 

Un equipo de investigación surcoreano ha desarrollado un material con una alta capacidad de adsorción de CO2, lo que podría allanar el camino para proteger a la Tierra de la contaminación por dióxido de carbono.
 Los investigadores del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología de Ulsán (UNIST) han diseñado un novedoso y sencillo método de sintetizar membranas nanoporosas de metales nanocristalinos tales como el óxido de magnesio y de cerio. El procedimiento se lleva a cabo por medio de la conversión térmica de las estructuras de metales orgánicos.
Las membranas nanoporosas consisten en estructuras orgánicas o inorgánicas con una forma porosa regular. Debido al tamaño de sus poros uniformes tienen la propiedad de dejar que sólo pasen ciertas sustancias, mientras bloquea otras.
Los materiales de óxido de metal nanoporoso son omnipresentes en la ciencia debido a sus numerosas aplicaciones potenciales en diversas áreas, incluyendo la adsorción, la catálisis, la conversión y el almacenamiento de energía, así como en la optoelectrónica o en la administración de fármacos.
Al frente del equipo de investigación estuvo la pareja casada Hoi Ri Luna y Sang Hoon Joo, ambos profesores adjuntos en UNIST, que contribuyeron con sus estudios a entender mejor la síntesis de óxidos metálicos nanoporosos y las propiedades de materiales nanoporosos, respectivamente. El nuevo estudio se publicó en la revista ‘American Chemical Society’.
 
 
 
 

sábado, 15 de junio de 2013

EL DEBATE: Física y ciudades

Por Lucas Luchilo
Investigador del Centro REDES, Argentina.


En un artículo aparecido en el diario El Nuevo Herald –y en varios diarios de España y de América–, el periodista Andrés Oppenheimer reseña un artículo de Nature acerca de las modificaciones en la concentración de investigación en física en distintas ciudades del mundo. El punto que le interesa enfatizar a Oppenheimer es la baja presencia de ciudades latinoamericanas. Esta ausencia es vista como una evidencia del insuficiente desarrollo de la investigación en nuestra región. La insuficiencia es aún más marcada si se compara la situación latinoamericana con el notable crecimiento asiático.
El artículo del que Oppenheimer recoge la información parte de un estudio bibliométrico en el campo de las ciencias físicas, a partir de los artículos publicados en las revistas de la American Physical Society (APS) entre 1960 y 2009. A partir de ese relevamiento, se identifican pautas de distribución geográfica. Un aspecto de interés particular en el estudio es que los autores no solamente toman como referencia los artículos producidos en las distintas ciudades sino también los consumidos. Para ello toman como referencias las citas recibidas y dadas como un proxy de la producción y el consumo. Sobre los datos de citas construyen una suerte de “balanza comercial” y clasifican a los nodos –las áreas urbanas en las que se localizan los productores y consumidores– de acuerdo con el superávit y el déficit en esa balanza.
Si bien el estudio abarca cincuenta años, el interés de los autores se concentra en los cambios producidos en los últimos veinte. En este período, advierten cambios significativos. En el caso de los Estados Unidos, se observa el tránsito desde un patrón en la que la producción se concentraba en unas pocas áreas urbanas en las costas Este y Oeste hacia otro en el que crece la participación de centros ubicados en el Medio Oeste y en el Sur. En Europa, se observa un llamativo crecimiento de centros en Francia, Italia y en algunas regiones de España. Desde el punto de vista del consumo, el fenómeno más notable es la emergencia de varias áreas urbanas de China como centros principales.
El artículo analiza la importancia relativa y los flujos entre ciudades en el período analizado. Esta es probablemente la parte más débil del artículo. Las citas son producidas por personas que trabajan en equipos que son parte de instituciones. Por lo tanto, tomar al investigador, al grupo o al laboratorio como unidades de análisis no presenta mayores dificultades. ¿Por qué las ciudades o las “áreas urbanas” deberían ser consideradas como unidades de análisis para este tipo de estudios? Una respuesta posible puede remitir a algunas características de las ciudades que incida sobre el fenómeno a analizar. En otras palabras, la adopción de la ciudad como unidad de análisis supondría la existencia de algún “factor ciudad” que contribuya a explicar el comportamiento de la producción y el consumo. Pero en el artículo no hay ninguna justificación para adoptar esta perspectiva. Tampoco hay ningún intento de explicar los cambios en las posiciones relativas de las ciudades a lo largo del período 1990-2009.
La presencia de algunas ciudades pequeñas en las listas puede sugerir la importancia de otro factor, la localización de un gran laboratorio público o de un departamento universitario poderoso en poblaciones pequeñas. Tampoco está claro cuál es el criterio para definir qué debe entenderse por “área urbana”: ¿los límites legales de la ciudad? ¿el área metropolitana? ¿el centro y los suburbios? Las debilidades de la perspectiva se pueden apreciar con algunos ejemplos. En el artículo se destaca el avance de Orsay como centro de producción. Orsay es una ciudad de 16.000 habitantes, a 20 km de París. Allí están localizados el Instituto de Física Nuclear y el departamento de física de la Universidad París Sud. Otra ciudad destacada es Batavia –26.000 habitantes–. Batavia es un suburbio de Chicago, en donde se encuentra el Fermi National Accelerator Laboratory (Fermilab). ¿Por qué no considerar a ambas como parte del área metropolitana?
La producción científica en física es depende mucho de la existencia de instalaciones y equipamientos de muy alto costo. A los ejemplos citados se pueden agregar otros para las ciudades identificadas en el artículo como las primeras veinte del ranking. Así, en la ciudad de Berkeley –la segunda del ranking– está ubicado el Lawrence Berkeley National Laboratory (Berkeley Lab), del Departamento de Energía de los Estados Unidos. El Argonne National Laboratory contribuye al destacado lugar de Lemont –otro suburbio de Chicago– en la lista. Los Álamos –12.000 habitantes–, y Oak Ridge –29.000 habitantes tienen como centros principales de su actividad los laboratorios nacionales allí radicados. La presencia de Meyrin –22.000 habitantes, cerca de Ginebra– se explica por la presencia del CERN. En otras palabras, en varios de los centros incluidos en la lista de principales ciudades, antes que un “efecto ciudad” sobre la producción y el consumo en física hay un “efecto laboratorio” sobre la ciudad. Elaborar un ranking de ciudades de acuerdo con su producción en física puede resultar atractivo. Pero cabe dudar de una clasificación en la que Tokio y Piscataway están en el mismo rango, y West Lafayette supera a Nueva York.
¿Hasta qué punto el artículo de Nature abona la afirmación de Oppenheimer de que “Según Florida, el mapa revela que pese a todo lo que se escribe sobre el ascenso del mundo emergente, y pese a la desconcentración de los centros científicos, la brecha entre los países ricos y pobres no está disminuyendo mucho en el campo de las ciencias”? Sin duda, las brechas siguen siendo importantes. Sin embargo, una lectura atenta del artículo sugiere un panorama mucho más matizado. Lo que la trayectoria de las dos últimas décadas sugiere es el tránsito desde un sistema polarizado, en el que coexistían algunos centros muy productores –esto es, centros que recibían muchas más citas que las que hacían– y centros muy consumidores –que citaban mucho más que lo que eran citados–, hacia uno más equilibrado –es decir, uno en el que las diferencias entre citaciones recibidas y citaciones producidas son menores–. Para ponerlo con un ejemplo latinoamericano, la región paulista tenía en 1990 una relación entre citas recibidas y citas emitidas mucho más inclinada hacia el primero de los términos que la que se observa para 2009. Esto no significa que haya pasado a ser productor, sino que su producción en 2009 era mucho más citada que en 1990.
Desde esta perspectiva, este mayor equilibrio entre producción y consumo puede ser visto como un avance. Sin embargo, como se señaló previamente, la escala de las inversiones y los recursos humanos movilizados en los principales centros de producción y consumo hace difícil que los principales centros de la región puedan competir no ya con los centros establecidos sino también con otros emergentes.

Publicado el 4 de junio de 2013

miércoles, 12 de junio de 2013

 
 
 
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sábado, 8 de junio de 2013

¿Por qué hay que enseñar el Holocausto en las escuelas?


¿Por qué un niño chino o africano debería aprender lo que fue el Holocausto? ¿Qué relevancia puede tener este hecho en lugares que carecen de vínculo histórico con el genocidio del pueblo judío?
Que el Holocausto se ha convertido en una referencia mundial en lo relativo al asesinato en masa es una idea cada vez más aceptada. Es un caso que implica una serie de retos específicos en el ámbito educativo, especialmente en las regiones que no sufrieron el Holocausto. El profesor Yehuda Bauer, una autoridad mundial en la historia del Holocausto, afirma: “Aunque uno viva en el África central, en China, en el Pacífico sur o en Suiza, hay que ser consciente del peligro que representa el genocidio. La educación relativa al Holocausto tiene como objetivo último poner a la humanidad lo más a salvo posible de semejante tipo de exterminio masivo”.
Aprender este episodio histórico de alcance universal puede hacer que los alumnos se impliquen en una reflexión crítica del legado común de la humanidad, los orígenes del genocidio y la necesidad de fomentar la paz y los derechos humanos, para evitar que se produzcan tales atrocidades en el futuro.
Para celebrar el Día Internacional de Conmemoración en Memoria de las Víctimas del Holocausto (27 de enero de 2013), la UNESCO publica un nuevo folleto, titulado “¿Por qué educar sobre el Holocausto?” (“Why teach about the Holocaust”), que ofrece una panorámica de la enseñanza relativa a ese acontecimiento. En el folleto se explica que el Holocausto fue un momento histórico que marcó un antes y un después, que el genocidio no es inevitable, que los Estados y los ciudadanos tienen responsabilidades, que el silencio contribuye a la opresión y que los prejuicios y el racismo tienen orígenes determinados. Además, se examinan los desafíos y oportunidades que presenta la educación relativa al Holocausto y se ofrece una lista de materiales didácticos sobre el Holocausto y otros casos de genocidio.
¿Qué tratamiento pedagógico se le da al Holocausto en las escuelas de las diferentes regiones del mundo? ¿En qué países el Holocausto es parte de los planes de estudio? Las respuestas a estas preguntas se podrán encontrar a finales de 2013 en el proyecto auspiciado por la UNESCO y el Instituto Georg Eckert para la investigación internacional de libros de texto escolares. Por primera vez será posible comparar las descripciones del Holocausto que figuran en los manuales escolares y en los programas nacionales de estudio.
La enseñanza relativa al Holocausto es un ejemplo de la forma de entender la educación que tiene la UNESCO, que considera la educación el punto de partida para la construcción d ela paz y el fomento de los principios de dignidad, igualdad y respeto mutuo entre todos los hombres y mujeres.
 
 

08 de junio

  Día Mundial de los Océanos

 

 
 El Día Mundial de los Océanos es una ocasión para celebrar este tesoro común que hace que la Tierra sea un lugar habitable para el ser humano. Los océanos ayudan a regular el clima y el tiempo y proporcionan oxígeno y alimentos, así como otros efectos beneficiosos para el medio ambiente y para la sociedad y la economía en general. Este año, cuando faltan pocos días para la celebración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), es también una oportunidad para movilizarse por la preservación de los océanos. La UNESCO velará por que la función de los océanos sea debidamente tomada en cuenta en la Conferencia Río+20, junto con sus múltiples repercusiones para la justicia social, la conservación del medio ambiente y la eficacia económica Irina Bokova, Directora General, Mensaje con ocasión del Día Mundial de los Océanos 2012 Los océanos actúan como pulmones del plantea. Proporcionan la mayor parte del oxígeno que respiramos. También son fuente de alimento y medicinas y parte fundamental de la biosfera. La “economía azul” del océano es eje central de nuestras vidas: los productos del mar son la principal fuente de proteínas para al menos una de cada cuatro personas en le mundo. Los recursos costeros y marinos y las industrias relacionadas representan más del 5% del PIB mundial. El 90% del comercio mundial se efectúa por vía marítima. Gracias a los avances tecnológicos, las actividades económicas, tanto en zonas costeras como en alta mar, se están diversificando e intensificando cada vez más. Aun así, nuestros océanos y sus recursos se deterioran y agotan debido a la presión, cada vez mayor, a la que están sometidos, causada principalmente por la contaminación y la sobreexplotación. Si la situación actual no cambia, la acidez de los océanos aumentará en un 150% de aquí a 2100 debido a las emisiones de CO2. Toda la cadena alimentaria quedará en peligro, al igual que ecosistemas claves como los arrecifes de coral. Para asegurar la calidad de vida que proporcionan los océanos a la humanidad y mantener la integridad de los ecosistemas marinos, tenemos que cambiar nuestra visión, gestión y uso de los recursos marinos y de las zonas costeras. Aceptar el desafío Sin embargo, el océano sigue estando relativamente inexplorado, nuestro conocimiento de él es limitado. Toda política y medida sostenible en favor de los océanos, sus ecosistemas, y las costas deben recibir el apoyo de la ciencia, en particular la investigación y la observación. La Comisión Oceanográfica Intergubernamental de la UNESCO (COI) trabaja desde hace 50 años para fomentar la cooperación internacional y la coordinación de programas en los ámbitos de la investigación y la observación marinas, la conservación y la protección de los hábitats marinos, la reducción de riesgos y la capacitación. Su objetivo último es garantizar una gestión eficaz de los recursos de los océanos y las zonas costeras. La COI facilita también a sus Estados Miembros conocimientos necesarios para su toma de decisiones. La Conferencia de Río+20 ofrece la posibilidad de definir nuevas directrices y prioridades en materia de ciencias marinas que favorezcan el desarrollo sostenible a escala mundial. Con este objetivo, cuatro organismos de Naciones Unidas trabajaron en común para redactar una serie de propuestas para el océano que se debatirán en Río+20. Con el título “Plan para la sostenibilidad del océano y las zonas costeras”, el documento parte del análisis de los desafíos actuales y plantea a continuación pistas de futuro. La comunidad internacional tiene a su alcance nuevas oportunidades para mejorar la contribución de los océanos al desarrollo sostenible, para reconocer conceptos como economía verde o energía azul renovable, para usar los recursos biogenéticos, los servicios de los ecosistemas y conocer el lugar preponderante del océano en el sistema terrestre. También la industria desempeña un papel esencial a la hora de identificar oportunidades nuevas, como lo hace ya el sector del transporte marítimo, que se esfuerza por reducir sus emisiones de carbono. Pero para proteger este bien común es necesaria una acción colectiva. Cada uno de nosotros puede contribuir a cambiar las cosas. También usted puede participar y elegir el Futuro que quiere: piense en soluciones sostenibles aplicables a la vida cotidiana y comparta con nosotros sus sueños y sus ideas.
 
Fuente: Unesco.

Educación

¿Cuál es la operación de la tabla de multiplicar más difícil?


¿Cuál es la operación de la tabla de multiplicar más difícil?
Según un estudio llevado a cabo hace poco, la operación de la tabla de multiplicar en la que más veces se equivocan los estudiantes es 6x8. Concretamente, para esta multiplicación los escolares fallan dos de cada tres veces que intentan operar, según averiguó la firma de tecnologías educativas Flurrish usando una app desarrollada específicamente para el estudio. Le siguen de cerca en cuanto a número de errores 8x6, 11x12, 12x8 y 8x12. Los encuestados, que trabajaron con las tablas de multiplicar del 1 al 12, también se equivocaron más de la mitad de las veces al resolver 7x8 y 12x9.

Por números, la tabla más sencilla para los escolares es la de del 1 (8% de fallos), seguida de la del 2 y la del 10 (12% de errores cada una). Las que más trabajo nos cuestan en la etapa escolar son la tabla del 12 (con un porcentaje de error del 34%) y la del 8 (33,1%).

Fuente: Muy Interesante.