martes, 30 de septiembre de 2014



Tatuajes por etiquetas.


Pocos se habrán parado a pensar detenidamente en esas pequeñas calcomanías que a menudo trae la fruta. Uno tiende simplemente a quitarlas antes de morderla.
Pero... aquí un dato sorprendente: en apenas un año, una conocida cadena británica de supermercados, Marks & Spencer, produjo siete toneladas de etiquetas para sus naranjas. Pronto eso podría ser algo del pasado. En su lugar podría haber tatuajes permanentes hechos con láser.
Esta nueva tecnología retira un pigmento de la superficie de la fruta para incluir información, como la fecha de caducidad o el precio. La técnica, diseñada en 2009 pero aprobada hace solo unos meses por la Unión Europea, parece no afectar el sabor ni la duración de la fruta, y algunos supermercados del Reino Unido ya están considerando esta opción para reducir su impacto ambiental.
La BBC visitó una planta de empaquetado de fruta en Reino Unido donde cada año pasan 1.500 toneladas de naranjas y uvas. En un rincón apartado de las instalaciones una máquina de láser hace pruebas.
Llegados a este punto de la tecnología, todo puede ser dibujado: logos, códigos de barras, precios, fechas y datos de trazabilidad. Hay incluso planes para usos más divertidos, como imprimir las marcas donde hacen los cortes en las calabazas de Halloween.
intentos de marcar la fruta directamente, pero según Steven Maxwell, representante de la empresa española Laser Food en Reino Unido, la diferencia con esta tecnología es que no causa ningún daño sobre los alimentos. “No afecta de ninguna manera ni a la superficie ni al interior de la fruta. Tampoco acelera su proceso de maduración”, afirma.
Más ecológico
Por otro lado los beneficios para el medio ambiente son evidentes. En el proceso actual de etiquetado con papel, las etiquetas se producen en fábricas y después son transportadas por mar hasta distintas partes del mundo. “Con esta tecnología solo hay que enviar el diseño por módem a una máquina”, dijo Andrew Mellonis, de Marks & Spencer.
Eso le ahorra a las empresas el almacenamiento del papel y facilita enormemente la posibilidad de hacer cambios en el etiquetado.
Las primeras reacciones entre los consumidores fueron en general positivas. “La información está clara y además no se cae, así que lo veo bien”, respondió una ama de casa. Pero quizás hay diferencia entre encontrar la marca del láser en una naranja o un plátano a encontrarla en la piel de una manzana.
Fuente: BBC Mundo




 

domingo, 14 de septiembre de 2014

DE INTERÉS:






21 de septiembre 2014
Movilización mundial para frenar el cambio climático

El último informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) es claro y contundente: urge reducir de manera drástica las emisiones de gases invernadero. Más claramente: urge reducir de manera drástica la extracción y quema de combustibles fósiles. No tiene sentido seguir utilizándolos y, mucho menos, seguir buscando yacimientos en los fondos marinos o extraer gas de esquistos mediante la técnica del fracking (fractura hidráulica).
Es hora, por el contrario, de impulsar una profunda transición energética basada en las energías renovables, la eficiencia y el ahorro energético. Una transición necesaria y posible. Así lo han mostrado diversos estudios de resultados convergentes y así se lo ha comunicado al Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, su amplio grupo asesor en energía y cambio climático.
Las resistencias, que están abocando a esta dramática situación, proceden de las grandes corporaciones del sector energético y sectores financieros vinculados, que solo contemplan los beneficios a corto plazo y se niegan a escuchar las fundamentadas recomendaciones de la comunidad científica, presionando a gobiernos y medios de comunicación. Es preciso romper esta dinámica irracional y suicida que nos arrastra aceleradamente al colapso. Se debe y se puede hacer: la convergencia de los estudios científicos y del apoyo ciudadano a los mismos lograron la prohibición del DDT y de otros plaguicidas extremadamente peligrosos, venciendo fuertes resistencias. Y lo mismo sucedió con la substitución de los freones que destruyen la capa de ozono que protege a la biosfera de las radiaciones más agresivas. Podemos y debemos volver a hacerlo.
Ban Ki-moon ha convocado a los líderes mundiales el próximo 23 de septiembre para debatir el último informe del IPCC y crear un clima favorable para que se adopten acuerdos ambiciosos y vinculantes en Paris 2015. Pero la fundamentación científica no basta para vencer las resistencias y las inercias. Se necesita, una vez más, una fuerte presión ciudadana. Eso es lo que se persigue con la propuesta de organizar el domingo 21 de septiembre la mayor movilización mundial por el clima de la historia: miles de marchas y concentraciones, entre otras acciones, por todo el planeta para exigir la adopción urgente de medidas contra el desarreglo climático y a favor de la transición energética. Contribuyamos a que esta movilización mundial por nuestro futuro y el de las próximas generaciones sea un éxito.
Educadores por la sostenibilidad