viernes, 22 de abril de 2016



Día de la Tierra 2016: La polución mata cada año a siete millones de personas.

Nuestra civilización infringe sistemáticamente un derecho de los seres humanos, la calidad del aire que respiramos.

El Día de la Tierra de celebra cada 22 de abril en todos los países y rincones del planeta desde el año 1970. Su gran impulsor fue el senador demócrata estadounidense Gaylord Nelson, un adelantado a su tiempo. Uno de los primeros con traje y corbata que trabajó para concienciar a la población de la importancia de respetar el medio ambiente e informar sobre los problemas de sostenibilidad a los que se enfrentaba el ser humano, entre los que destacaba la superpoblación o la contaminación, un ser humano responsable directo de los grandes males a los que se enfrenta el planeta azul.

Nelson, en plena resaca del movimiento hippie, promovió en 1970 una manifestación en la que se demandó la creación de una agencia medioambiental que velara por la conservación del planeta. Participaron estudiantes procedentes de más de dos mil universidades y de diez mil institutos de todo Estados Unidos a los que se sumaron multitud de comunidades defensoras de la naturaleza. Ahí está la semilla de El Día de la Tierra. Las protestas lograron su objetivo y el gobierno estadounidense del republicano Richard Nixon aprobó la creación de la Environmental Protection Agency (La Agencia de Protección Ambiental), una institución que todavía permanece en activo tras casi medio siglo de vida.

¿Por qué el 22 de abril?
Gaylord Nelson era consciente de que el éxito de su convocatoria para El Día de la Tierra dependía directamente del calendario de estudios estadounidense. Apostó por esa época del año porque no coincidía ni con exámenes ni con un período vacacional, cuando todos los alumnos marchaban escopetados a sus casas.

Disfrutar de un aire limpio y respirable, un derecho elemental
Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, cada vez que se viola alguno de estos códigos de convivencia entre naciones, hay vencedores y vencidos. Sin embargo, hoy nuestra civilización infringe sistemáticamente un derecho que, aunque no aparece como tal en el texto, sí lo es para los seres humanos, la calidad del aire que respiramos. Un atentando a los ciudadanos que no responde a riqueza, raza o religión. China, una de las mayores potencias del mundo, afronta un reto mayor que avanzar en las desigualdades sociales o la falta de libertades, combatir la nube atmosférica que cubre el país, que deja cada año cerca de un millón de muertes.

Sin soluciones fáciles:
Una situación que se repite en todas las grandes urbes del planeta y que no tiene una solución sencilla ya que las medidas ponen en jaque nuestro actual modo de vivir. Recientemente los gobiernos de varias ciudades como París, Madrid o Barcelona han creado una iniciativa en change.org contra la industria del automóvil, principal causante de este problema. Los líderes locales critican además que la Unión Europea sancione a los ayuntamientos la mala gestión del aire al mismo tiempo que permite que los fabricantes de coches puedan infringir los límites de emisiones.

La atmósfera está compuesta por una serie de gases cuyas proporciones son constantes, como el nitrógeno o el oxígeno. Pero existen otros que puede variar su concentración.

Dióxido de carbono:
Un caso es el dióxido de carbono, cuyo aumento está generando el Cambio Climático. Otros son el dióxido de azufre, el óxido de nitrógeno, el dióxido de nitrógeno o el monóxido de carbono. Estos últimos producen los fenómenos de contaminación. Los gases contaminantes pueden tener un origen natural o antropogénico. Por ejemplo, el dióxido de azufre procede de erupciones volcánicas o de determinadas industrias. Pero el único responsable de la contaminación del aire es la actividad humana, concretamente el tráfico rodado en las ciudades.

Las consecuencias para la salud son muchas y diversas. La contaminación causa enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio como neumonía o bronquitis. También provoca tos, cansancio, falta de aliento, irritación en la nariz, los ojos y la garganta.

Cifras preocupantes:
Algunos como el monóxido de carbono, después de inhalarlo se combina con la hemoglobina de la sangre e impide que el oxígeno entre en el organismo. En Europa ya estamos cerca del medio millón de muertos cada año. Esa cifra se eleva hasta los siete millones en todo el planeta.

Un futuro más cálido, húmedo y seco:
La conferencia sobre Cambio Climático de París ha servido, sobre todo, para desterrar  efinitivamente el escepticismo. Ya nadie duda de que el Calentamiento Global es un hecho. Los efectos son demasiado visibles y los datos contundentes. El pasado febrero ha marcado un nuevo registro histórico, con un aumento de 1,35 grados respecto a la media normal del mes. Un anticipo del que seguramente acabará siendo el año más cálido desde que se toman registros.

Ser consciente de un problema siempre es el primer paso para superarlo. Pero en la cuestión del clima quizás sea demasiado tarde y ahora debamos pensar en cómo adaptarnos. Cada 23 de marzo se celebra el día mundial de la meteorología para sensibilizar a la población mundial sobre determinados objetivos medioambientales. Pero, este año la OMM nos ofrece un baño de realidad, recuerda que el futuro será inevitablemente más cálido, seco y húmedo. En muchos casos los seres humanos tendrán que huir, como ya lo hicieron en el pasado.

Galicia, un soplo de aire fresco:
Galicia es una ventana al Atlántico. Una situación que aleja el fantasma de la sequía. Ahora nuestra localización también es afortunada para combatir la contaminación. Las lluvias abundantes y al aire húmedo procedente del océano permiten dispersar los contaminantes que generan ciudades como Vigo o A Coruña. Pero, puede que en el futuro la meteorología no sea tan aliada. La comunidad científica predice que la calidad del aire empeorará todavía más por el calentamiento global, generado más episodios de aire estancado. Además, un aumento de las temperaturas puede prolongar e intensificar los perÍodos de ozono alto. Una mala noticia para el sur de Europa, que ya sufre excesos de ozono.

El Día de la Tierra en Google:
Google dedica el doodle de este viernes al Día de la Tierra. Lo hace a través de cinco ilustraciones de Sophie Diao, que justifica sus creaciones del siguiente modo:

«La inmensidad de la diversidad de la Tierra hace que sea un tema que intimida, pero al final me he decidido por escoger los cinco biomas (paisajes bioclimáticos): las tundras, los bosques, las praderas, los desiertos y los arrecifes. En cada una de las ilustraciones aparece destacado un animal. Cada vez que visite Google.com, aparecerá uno de los cinco doodles al azar. Refresque la web para admirar una cara distinta de la inmensa belleza que hay en la naturaleza. 

Los científicos calculan que la edad de la Tierra es superiro a los 4,5 millones de años, pero el Día de la Tierra solo se celbra desde hace 46. El Día de la Tierra nos inspira a todos a apreciar nuestra gran orbe azul y verde con pequeños y grandes gestos que van desde las excursiones de senderismo en familia a iniciativas de reciclaje a lo largo de toda la ciudad.

Originalmente ideado por el activista por la paz John McConnell en 1969, el Día de la Tierra fue establecido al año siguiente por el senador estadounidense Gaylord Nelson. Preocupado por el impacto de la humanidad sobre la naturaleza, Nelson intentaba concienciar a la gente sobre las cuestiones medioambientales. Desde su creación, el Día de la Tierra se ha extendido a casi 200 países, con millones de personas que lo celebran en todo el mundo.

El Día de la Tierra es una jornada para reflexionar. Admiro personalmente la persistencia y la creatividad de la naturaleza. Nuestro planeta -con su alternancia entre el abrasador calor y el glacial frío, sus picos serrados y sus profundas zanjas- puede no ser siempre amable con sus habitantes. sin embargo, de alguna forma la fauna y la flora logran prosperar. En un día como hoy, recordamos y celebramos nuestra casa dentro de este gran e impresionante ecosistema.

Vivimos en un hermoso planeta, y es el único que tenemos. ¡Feliz Día de la Tierra!».


Cortesía: La Voz de Galicia.

sábado, 16 de abril de 2016

CALENTAMIENTO GLOBAL




Las aves que pierden y ganan con el cambio climático.

El clima está afectando la distribución y población de medio millar de especies de Europa y EE UU.

A la curruca rabilarga (Sylvia undata) el cambio climático la está llevando cada vez más al norte. Este pajarillo de lomo grisáceo y pecho rojizo abunda en los matorrales mediterráneos de Italia, Francia o España, donde está la mayor concentración de parejas. También se la ha avistado en el condado de Dorset, en el suroeste de Inglaterra. En las últimas décadas, mientras su población mermaba en la península Ibérica, en el Reino Unido se ha multiplicado por ocho. Como a la curruca, el calentamiento global está afectando a centenares de especies de aves.

Aunque el cambio climático no es el único factor que afecta a las poblaciones de aves, también están el deterioro del hábitat o la deforestación, sí es el problema más reciente y de mayor alcance. Sin embargo, su impacto es muy complejo y difícil de medir. Afecta a la distribución geográfica de cada especie, a su abundancia relativa e incluso a la conducta y fisiología de los pájaros. Además, este impacto no siempre es negativo, con muchas especies prosperando en zonas donde antes no medraban.

Por eso, una treintena de investigadores, entre ellos varios españoles, han analizado la tendencia al alza o a la baja de las poblaciones de más de 500 especies de Europa (145) y EE UU (380) desde 1980 y hasta esta década. Su objetivo era crear un índice de impacto climático (CII por sus siglas en inglés) con la ratio de especies favorecidas y perjudicadas por el calentamiento global.

En España, un tercio de las especies de aves se han visto beneficiadas por el cambio climático

"El CII es positivo, las especies favorecidas están siendo más beneficiadas, mientras que las perjudicadas lo están siendo con más intensidad de lo que cabría esperar", dice la investigadora de SEO/BirdLife, Virginia Escandell. coautora del estudio que publica Science. La investigación, además, muestra que no es un patrón localizado. "El fenómeno ocurre de manera similar tanto en Europa como en Estados Unidos, lo que permite afirmar que las poblaciones de aves comunes de ambos continentes se han visto afectadas de forma similar por el cambio climático en los últimos 30 años", añade la ornitóloga.

En el caso de España, por ejemplo, las especies incluidas en el estudio son 96. Usando los datos aportados por SEO/BirdLife y recopilados, por ejemplo, por los más de 1.500 voluntarios de su programa de seguimiento SACRE, se pudieron combinar las tendencias de las poblaciones con modelos climáticos. Así han podido determinar que 59 especies están en el grupo de las que pueden verse afectadas negativamente por el cambio climático. Las otras 37 podrían resultar favorecidas.

El índice permite confirmar el fenómeno de traslación geográfica apuntado por anteriores estudios. Relacionado probablemente con el aumento de la temperatura, países del norte de Europa como Noruega están viendo como proliferan decenas de especies y, en cambio, en naciones del sur, como Italia, la ratio se invierte y son más las perjudicadas que las beneficiadas.
Más allá de las tendencias arriba o abajo en las poblaciones, lo que no resulta sencillo es dar cifras absolutas. A diferencia de las especies de grandes aves, donde los ejemplares se cuentan por millares, con las pequeñas aves comunes como el carbonero, el gorrión o la propia curruca se trata de contar a millones de ejemplares.

"Es difícil decir con seguridad si el tamaño de la población global aumentará o disminuirá, ya que los datos recopilados por miles de voluntarios son agrupados a nivel nacional o estatal como índices de abundancia de cada especie", explica el biólogo de la universidad británica de Durham y uno de los responsables del estudio, Stephen Willis. "Sin embargo, y como una aproximación, puedo decir que: las diferencias son tales que, en Europa, si dos especies tenían una abundancia similar en 1980, las especies favorecidas (hasta cierto punto) por el cambio climático serían ahora un 40% más abundante que las especies desfavorecidas".

Eso no significa que el cambio climático sea una bendición para las aves comunes. Los datos del programa de seguimiento paneuropeo de estas aves, usados en este estudio, muestran que aunque 46 especies han visto aumentar su población, la de otras 62 ha declinado. El resto habría permanecido estable.

Entre las especies que se han visto más afectadas por el cambio climático están el abejaruco europeo, que empieza a verse por los cielos británicos, o varias especies de Troglodytidae (chochines, saltaparedes...) que han aumentado su presencia en el norte de Europa al tiempo que la han reducido en el sur. Un proceso similar han seguido muchas especies americanas, como el mirlo americano, que ya anidan en estados del norte, pero su abundancia en los sureños se ha reducido.

En España también se produce esa ambivalencia del cambio climático. Entre las especies favorecidas están el agateador europeo, frecuente en bosques e incluso parques, el petirrojo europeo o el pico picapinos, uno de los pájaros carpinteros más extendidos. En cuanto a las más perjudicadas, aparecen aves como el escribano cerillo o la collalba gris que, como la curruca rabilarga del principio, les gusta volar en zonas atlánticas y más frías.



Cortesía: El PAÍS



domingo, 10 de abril de 2016

HISTORIA DE LOS BARRIOS DE SANTIAGO DE LOS CABALLEROS.

La Joya: primera periferia de Santiago

Por EDWIN ESPINAL H.

La primera referencia  de su existencia como barrio data de agosto de 1905 con una breve nota de prensa dando a conocer el nacimiento de una niña

El barrio de La Joya en Santiago se encuentra ubicado en la hoya  de ahí su nombre  que, hace miles de años formó el río Yaque tras dejar atrás la meseta sobre la que en 1562 se reasentó la ciudad por tercera vez, cuyas barrancas desviaron y atrincheraron su natural desembocadura hacia el mar. La primera referencia de su existencia como barrio data de agosto de 1905 y se trata de una breve nota en el periódico El Diario de Santiago en la que se da cuenta de que en la Joya nació una niña con todos sus dientes. Una segunda es una solicitud de subvención que la señora Natividad Aracena dirigió al concejo de regidores del Ayuntamiento de Santiago para la escuela particular que acababa de abrir en el lugar; aquí figura como La Hoya. El dato consta en el acta de la sesión de la Sala Capitular del 9 de diciembre de 1907, inserta en el Boletín Municipal No.571 del 31 de diciembre de 1907. Si partimos de este testimonio documental, La Joya tiene ya más de cien años en el escenario urbano santiaguero.

La Joya está enclavada en lo que antiguamente se conoció como la sabana del pueblo o sabana del Oeste, que en 1887 se definió como el sitio hacia el que se extendería Santiago, y que ya en 1890 había sido designada para ese fin. Sus terrenos adquirieron un orden preferente en 1891, cuando quedaron afectados por la resolución del Poder Ejecutivo que mandaba conservar las propiedades urbanas y rurales que fuere menester para las obras del Ferrocarril Central Dominicano. La plusvalía que alcanzaron estas tierras las convirtió en una zona de expansión urbana, fomentando los estratos adinerados estancias en generosas parcelas en su extremo noroeste, donde tomaba el nombre de Sabana de Santa Ana y sobre el camino real de Gurabito. Este desarrollo se inició cuando el Ayuntamiento vendió a diversos arrendatarios los terrenos que estos ocupaban.

Un proyecto definido para la expansión de la ciudad sobre la sabana empezó a desarrollarse formalmente en 1897. Como parte del mismo, en octubre de ese año se  abrió la que sería la primera calle de La Joya, que fue designada entonces como Talanquera, y que es la actual Pedro M. Hungría, mientras que en 1898 se decidió demarcar, a requerimiento del Gobernador Pedro Pepín, el espacio necesario para una proyectada Plaza de Marte, donde se celebrarían ejercicios militares. Esta plaza militar, que se ubicó en la acera Norte de la calle Restauración, fue delimitada nuevamente en 1902, 1904 y 1906. Ya para 1903 había sido denominada como Plaza Valerio.

En tercer lugar, y como parte del plan precitado, en 1898 se delimitó un solar para la iglesia San Antonio, en 1899 se prolongaron las calles Del Sol, 16 de Agosto y Eladio Victoria, en 1900 se donó al Asilo Piadoso de Santa Ana y San Juan de la Cruz un cuadro de terreno para levantar su asilo de niños huérfanos y ancianos desvalidos, que es hoy el Colegio Santa Ana, mientras que en 1901 se construyó un nuevo matadero municipal. Este matadero sería destruido en 1909 por el temporal de San Severo, construyéndose un nuevo edificio en 1911, el cual permaneció en pie hasta 1986, cuando fue destruido y sustituido por la Escuela Telésforo Reynoso.

Nuevas extensiones de calles se realizaron en los años subsiguientes. De este modo, en 1902 se determinó dar continuidad a la calle Independencia desde su esquina con la calle Benito Monción; en 1906, se trazó una calle Nueva, esquinera con la calle Restauración, que culminaba en el camino de Santa Ana, actual avenida Imbert y que en 1907 se bautizó como Santiago Rodríguez año en que también la calle de La Barca pasó a llamarse avenida Valerio y en 1907 se resolvió prolongar la calle Salvador Cucurullo.

La plaza Valerio permaneció como un espacio lleno de yerba hasta 1911, cuando se instaló en ella el mercado para la venta de animales y maderas en medio de una arboleda de laureles y samanes, a cuyo amparo practicaron béisbol en 1913 los clubes Yaque e Inoa. El mercado de maderas funcionó en la plaza hasta 1918, cuando se trasladó al otro lado del río para preservar el buen estado de las calles de la ciudad y del desaparecido puente Yaque, recién inaugurado. El establecimiento de un puesto de vigilancia en ella se remonta a 1916, cuando se instaló una casilla de la Policía Municipal. Posteriormente, sirvió para alojar el cuartel general de la Guardia Nacional (1918) y compañías de la Policía Nacional Dominicana (1921), ambos provisionalmente.  Sirvió también para otros usos disímiles, tales como campamento para la construcción de los tubos del alcantarillado de la ciudad (1918) y sede de exposiciones agrícolas (1924 y 1925), hasta que en 1928 se decidió dedicarla a parque infantil. Este uso se concretaría entre 1941 y 1944, cuando se construyó sobre su espacio el Parque Infantil Ramfis.

La consolidación de La Joya como núcleo urbano en la sabana fue rápida, si  consideramos que en 1907 la actual calle Pedro M. Hungría fue fijada como límite Oeste de la ciudad.

La trama del barrio alcanzaría prácticamente su definición primaria entre 1908 y 1911 con la apertura y extensión de nuevas calles. Así, ya para 1908 había sido abierta la calle Capotillo; en 1910 se extendieron las calles Restauración e Independencia en terrenos comprados a Eliseo Espaillat Julia y se dio apertura a las calles Ulises Francisco Espaillat, Patria (actual Anselmo Copello), 19 de Marzo, Pimentel, García Copley y San Severo, actual Loló Pichardo; en 1911 se extendió la calle Salvador Cucurullo hasta la Ulises Espaillat Hay que acotar que las calles Ulises Francisco Espaillat, Patria, 19 de Marzo, Pimentel y García Copley habían sido abiertas por Eliseo Espaillat para el desarrollo del denominado Ensanche Eliesco o Ensanche Oeste hoy Baracoa que promovió a partir de la urbanización 575 tareas que conformaban entonces la quinta que había pertenecido a su padre Augusto Espaillat desde 1894  y que adquirió de manos de su madre Felicia Julia Julia en 1908.

La imagen del sector no era la más favorecida. En ese mismo sentido, el nivel social de las personas que se asentaron en La Joya distaba mucho del ostentado por los residentes en el casco urbano, quedando marcado por las reglamentaciones municipales sobre bailes y prostitución que se votaron desde 1910. La presencia y habitación de las prostitutas se relegó   a esta nueva zona. En 1919, el perímetro comprendido entre las calles Máximo Gómez, Santiago Rodríguez, Loló Pichardo y Salvador Cucurullo, fue designado como  Zona de Tolerancia, es decir, en el único lugar donde podrían vivir las prostitutas dentro de la ciudad.


Cortesía: Periódico HOY

martes, 5 de abril de 2016



Datos ambientales reales en tiempo real para las simulaciones.

En la ingeniería del vehículo asistido por ordenador, necesita datos precisos sobre las diversas influencias ambientales. Esta es la única manera los desarrolladores pueden realizar pruebas que simulan la experiencia de un coche real. Un nuevo sistema rápido y barato recoge datos reales a velocidades normales de conducción y procesa estos datos en tiempo real como los datos de grano grueso y de grano fino para la simulación de conducción en 3D.

En la ingeniería del vehículo asistido por ordenador, necesita datos precisos sobre las diversas influencias ambientales. Esta es la única manera los desarrolladores pueden realizar pruebas que simulan la experiencia de un coche real. En la feria de Hannover, los investigadores del Instituto Fraunhofer están presentando un sistema rápido y barato que recoge datos reales a velocidades normales de conducción y procesa estos datos en tiempo real de los datos como de grano fino y de grano grueso para la simulación de conducción en 3D.

departamentos de ingeniería en general las empresas de automoción utilizan hoy en día la simulación cuando se realizan pruebas virtuales durante la fase de desarrollo de sus nuevos diseños de vehículos. Esto implica el cálculo de las propiedades físicas de los coches de antemano, lo que reduce significativamente los bucles de prueba menudo año de duración con vehículos de prueba real. Por ejemplo, esto ya se está haciendo en las pruebas de seguridad pasiva, la acústica, la durabilidad y la fiabilidad y la eficiencia energética, el consumo de combustible y las emisiones de carbono. En la actualidad, el vehículo se puede simular muy bien el uso de herramientas de software.

Sin embargo, es difícil para simular influencias ambientales que tienen un efecto significativo en el automóvil durante la conducción, tales como condiciones de la calle, el tiempo y las maniobras de conducción. Los expertos trabajan a menudo con supuestos en lugar de con los datos reales debido a la generación de los datos reales y por lo que es relevante para las simulaciones es complejo y caro. "Durante años hemos estado trabajando en estrecha colaboración con los fabricantes de automóviles y vehículos comerciales; hemos reconocido esta necesidad y lo ha hecho nuestra misión de desarrollar soluciones rentables para incluir vial y medio ambiente en la ingeniería de vehículos basado simulación," dice el Dr. Klaus Dressler de la Instituto Fraunhofer de Matemática Industrial ITWM en Kaiserslautern.

Datos gran experiencia aporta grandes cantidades de datos bajo control

En la Feria de Hannover 2016, los científicos del Instituto Fraunhofer estarán presentando un sistema que consiste en un vehículo de prueba, una base de datos georeferenciada y un simulador de vehículos (Hall 7, Stand E11). El uso de dos escáneres láser de 360 ​​grados, el Camino del Medio Ambiente y Adquisición de Datos Rover (REDAR) capta enormes cantidades de datos ambientales en la velocidad de conducción normal. "Lo llamamos los datos de nubes de puntos. Eso significa que para cada coordenada 3D tenemos datos ambientales", dice Dressler. Los investigadores han logrado ITWM para preparar el conjunto de datos de terabytes de tamaño para que pueda ser utilizado en tiempo real en 3D simulaciones de conducción interactiva. "El volumen de datos es tan grande que los datos no pueden ser alimentados fácilmente en la memoria de un sistema informático. Por lo tanto, hemos desarrollado un método fuera de núcleo para procesar solamente los datos necesarios para el tiempo de ejecución en el simulador."

REDAR captura datos de las fachadas de los edificios a la izquierda y la derecha y desde la calle delante y detrás del vehículo a una distancia de 200 metros. También explora la superficie de la carretera con una resolución de menos de medio centímetro. Una plataforma inercial elimina el movimiento potencial del vehículo a partir de los datos en bruto del escáner láser de modo que pueda ser objetivamente procesada por el software. "Para construir un sistema de medición tan compleja y consistente procesar los datos a través de algoritmos apropiados eran nuestros mayores desafíos", añade Dressler. El vehículo de prueba ha estado en uso desde 2015 y ya ha sido recogida de datos para varios proyectos de clientes.

La fusión de los datos Fine- y de grano grueso

RODOS propios simulador de conducción de ITWM (conducir basada en robots y Funcionamiento del simulador) convierte las métricas recopiladas por REDAR. El simulador consiste en un sistema de cabina en la que un pedal volante, gas y el freno puede ser operado. La cabina del conductor está conectado con un sistema de robot de 6 ejes que simula de manera realista las aceleraciones, frenar o conducir por curvas cerradas. "El piloto de pruebas mueve a través de un mundo virtual que se siente muy realista después de unos pocos minutos", explica Dressler. Las simulaciones son compatibles con los datos del sistema de base de datos conocida como la medición de campañas Virtual (VMC). La base de datos proporciona la red vial del mundo con su topografía, reglamentos, tiempo y datos adicionales georreferenciados. "Con los datos recogidos en el vehículo de adquisición de datos fusionamos datos reales finas-COARSED con los datos de grano grueso de la VMC. La fusión de los dos mundos es un paso importante en el desarrollo de escenarios de prueba para la ingeniería de vehículos con destino a la carretera", dice Dressler.

En el stand conjunto de la Sociedad Fraunhofer en la Hannover Messe, los investigadores van a mostrar cómo los datos fino COARSED de REDAR se importa en el mundo de grano grueso de la simulación de conducción en 3D.


Fuente: Science Daily

domingo, 3 de abril de 2016



Fenomenología de la indiferencia

La indiferencia supone cierta obstinación en una actitud de rechazo de la realidad, que daña la condición de quien la ejerce y también la de aquéllos que reciben sus consecuencias.

El que no ama al prójimo al que ve ¿cómo puede amar a Dios, a Quien no ve? (I Jo 4,20)

En lo cotidiano, somos indiferentes a la mayor parte de la gente. Por efecto de la cultura dominante, el nosotros de la vida diaria implica un tipo de relación interpersonal vacío, insensible y tedioso en una sociedad que va perdiendo constantemente su carácter humano.

Cuando alguien carga una tarjeta en el subte, el empleado detrás de la ventanilla tiene para él simplemente el significado de una función, y él para éste es simplemente “un” pasajero. No es una situación muy diferente al proceso que se da frente a una máquina expendedora. El otro no interesa: se trata de un intercambio de funciones, no un encuentro de personas. Si eventualmente allí se habla de “nosotros” (“no tenemos monedas”, “esperemos que el subte llegue a horario”), es un nosotros de la indiferencia, porque no hay un “tú”, reconocido y diferenciado, sino simplemente un “el” (el pasajero, el empleado), equivalentes a las tarjetas de un fichero.

En el nosotros de la burocracia, de la administración y del mundo tecnocrático, no se ve al otro más que como el agente de una función. La sociedad es concebida como una inmensa maquinaria donde cada individuo es “un” elemento, con relaciones “funcionales” recíprocas y en la que, a lo sumo, rige la justicia como único fundamento. Ese mundo del consumismo y del exitismo ha dejado solo a cada uno y vivimos juntos pero separados, y la comunicación a través de Internet o de los celulares es muchas veces mecánica e impersonal. Nadie es alguien porque nadie se preocupa por ninguno. Cosa diferente es una “comunidad” donde las relaciones son con el “tú” y donde al menos exista un afecto general por el prójimo como persona (una cierta disposición hacia al otro).

Fenomenología del amor
Para una cabal comprensión de la indiferencia, será útil comenzar por una explicitación de su reverso: el amor. Pocas palabras como “amor” resultan hoy de tan variada aplicación que su significación parece terminar haciéndose incierta o ambigua. De todos modos, no dejan de existir rasgos distintivos que permiten su identificación.

Cualquiera de sus formas puede ser llamada, con propiedad, “amor”: el vínculo sexual, el Eros, el amor filial, el fraterno, la solidaridad social, la amistad, la caridad, el Ágape cristiano…El rasgo común es que el amor tiende a la unión de las personas y produce vínculos positivos y la identificación con el otro. En la antigüedad, vis unitiva (fuerza que une) lo denominó Dionisio Areopagita.

Los pensadores que han profundizado el tema dicen que, en esencia, el amor consiste en una actitud de aceptación de la existencia del otro. Amar equivale a trasmitir al otro el mensaje: “Es bueno que existas”, que implica: tratar al otro como persona, ser capaz de ponerme en su lugar, “tomarlo en serio”, percibir y responder a sus necesidades. Al suponer una disponibilidad de mi parte, el amor es imposible si estoy absorto y cerrado en mí mismo.

El amor no puede ser puramente intelectual, guiado sólo “por principios”, como lo pretendería algún filántropo racionalista, o puramente espiritual, como lo querría una perspectiva “mística”: está ligado necesariamente a cierto afecto. Porque “desear el bien al otro” o “alegrarse de la felicidad del otro”, como también se lo ha definido, significa aprobar su libertad, apoyarla y compartirla, hacer posible que alcance su autorrealización.

Y esto supone una actitud que lleva a la acción: estar a disposición del otro. Por eso, la prueba del amor son las obras. En palabras de Kant: “Amor al prójimo quiere decir cumplir gustosamente las obligaciones que se tienen para con él”. Al mismo tiempo, el sentirme amado por otro fortalece mi Yo y hace que experimente este mundo como digno de confianza.

Todo esto significa también que cabe asignarle al amor la jerarquía de una categoría con entidad y legitimidad en el ámbito político. El amor tiene derecho a ser reconocido en esa esfera y a ser nombrado allí como tal, de manera que se lo rescate de su reclusión en la vida privada en la que había sido relegado hasta el presente. Según E. Fromm: “¿Por qué aquellos valores reconocidos como ‘humanos’ y calificados en la vida privada, no han de ser legitimados en la vida pública?”.

Fenomenología de la indiferencia
En búsqueda de una sociedad mejor, hoy se promueve una “cultura del encuentro”. Encuentro es la relación en la que dos seres humanos se reconocen como “personas”. En ella, hay una mutua “disposición hacia el otro”. Cuando ésta falta, se trata de la ausencia de algo que debiera estar presente. He ahí la indiferencia.

Lo que acaso a muchos sorprenderá es descubrir que lo contrario del amor no es el odio sino la indiferencia. Porque en el odio podemos encontrar rencor por el abandono sufrido, amor traicionado, dolor por la falta de correspondencia… pero el otro como destino y objeto de mi odio está presente; en la indiferencia, en cambio, no hay “otro”, está ausente, lo he borrado de mi mundo.

Cuando soy indiferente a un ser humano, pongo al otro “lejos de mí”, pero, como consecuencia, me quedo solo, encerrado en mi individualismo. En tal sentido, la indiferencia es empobrecedora, agosta la vida y, en tanto ausencia de amor, provoca un vacío existencial en el que la padece. Implica insensibilidad hacia los demás y anestesia de los sentimientos: con ella, me abstengo de “compromisos” hacia los otros, me “despreocupo” de sus necesidades y eludo “hacerme cargo” de mis justas obligaciones hacia ellos.

Podemos decir que la indiferencia es el cáncer de las naciones porque es el sutil adormecedor de la energía de la vida y con ella no hay ideales ni esperanzas ni proyectos sino una “pasiva e indolente contemplación de la realidad”. Es por eso que a los mayores males que enfrenta hoy la humanidad –el hambre, las guerras, el narcotráfico y el deterioro ambiental– la opinión pública les resta importancia, “mira para otro lado”, piensa que “no se puede hacer nada” y no se toman decisiones eficaces acordes. Además, hay graves injusticias en el mundo, pero muchas de las acciones injustas de los unos se hacen posibles por la indiferencia y corresponsabilidad de los otros. Las dictaduras y el narcotráfico no necesitan de personas que las apoyen para imponerse en el mundo: les basta con la indiferencia.

Por otro lado, ella parece impregnar muchos órdenes de la existencia. En el orden educativo, es el escollo más temido por los educadores: la “inapetencia intelectual” de los educandos, que aducen que el aprendizaje es “aburrido” y que quieren “aprender jugando” y sin el menor esfuerzo.
Para los políticos no hay peor cosa que encontrarse con individuos que son habitantes pero no propiamente ciudadanos, espectadores pero no jugadores, que a ellos “la política no les interesa” y se abstienen de toda participación pero luego se quejan de los gobiernos.

En el mundo del trabajo, la “motivación del personal” y el “compromiso con la tarea” ha sido siempre un tema que ha desvelado a los expertos en Recursos Humanos.

En el terreno espiritual, los líderes se asombran ante el espectáculo de multitudes que a lo sumo poseen un vago sentido de lo religioso y “viven como si Dios no existiera”. En ese terreno, desde antiguo los autores han hablado del peligro de la “tibieza espiritual” y han advertido sobre la “acedia” y “el hastío de la vida”.

Y en el campo terapéutico, donde la depresión constituye el trastorno más generalizado de nuestro tiempo, aparece caracterizada por la “indiferencia afectiva”: opacidad de la resonancia emocional, desgano, desinterés.

La indiferencia implica la negación de la solidaridad y supone cierta obstinación en el rechazo de la realidad, que daña la condición de quien la ejerce (rebaja su nivel de humanidad) y también la de aquéllos que reciben sus consecuencias, porque la calidad de la urdimbre fraterna de la comunidad queda dañada. En síntesis: la indiferencia es el pecado capital.
La “naturalización” con que el espíritu burgués sigue impregnando nuestra cultura ha hecho que creamos inevitable la hegemonía del individualismo, el egoísmo y el desinterés por el otro, y nos hace ciegos a la percepción de otros valores. Así, se desacredita toda concepción humanista de la vida social, considerándola fruto de un “idealismo romántico” falto de realismo práctico. Pero ese humanismo ha sido el espíritu que alentó las vidas magnánimas de Gandhi y de Mandela.


Como ejemplo antagónico de la indiferencia, la tradición de nuestra cultura nos trasmite la imagen del Samaritano (Luc. 10, 21-35), el que “no pasó de largo” ni “hizo que no veía” sino que registró la necesidad y obró eficazmente a favor del prójimo, sin ley de justicia que lo obligara, sino por imperativo ético personal.


Cortesía: Criterio Digital.

LITERATURA


El legado de Umberto Eco

Saber que Umberto Eco (1932-2016) falleció recientemente en Milán hizo que padeciera una especie de “efecto Proust”, esto es, una irrefrenable búsqueda del tiempo perdido, aunque haya sido más bien tiempo ganado. La memoria huyó 50 años atrás, cuando la influencia de su obra comenzaba a llegar a nuestras costas. Eran los primeros años ‘60. Recordamos al menos tres de sus libros traducidos que cayeron como piedra en el estanque, expandiendo ondas (esta metáfora es muy usual en italiano). Se trata de Obra Abierta. Forma e indeterminación en el arte contemporáneo (1962/1965) –el primer año es el de su publicación en italiano; el segundo, en castellano); Diario mínimo (1963/1965); y Apocalípticos e integrados ante la cultura de masas (1962/1965). Ninguna de las tres son unitarias sino recopilaciones de artículos y ensayos. No obstante, fueron muy apreciadas y crearon un ámbito de seguidores.

Eco era filósofo (1954, Universidad de Turín) con una tesis de título “El problema estético en Santo Tomás de Aquino”. Este trabajo fue mejor conocido años más tarde de su publicación (1956). Pero a partir de ese inicio, ya promisorio, su obra se expandió en un amplio abanico de intereses, materias, temas y disciplinas realmente excepcional. La suma que nos ha legado –el “nos” comprende a italianos, europeos y otras culturas, como la nuestra, que han recibido su producción proficuamente– es vastísima, sin exagerar. Y el placer que provoca, al menos en algunos de sus seguidores, ha sido siempre feliz. El regreso a los originales mencionados justifica esta alegría. Lástima que ocurriera con motivo de su partida.

umberto_ecoSin pretender abarcar toda la amplitud y riqueza del legado, veamos algunos de sus pináculos. En la ensayística y en los tratados están algunas de sus mayores contribuciones a la lingüística y la semiótica, y por supuesto, también a la filosofía. Como introducción a la semiótica, está La estructura ausente (1968/1972), un tratado imprescindible para los estudiosos pero de no fácil lectura para neófitos o adeptos, aunque siempre disfrutable. Es esa una característica que sucede a menudo en la lectura de Eco: uno puede disfrutarla, aun no alcanzando la comprensión plena de lo que lee. Una real paradoja. El Tratado de semiótica general (1976/1985) es todavía más complejo, pero no menos disfrutable. Semiótica y filosofía del lenguaje (1984/1990) sigue en la línea del goce razonador, aunque incompleta comprensión, y Los límites de la interpretación, una obra renovadora, audaz, sumamente gozable (con menor incomprensión incluida). Le forme del contenuto (1971) –ensayos y artículos especializados en colecciones–, Sugli specchi (1985) y Dalla periferia dell´Impero (1977) pueden considerarse la obra filosófico-científica central del pensador italiano. Hay varios títulos más, por cierto, como Lector in fabula (1979/1981). Merece destacarse, más cercano en el tiempo, Kant y el ornitorrinco, que se adentra en mayor profundidad en las dificultades de la semiótica. Aun no siendo un libro fácil, insistimos, es de grácil y gozable lectura.

Pero Umberto Eco no saltó a la gran fama –verdaderamente vasta y universal– por todas estas encomiables obras, dignas de un pensador de primer orden, sino por otras de diferente categoría: la novelística. Claro que un tipo de novela especial, no fácil de encuadrar. El nombre de la rosa (1980/1981) lo llevó al estrellato del best seller como ninguna otra de sus obras. Hasta fue llevada al cine en razonable aunque imperfecta versión. Por harto conocida, no es el caso hacer aquí una recensión de ella, salvo recordar que fue un felicísimo logro, plenamente disfrutable, sin ambages. Es recomendable para aquellos que, por su juventud, aún no la leyeron. Y tiene un bonus: la “conexión argentina”, la referencia a Borges, que no es ni lateral ni irrelevante. La siguiente novela, El péndulo de Foucault (1988/1989), arrastrada por la gran fama de la anterior, fue también un best seller. Existe, para ambas, sendos Diccionarios (de otros autores), que explican las palabras, nombres, personajes, lugares, doctrinas, sectas, mitos, libros, que aparecen en las novelas. Para más, también se publicaron libros con variados ensayos de otros autores dedicados a ellas. Un verdadero archipiélago literario.

Varias otras novelas escribió Eco –La isla del día anterior (1994/1994), Baudolino (2000/2000), La misteriosa llama de la reina Loana (2004/2004) y El cementerio de Praga (2010/2010), con diversa suerte y calidad literaria, algunas como divertimento, otras como provocación, pero en todos los casos no alcanzó el alto nivel de las dos primeras, aunque con permanente éxito comercial. No obstante cierta crítica al respecto, cada una tiene valores propios harto rescatables. Históricamente, sobran los dedos de una mano para contar los escritores que mantuvieron en toda su obra la perfección alcanzada por Eco.

Su producción filosófica, intelectual, literaria, ensayística, profesoral y demás no se agota con estos asuntos, temas y títulos. Es mayor aún, inabarcable en el escaso espacio de este obituario. Pero no dejaría pasar la mención de otros trabajos muy felices del pensador piamontés (provenir de esa región italiana no es un dato menor). Para sus discípulos y para todo estudiante de materias humanísticas, dedicó una obrita ejemplar: Come si fa una tesi di laurea, o Cómo se hace una tesis (1977/1980). Cualquier maestrando o doctorando debiera repasarla. Es casi perfecta. Luego tenemos sus trabajos sobre lingüística y traducción. Dire quasi la stessa cosa – Esperienze di traduzione (2003/2004) es uno de sus libros más graciosos porque su alto nivel cualitativo no sólo no desdeña, sino que incorpora una alta cuota de humor. Quienes lo lean sonreirán a menudo por las ocurrencias y contrastes revelados. En Interpretazione e sovrainterpretazione (1993/1995), que es un debate con Richard Rorty, Jonathan Culler y Christine Brooke-Rose, original en inglés, se alcanza un altura filosófica poco común y por fin, en La ricerca della lingua perfetta (1993/1993), Eco nos lleva a honduras de estudios lingüísticos de gran fineza y calidad. Un verdadero disfrute.

Desde el inicio del presente siglo Umberto Eco publicó libros en colaboración con otros escritores. Son ediciones de gran belleza visual por sus imágenes elegidas, además del valor de su texto. Creo que deben figurar en esta limitada reseña: Historia de la Belleza (2002/2004), Historia de la Fealdad (brutezza) (2007/2009), El vértigo de la lista (2009/2011) e Historia de tierras y lugares legendarios (2013/2014). Tampoco podría prescindir de las siguientes menciones: La memoria vegetal y otros escritos de bibliofilia (2006/2008) y Nadie acabará con los libros (2009/2010), cuyo título en italiano es mejor: Non sperate di liberarvi dei libri. Eco, según se sabe, fue un gran bibliófilo. Su biblioteca personal contaba con más de 50 mil ejemplares, muchos de inestimable valor. Entre los libros de ideas y luchas ideológico-políticas, que son varios, se destacan A passo di gambero- Guerre calde e populismo mediatico (2006) y uno de los últimos, Número Cero (2015/2015).

Muchas cosas se han dicho y escrito por su muerte, recordando no sólo su sabiduría (palabra bien aplicada para él) sino también su riquísima personalidad, capaz de ser académica, literaria, crítica, política, ideológica, filosófica y varias cualidades más, con una inusual cuota de ironía y humor. Un hombre del renacimiento, se dijo. También un provocador, uno que no eludía la confrontación, si era necesaria. Muchas veces personalidades destacadas y queridas de la vida italiana son despedidas en sus funerales con un encendido, prolongado, sublime aplauso. El gran Umberto Eco por cierto lo merece.



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