viernes, 22 de abril de 2016



Día de la Tierra 2016: La polución mata cada año a siete millones de personas.

Nuestra civilización infringe sistemáticamente un derecho de los seres humanos, la calidad del aire que respiramos.

El Día de la Tierra de celebra cada 22 de abril en todos los países y rincones del planeta desde el año 1970. Su gran impulsor fue el senador demócrata estadounidense Gaylord Nelson, un adelantado a su tiempo. Uno de los primeros con traje y corbata que trabajó para concienciar a la población de la importancia de respetar el medio ambiente e informar sobre los problemas de sostenibilidad a los que se enfrentaba el ser humano, entre los que destacaba la superpoblación o la contaminación, un ser humano responsable directo de los grandes males a los que se enfrenta el planeta azul.

Nelson, en plena resaca del movimiento hippie, promovió en 1970 una manifestación en la que se demandó la creación de una agencia medioambiental que velara por la conservación del planeta. Participaron estudiantes procedentes de más de dos mil universidades y de diez mil institutos de todo Estados Unidos a los que se sumaron multitud de comunidades defensoras de la naturaleza. Ahí está la semilla de El Día de la Tierra. Las protestas lograron su objetivo y el gobierno estadounidense del republicano Richard Nixon aprobó la creación de la Environmental Protection Agency (La Agencia de Protección Ambiental), una institución que todavía permanece en activo tras casi medio siglo de vida.

¿Por qué el 22 de abril?
Gaylord Nelson era consciente de que el éxito de su convocatoria para El Día de la Tierra dependía directamente del calendario de estudios estadounidense. Apostó por esa época del año porque no coincidía ni con exámenes ni con un período vacacional, cuando todos los alumnos marchaban escopetados a sus casas.

Disfrutar de un aire limpio y respirable, un derecho elemental
Desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos en 1948, cada vez que se viola alguno de estos códigos de convivencia entre naciones, hay vencedores y vencidos. Sin embargo, hoy nuestra civilización infringe sistemáticamente un derecho que, aunque no aparece como tal en el texto, sí lo es para los seres humanos, la calidad del aire que respiramos. Un atentando a los ciudadanos que no responde a riqueza, raza o religión. China, una de las mayores potencias del mundo, afronta un reto mayor que avanzar en las desigualdades sociales o la falta de libertades, combatir la nube atmosférica que cubre el país, que deja cada año cerca de un millón de muertes.

Sin soluciones fáciles:
Una situación que se repite en todas las grandes urbes del planeta y que no tiene una solución sencilla ya que las medidas ponen en jaque nuestro actual modo de vivir. Recientemente los gobiernos de varias ciudades como París, Madrid o Barcelona han creado una iniciativa en change.org contra la industria del automóvil, principal causante de este problema. Los líderes locales critican además que la Unión Europea sancione a los ayuntamientos la mala gestión del aire al mismo tiempo que permite que los fabricantes de coches puedan infringir los límites de emisiones.

La atmósfera está compuesta por una serie de gases cuyas proporciones son constantes, como el nitrógeno o el oxígeno. Pero existen otros que puede variar su concentración.

Dióxido de carbono:
Un caso es el dióxido de carbono, cuyo aumento está generando el Cambio Climático. Otros son el dióxido de azufre, el óxido de nitrógeno, el dióxido de nitrógeno o el monóxido de carbono. Estos últimos producen los fenómenos de contaminación. Los gases contaminantes pueden tener un origen natural o antropogénico. Por ejemplo, el dióxido de azufre procede de erupciones volcánicas o de determinadas industrias. Pero el único responsable de la contaminación del aire es la actividad humana, concretamente el tráfico rodado en las ciudades.

Las consecuencias para la salud son muchas y diversas. La contaminación causa enfermedades relacionadas con el aparato respiratorio como neumonía o bronquitis. También provoca tos, cansancio, falta de aliento, irritación en la nariz, los ojos y la garganta.

Cifras preocupantes:
Algunos como el monóxido de carbono, después de inhalarlo se combina con la hemoglobina de la sangre e impide que el oxígeno entre en el organismo. En Europa ya estamos cerca del medio millón de muertos cada año. Esa cifra se eleva hasta los siete millones en todo el planeta.

Un futuro más cálido, húmedo y seco:
La conferencia sobre Cambio Climático de París ha servido, sobre todo, para desterrar  efinitivamente el escepticismo. Ya nadie duda de que el Calentamiento Global es un hecho. Los efectos son demasiado visibles y los datos contundentes. El pasado febrero ha marcado un nuevo registro histórico, con un aumento de 1,35 grados respecto a la media normal del mes. Un anticipo del que seguramente acabará siendo el año más cálido desde que se toman registros.

Ser consciente de un problema siempre es el primer paso para superarlo. Pero en la cuestión del clima quizás sea demasiado tarde y ahora debamos pensar en cómo adaptarnos. Cada 23 de marzo se celebra el día mundial de la meteorología para sensibilizar a la población mundial sobre determinados objetivos medioambientales. Pero, este año la OMM nos ofrece un baño de realidad, recuerda que el futuro será inevitablemente más cálido, seco y húmedo. En muchos casos los seres humanos tendrán que huir, como ya lo hicieron en el pasado.

Galicia, un soplo de aire fresco:
Galicia es una ventana al Atlántico. Una situación que aleja el fantasma de la sequía. Ahora nuestra localización también es afortunada para combatir la contaminación. Las lluvias abundantes y al aire húmedo procedente del océano permiten dispersar los contaminantes que generan ciudades como Vigo o A Coruña. Pero, puede que en el futuro la meteorología no sea tan aliada. La comunidad científica predice que la calidad del aire empeorará todavía más por el calentamiento global, generado más episodios de aire estancado. Además, un aumento de las temperaturas puede prolongar e intensificar los perÍodos de ozono alto. Una mala noticia para el sur de Europa, que ya sufre excesos de ozono.

El Día de la Tierra en Google:
Google dedica el doodle de este viernes al Día de la Tierra. Lo hace a través de cinco ilustraciones de Sophie Diao, que justifica sus creaciones del siguiente modo:

«La inmensidad de la diversidad de la Tierra hace que sea un tema que intimida, pero al final me he decidido por escoger los cinco biomas (paisajes bioclimáticos): las tundras, los bosques, las praderas, los desiertos y los arrecifes. En cada una de las ilustraciones aparece destacado un animal. Cada vez que visite Google.com, aparecerá uno de los cinco doodles al azar. Refresque la web para admirar una cara distinta de la inmensa belleza que hay en la naturaleza. 

Los científicos calculan que la edad de la Tierra es superiro a los 4,5 millones de años, pero el Día de la Tierra solo se celbra desde hace 46. El Día de la Tierra nos inspira a todos a apreciar nuestra gran orbe azul y verde con pequeños y grandes gestos que van desde las excursiones de senderismo en familia a iniciativas de reciclaje a lo largo de toda la ciudad.

Originalmente ideado por el activista por la paz John McConnell en 1969, el Día de la Tierra fue establecido al año siguiente por el senador estadounidense Gaylord Nelson. Preocupado por el impacto de la humanidad sobre la naturaleza, Nelson intentaba concienciar a la gente sobre las cuestiones medioambientales. Desde su creación, el Día de la Tierra se ha extendido a casi 200 países, con millones de personas que lo celebran en todo el mundo.

El Día de la Tierra es una jornada para reflexionar. Admiro personalmente la persistencia y la creatividad de la naturaleza. Nuestro planeta -con su alternancia entre el abrasador calor y el glacial frío, sus picos serrados y sus profundas zanjas- puede no ser siempre amable con sus habitantes. sin embargo, de alguna forma la fauna y la flora logran prosperar. En un día como hoy, recordamos y celebramos nuestra casa dentro de este gran e impresionante ecosistema.

Vivimos en un hermoso planeta, y es el único que tenemos. ¡Feliz Día de la Tierra!».


Cortesía: La Voz de Galicia.

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