domingo, 23 de abril de 2017





El origen del sello postal

A principios del mes de mayo de 1840 se emitió el primer sello postal de la historia, por lo que se entraba en una nueva era dentro del sistema de correos, pues a partir de ahora los envíos se cobrarían al remitente y no al destinatario como venía siendo norma (en función de los kilómetros recorridos por el sobre).

La idea la tuvo Rowland Hill, quien al parece estaba descansando en una posada cuando llegó un cartero con un sobre para la dueña del local, quien tras examinar atentamente el sobre dijo que no tenía suficiente dinero como para hacer frente al pago de la carta.

Hill, como buen caballero británico no dudó un segundo en hacerse cargo del coste del sobre y se lo entregó a la muchacha, algo que agradeció amablemente la destinataria, pero sin prestar mayor atención al mismo, algo que intrigó a nuestro protagonista hasta que la chica se le acercó y le dijo que no debía haber hecho tal acción, pues en el interior del sobre no había nada escrito.

Esto se debía a que por lo visto había llegado a un acuerdo con su familia (que vivía lejos), por el que cada miembro de la misma escribiría una línea de la dirección, así simplemente leyendo el sobre y comprobando que estaban todas los estilos de escritura sabía que estaban bien y no tenían que pagar ni un céntimo.

A raíz de este hecho, Hill inventó el sistema de sellos, de manera que no sólo los menos pudientes pudieran recibir cartas sin tener que pagarlas ellos mismos, sino que el servicio postal cobraría y obtendría beneficios por todas y cada una de las cartas enviadas.

De este modo se crearon 2 tipos de sellos, uno de color negro (llamado penique negro) y por valor de un penique y otro de color azul de 2 peniques, ambos con el perfil de la Reina Victoria.

Tuvo tal éxito su idea que en el primer año se vendieron 68 millones de unidades, siendo Rowland nombrado al poco tiempo Director de Correos y posteriormente "Sir" del Imperio Británico.


sábado, 22 de abril de 2017


















Guerra de Abril de 1965

La Guerra Civil estalló el 25 de abril de 1965. El líder militar constitucionalista fue el coronel Francisco Alberto Caamaño. De inmediato, jóvenes pertenecientes a grupos de izquierda y seguidores del líder del PRD, se unieron al movimiento, organizando en la capital guerrillas urbanas. Uno de sus objetivos era, además del regreso de Bosch, la destrucción del aparato militar trujillista, intacto después de la muerte del dictador y protegido durante el Consejo de Estado y el Triunvirato.

Los tres primeros días fueron de intenso combate. Las fuerzas constitucionalistas preparaban el ataque a San Isidro, bastión del otro grupo militar. Todo quedó en preparativos, a pesar de que se libraron intensas batallas frente al Puente Duarte, único punto por el cual la ciudad podía ser atacada por el grupo de san Isidro. El presidente de los Estados Unidos, Lyndon B. Johnson, envió el 28 de abril de 1965 a más de 40,000 marines norteamericanos a tierras dominicanas con el pretexto de proteger vidas y bienes de los ciudadanos de los Estados Unidos.

El movimiento en contra del Triunvirato y la política de Donald Reid Cabral, que buscaba perpetrar un golpe de Estado, desembocó en una Guerra Civil de graves consecuencias. La Intervención Norteamericana de 1965 tiene también explicaciones de orden geopolítico. La Revolución Cubana se había fortalecido. Existía el peligro de la internacionalización de los focos guerrilleros para expandir la revolución socialista. Recordemos que para esa época, estaba también la escalada bélica en Vietnam.

Parecía que la misión de los Estados Unidos era la de convertirse en el principal luchador contra las fuerzas comunistas del mundo.

La presencia de los marines norteamericanos fortaleció al grupo militar que enfrentaba a los constitucionalistas. La ciudad de Santo Domingo quedó virtualmente dividida en dos mitades. De mayo a septiembre de 1965 el país contó con dos gobiernos militares: el Gobierno Constitucionalista, cuyo presidente era el coronel Francisco Alberto Caamaño, y el Gobierno de Reconstrucción Nacional, a cuya cabeza estaba el general Antonio Imbert Barreras, uno de los organizadores del complot que perpetró la muerte de Trujillo y declarado anticomunista. Los enfrentamientos prosiguieron a lo largo de esos meses.

La Guerra de Abril no terminó por la acción militar, sino gracias a la diplomacia internacional. La Organización de Estados Americanos (OEA) jugó un papel estelar. En agosto de 1965 se iniciaron formalmente las negociaciones. El 3 de septiembre de ese año se firmó el Acta de Reconciliación Nacional. Ambos Gobiernos acordaron renunciar y elegir un Gobierno Civil provisional que estaba presidido por Héctor García Godoy. Otros acuerdos fueron: la celebración de las elecciones en 1966, la declaración de una amnistía general, el desarme de los civiles y el retiro de los militares norteamericanos.

Además del Acta de Reconciliación, se firmó el Acto Institucional, especie de constitución para elegir el lapso entre el cese de las hostilidades y la toma de posesión del nuevo Gobierno Constitucional.

La tarea de organización de las elecciones fue cumplida por el presidente García Godoy. Se abogaba por la instauración de un gobierno democrático, pero existía entre los sectores de poder de que Bosch pudiese retornar, al resultar ganador de la contienda electoral. Se asomaba de nuevo el fantasma del comunismo y el peligro de una nueva Cuba en el Caribe, esta vez instalada por vía democrática. Había que hacer algo. Los sectores de poder apostaron al Partido Reformista, que lideraba Joaquín Balaguer. El Partido Revolucionario Dominicano. Organización política fundada por Bosch, su candidato presidencial para esas elecciones, debió sufrir las consecuencias de no haber sido elegido como favorito de los sectores que parecían decidir los destinos del país.

Durante los meses que duró el proceso, el flujo de masas, la algarabía popular por participar en la contienda electoral, se vio afectada por la represión. Se afirma que durante el proceso más de 300 dirigentes del PRD fueron asesinados, como una forma de advertencia. La vida del líder de ese partido peligraba, teniendo que hacer campaña política desde su casa y haciendo uso de la radio.

Joaquín Balaguer ganó los comicios, iniciando el periodo conocido como Los Doce Años de Balaguer. Una vez más Bosch Partió al exilio.


Sang Ben, Mu-Kien Adriana. Historia Dominicana: ayer y hoy.-- Santo Domingo: Susaeta, 1999, P.165-167.

viernes, 7 de abril de 2017

7 DE ABRIL 2017: DÍA MUNDIAL DE LA SALUD.



Hoy se celebra el Día Mundial de la Salud 2017.

Este año la campaña se centra en la depresión, una enfermedad que afecta a 300 millones de personas en todo el mundo.

La Organización Mundial de la Salud conmemora cada año su nacimiento con la celebración del Día Mundial de la Salud. Este organismo de la Organización de las Naciones Unidas fue fundado el 7 de abril de 1948 con el objetivo claro de "construir un futuro mejor y más saludable para las personas de todo el mundo".

La OMS ya posee más de 7.000 trabajadores de 150 países distintos que se dedican cada día a prevenir enfermedades, tratar a los enfermos y educar en temas de salud. La Organización, debido a su gran aportación para el mundo entero, fue galardonada en 2009 con el Premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional.

Aunque la World Health Organization se fundó en 1948, no fue hasta dos años más tarde cuando se estableció el 7 de abril como el día para celebrar el Día Mundial de la Salud. El tema de este año es la depresión, una enfermedad que puede afectar a cualquier persona, independientemente de su género, edad, religión, país o condición.

Por eso, los trastornos depresivos son la prioridad de esta campaña, que durante todo un año pretenderá concienciar a la población y dar visibilidad a esta enfermedad, mientras mejora la vida de los enfermos y sus familiares. El lema escogido por la Organización Mundial de la Salud es "Hablemos de depresión".

La OMS también pretende que más enfermos puedan acceder a tratamientos especializados, ya que se cree que el 90% de estas personas no son diagnosticadas y tratadas como es debido.

La OMS también pretende que más enfermos puedan acceder a tratamientos especializados, ya que se cree que el 90% de estas personas no son diagnosticadas y tratadas como es debido.



Fuente: Universia España.