La intensa batalla en que
acribillaron
a Los Palmeros
La
población esperaba en vilo el resultado de la desigual confrontación entre las
fuerzas militares y los cuatro insurgentes, acusados de protagonizar asaltos
para sustentar la lucha revolucionaria en los doce años de Balaguer.
TEXTO: Emilia Pereyra. FOTO:
Archivo General de la Nación
Este 12
de enero se conmemora el 47 aniversario del cruento enfrentamiento de las
fuerzas del orden público y de Los Palmeros, uno de los sucesos más
estremecedores de las disputas por el poder ocurridos en la República
Dominicana en los doce años de Joaquín Balaguer.
El
acontecimiento centró toda la atención mediática y pública de la época y
demostró la firme determinación del régimen reformista de eliminar los focos de
confrontación protagonizados por revolucionarios inspirados en la doctrina comunista,
muy en boga entonces.
Los servicios
de inteligencia habían localizado a Amaury Germán Aristy, líder de Los
Palmeros, a Virgilio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco y Bienvenido Leal
Prandy (La Chuta), quienes se habían ocultado en una casa ubicada en el
kilómetro 14 y medio de la autopista Las Américas, huyendo de una persistente
persecución, tras la ocurrencia de unos asaltos.
La
vivienda fue sitiada el martes 11 de enero de 1972, a las 10:00 de la noche,
aproximadamente. En la madrugada las autoridades aumentaron el cerco y llegaron
a apostar a 2, 500 hombres, para combatir a los cuatro jóvenes, en lo que se ha
considerado como uno de los combates más desiguales del pasado siglo XX.
Al
empezar el 12 de enero se inició una encarnizada refriega entre los
revolucionarios y tropas policiales, de la aviación, la marina y ejército. Las
fuerzas oficiales eran dirigidas por los generales Neit Nivar Seijas y Ramón
Emilio Jiménez hijo, jefes de la Policía y del Ejército Nacional, en ese
período. Los insurrectos fueron repelidos con fusiles, cañones de 105 mm,
bazucas, morteros, helicópteros y un avión de bandera estadounidense.
Primero
cayeron Leal Prandy y Cerón Polanco, el capitán Virgilio Féliz Almánzar y otros
dos rasos. Mientras, se mantenían con vida German Aristy y Perdomo Pérez,
quienes se refugiaron en una cueva, desde donde resistieron por más de diez
horas.
Perdomo
Pérez fue ultimado en las primeras horas de la tarde y posteriormente falleció
Germán Aristy. Entonces se dijo que Los Palmeros les ocasionaron ocho bajas a
las fuerzas represivas, dato que nunca fue confirmado.
La
revista ¡Ahora!, No. 428, del 24 de enero de 1972, narró que los hombres
resistieron “hasta horas de la tarde a todo un ejército que se fue haciendo
cada vez más grande con refuerzos de la Policía, la Fuerza Aérea Dominicana, el
Ejército Nacional y la Marina de Guerra”.
“Aviones,
tanques, carros de asalto, helicópteros, cañones, morteros y otras armas
pesadas fueron desplazados para enfrentar a las dos jóvenes que finalmente
cayeron como cayeron, además del capitán Almánzar Fernández, el teniente José
Brito Rodríguez y los rasos Benis Perdomo Ferreras, Héctor Inés Alcalá, José
Rodríguez Liriano, Daniel Pérez Corporán, Martín de Jesús Ortiz y Cristo del
Rosario Pérez Cuesta”, relató la publicación.
Los
medios, especialmente Radio Mil, Radio Comercial y otras emisoras que hacían
transmisiones, daban cuenta de los sucesos y de las armas pesadas que se
encontraban en el lugar, mientras la población se mantenía en vilo esperando el
desenlace.
Paralelamente
se producían manifestaciones estudiantiles en repudio al operativo oficial y en
apoyo a Los Palmeros, en Ciudad Nueva, San Lázaro, San Miguel, San Carlos,
Villa Francisca y en Villa Consuelo. La Universidad Autónoma de Santo Domingo
también fue escenario de revueltas, por lo cual la policía rodeó el campus.
Pese a
que el gobierno de Balaguer se negaba a entregar los cadáveres, finalmente
fueron sepultados por los familiares de los caídos, luego de que finalizaran
las marchas fúnebres en medio de tensiones, lloros, lanzamientos de bombas
lacrimógenas y disparos.
Posteriormente,
la policía publicó documentos que habría incautado en el escondite del grupo
que demostrarían que el asalto a The Royal Bank of Canada fue cometido porque
el patrocinador extranjero le había sido abandonado.
Origen de los
combatientes
Los
comandos de la resistencia dominicana, mejor conocido como Los Palmeros, fueron
formados en diciembre de 1967 en Cuba, en una reunión encabezada por el coronel
Francisco Alberto Caamaño, héroe de la revolución de abril y líder del
desembarco guerrillero por playa Caracoles del 1973.
La misión
del grupo era fungir de avanzada del proyecto insurreccional de Caamaño. Tuvo
el apoyo del gobierno cubano y de revolucionarios dominicanos vinculados al
movimiento 14 de junio, cuyo objetivo era combatir al régimen balaguerista,
para instaurar en el país un gobierno socialista.
Los
Palmeros procedían de las filas estudiantiles y habían participado en la
disputa contra los remanentes del trujillismo, en las movilizaciones contra el
Triunvirato, en la guerra del 1965 y en otros episodios de la postguerra.
Germán
Aristy, líder
El grupo
era liderado por Amaury Germán Aristy, nacido el 13 de abril de 1947, en Padre
Las Casas, Azua. Tras mudarse a Santo Domingo con 14 años, el sureño se
involucró en las actividades políticas de la Unión de Estudiantes
Revolucionarios. Posteriormente, en la guerra de abril de 1965 fue jefe del
comando de la calle José Gabriel García esquina Espaillat, en Ciudad Nueva.
Encabezó la delegación dominicana a la Conferencia Latinoamericana de Solidaridad,
efectuada en La Habana en el 1967.
En la
noche del 15 de julio de 1970, mientras se encontraba en la clandestinidad,
Germán Aristy escapó de la vivienda en que se encontraba, bajo fuego de
metralla, y disparando en defensa propia. En su huida quebró el cerco e hirió
al sargento apodado Chichí Bolón, que luego se haría famoso por sus desmanes.
Asalto al Royal Bank
El 8 de
noviembre de 1970 se produjo el asalto al The Royal Bank of Canada y la Policía
acusó del hecho a Germán Aristy, Plinio Matos Moquete, Harry Jiménez, Virgilio
Eugenio Perdomo Pérez, Ulises Cerón Polanco, Bienvenido Leal Prandy (La Chuta)
y otras personas.
En
noviembre del 1971, la uniformada ofreció 5,000 pesos de recompensa para quien
ofreciera informaciones que permitieran capturar al grupo e hizo innumerables
allanamientos y operativos en Santo Domingo y otras localidades.
También
se le acusaba del asalto a un camión que transportaba valores de la Lotería
Nacional.
“... en
el peor de los casos demostraremos que no es lo mismo asesinar a
revolucionarios desarmados que se entregan, que enfrentarse a combatientes
revolucionarios armados. No es lo mismo”.
Amaury Germán Aristy
Mientras
eran perseguidos, German Aristy le dirigió una carta al periodista Ercilio
Veloz Burgos, quien había sugerido a los jóvenes que se entregaran para
salvarles la vida.
En cuanto
a la recompensa ofrecida por la Policía, dijo que esta pretendía comerciar con
la sangre de sus hijos y enfatizó su determinación de combatir hasta el final.
En la misiva también le expresó que no creía en las garantías que les ofrecía
el gobierno balaguerista y ni en que les fueran a hacer un juicio imparcial.
Posición de Nivar
Seijas
El
general Neit Nivar Seijas negó que en el operativo efectuado contra Los
Palmeros hubiesen intervenido fuerzas extranjeras. Al ser preguntado al
respecto por el periodista Orlando Martínez, jefe de redacción de la revista
¡Ahora! (No. 428) respondió: “No. Porque las Fuerzas Armadas Dominicanas se
bastan por sí mismas y sin necesidad de ayuda exterior alguna, para imponer el
orden y para garantizar el mantenimiento del sistema constitucional
dominicano”.
Además,
agregó: “Quiero que se sepa que nunca, para resolver un problema doméstico
solicitaré la intervención de ninguna ayuda extranjera; y que solamente
admitiremos ayuda de materiales y en el sentido de la tecnificación al personal
nativo”.
Fuente: DiarioLibre
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