El tabaco mata hasta la mitad de los fumadores. Sin embargo, se consume habitualmente en todo el mundo debido a que se vende a bajo precio, se comercializa de forma agresiva, no se toma conciencia sobre los peligros que entraña y las políticas públicas contra su consumo son incoherentes.
La mayoría de los peligros del tabaco no se evidencian en la salud del fumador hasta años o incluso décadas después de iniciarse el consumo. Es por ello que, mientras éste aumenta en todo el mundo, la epidemia de enfermedades y muertes conexas aún no ha alcanzado su punto álgido.
Los datos que se presentan a continuación muestran cómo progresa la epidemia devastadora del tabaquismo, describen la situación del control del tabaco a escala mundial, y explican la manera de frenar esta epidemia prevenible con un conjunto de seis políticas eficaces de control.
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