martes, 21 de junio de 2011








































Los auténticos vendedores de humo


Países, empresas y fondos privados compran y venden permisos para contaminar
La policía persigue una trama masiva de fraude fiscal en España
Europol: "El 90% del dinero ha tenido relación con actividades ilegales"

La Guardia Civil española ha desmantelado una red de evasión de impuestos en el intercambio de bonos de CO2, un mercado nuevo, creado en lo político para limitar el efecto invernadero, contestado en lo social por su indulgencia ante las grandes industrias y que en lo económico ha creado una nueva figura: los brokers de la contaminación, los agentes de la bolsa del CO2, los auténticos vendedores de humo.

Conversación ficticia entre dos países:

- Oye, que me están diciendo que nos vamos a cargar el planeta con tanta emisión de Co2.

- Y tanto. Pero vamos, ya quisiera yo poder emitir tanto como tú, que no tengo industria ni para eso.

- Ya… pero como sigas tú, no voy a poder seguir yo porque lo petamos. ¿Por qué no renuncias a contaminar?

- Sí, claro. Y entonces yo no puedo crecer como tú lo haces.

- Te doy dinero. Y ya tú lo usas para crecer de otra manera, o para lo que quieras ¿Cuánto dinero quieres por tu derecho a contaminar?

- Eh… déjame que lo piense.

- Conozco a unos tipos que se dedican a esto. Si crees que podemos llegar a un acuerdo, llámales. Son muy serios. Aquí tienes su tarjeta.

Negociar el derecho a contaminar. De eso va el intercambio de bonos de dióxido de carbono, una herramienta que se se han dado los países firmantes del Protocolo de Kyoto para controlar que lo del efecto invernadero no se les vaya de las manos. Un bono de carbono te permite emitir una tonelada de CO2. Si cada país tiene derecho a emitir (por poner un número) 10 bonos y hay uno que quiere emitir 13, le comprará 3 bonos a otro país, que se quedaría con 7.

Como define el propio Protocolo de Kyoto, el CO2 se convierte así en “un producto de consumo” que se compra y vende en el “mercado del carbono”, considerando la acción de contaminar como un bien mal canjeable con un precio de mercado. Los gobiernos adjudican esos bonos a las empresas de su país, en el caso español con supervisión de la Unión Europea, que pueden vender aquella parte de su cuota que sean capaces de no consumir. La falta de actividad en año de crisis ha hecho que las emisiones bajen, con lo que las empresas han tenido para comerciar más derechos de emisión de los esperados.

En Europa hay una decena de ‘bolsas de Co2′, donde las empresas acuden para intercambiarse bonos de forma rápida y segura. Financieros, bancos o inversionistas operan con los derechos de emisión de más de mil empresas españolas y unas doce mil en Europa. A rachas la tonelada de dióxido de carbono sale más cara, a rachas menos. En 2010 el precio se ha estabilizado sobre los 12 euros por el derecho a emitir cada tonelada de Co2, pero a mediados de 2008, las ‘acciones’ estaban a casi 27€, con un repunte que llamó la atención de la policía europea, que empezó a sospechar.


Valor de la tonelada de CO2 en la bolsa española SendeCo2 en 2008

Toda estructura de etéreos permisos millonarios es miel para los ingenieros de la especulación y el fraude fiscal. En solo 18 meses, la policía europea calcula que se han defraudado más de 5 mil millones de euros y afirma que en Francia, Holanda, Reino Unido y España “el 90% del dinero que ha circulado tiene relación con actividades ilegales“.

La Guardia Civil detuvo la semana pasada a nueve personas acusadas de trampear la compra-venta de bonos de emisión y evitar el pago del IVA por valor de 50 millones de euros. Es un “compleja trama empresarial”, dice la Guardia Civil. “Es una fraude sencillísimo”, dice en El País Kepa Solaun, director de la empresa intermediaria de bonos Factor CO2. El dibujo que hace la Europol no parece muy complicado: las empresas compran bonos en cualquier país comunitario, los revenden a una industria, les cobran el IVA pero cuando llega el momento de declararlo, la empresa cierra y toda la responsabilidad recae sobre un testaferro que desaparece.

Entre los detenidos en la Operación Blue Skye (Cielo azul, qué gancho), a los que hay que sumar dos imputados más, están “los dos mayores brokers españoles dedicados a la intermediación de este tipo de productos”, dice la Guardia Civil sin especificar más. Hay seis arrestados y un imputado en Madrid, uno en Barcelona y dos en Marbella.

Como reacción inmediata, los países más afectados, también España en octubre, han cambiado sus leyes para aumentar el control, con resultados inmediatos, según Europol. Ahora las investigaciones se centran en idenfiticar las estructuras criminales detrás de estros fraudes “antes de que se muevan de sector y se vayan hacia el gas o a la electricidad”.

Fuente: Periodismohumano

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