domingo, 31 de julio de 2011

Ciencias Biologicas

Enfermedades de los anfibios puede ser golpeado por hongos?

ScienceDaily (27 de julio de 2011) - En los últimos 30 años, alrededor de 200 especies de anfibios han desaparecido debido a la quitridiomicosis, una infección por hongos. La comunidad científica ha tratado de combatir a los patógenos, sin éxito. Ahora, un grupo internacional de investigadores ha analizado todas las técnicas con el fin de prevenir los efectos de esta enfermedad y extinciones locales. * Disminución de las poblaciones de anfibios


"Hay varias alternativas para la mitigación de la quitridiomicosis que son más eficaces que tratar de evitar que el patógeno de llegar o erradicación del medio ambiente", Jaime Bosch, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) de España y co-autor del nuevo estudio sobre el control de la infección que ha atacado a 200 especies de ranas, sapos y otros anfibios, dijo.

Después de revisar todas las acciones de mitigación actuales - o las que posiblemente se podría desarrollar en el futuro cercano - los investigadores han concluido que las nuevas estrategias basadas en el uso de diferentes métodos para controlar los niveles de infección ", podría ser suficiente para prevenir los brotes de la enfermedad y podría, por tanto, en gran medida prevenir las extinciones locales ", dice Bosch.

El estudio, que ha sido publicado en Frontiers in Zoology, demuestra cómo el hongo patógeno de anfibios (Batrachochytrium dendrobatidis) se ha dispersado por la acción humana. "Es un fenómeno que es prácticamente imparable en nuestro mundo globalizado", explica el biólogo.

El hongo ha sido implicado en la extinción de las poblaciones de anfibios y especies de todo el mundo durante muchos años. Sin embargo, hasta hace poco la única forma eficaz de hacer frente a esta enfermedad parecía ser la de evitar la dispersión y de establecer colonias en cautividad de especies en mayor riesgo de desaparecer de su hábitat natural.

Una batalla aún no se ganó en España

La investigación pone de relieve varios experimentos locales que están utilizando nuevas estrategias en un intento de mitigar la enfermedad. En el caso de España, el Parque Natural de Peñalara (Madrid) es de particular importancia, ya que fue el primer lugar en Europa, que sufrió un brote de quitridiomicosis, que llevó el sapo partero común (Alytes obstetricans) al borde de la extinción. En una de las pocas poblaciones que logró evitar la extinción, por ejemplo, números de renacuajo se redujo de 5.000 a 20 personas.

Uno de los estudios piloto, dirigido por Bosch, consiste en mantener los renacuajos infectados en cautiverio a temperaturas superiores a 21 º C, que es superior a la de su entorno normal. Los renacuajos se mantendrá en este estado hasta que sufren una metamorfosis, cuando son liberados, a pesar de que algunos de ellos todavía prueba positiva para la infección. Desde 2009, el número de anfibios supervivientes ha aumentado, gracias a una nueva terapia de calor con los baños de los antifúngicos itraconazol.

Sin embargo, la reinfección de los animales tratados "es posible con ambos tratamientos", explica el investigador, quien agregó que "todavía es demasiado pronto para recomendar su uso, debido al riesgo de Batrachochytrium dendrobatidis se vuelva resistente a itraconazol."

En 2008, el Gobierno de la Comunidad Autónoma de Madrid, el MNCN y el Durrell Wildlife Conservation Trust también establecer un programa de cría en cautividad con el fin de mantener algunas poblaciones en el caso de la extinción. El futuro de los jóvenes será tolerante (la reducción del impacto de la infección) o resistentes (capaces de luchar contra el patógeno), a pesar de los anfibios rescatadas, naturalmente, tienen genes que confieren tolerancia contra la enfermedad.

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Fuente: Science Daily

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