Los cultivos de frutas y verduras ecológicas no solo están indicados por razones de consciencia ecológica y cuidado ambiental. Los que prefieren las verduras ecológicas suelen hacerlo también por motivos de salud. A partir de diferentes estudios de laboratorio, en los últimos años se ha podido comprobar que las verduras ecológicas poseen un balance nutricional mucho más adecuado que las tradicionales.
Algunos de los elementos esenciales en la dieta del ser humano (minerales como el calcio, el hierro, el sodio y el magnesio) se presentan en porcentajes mucho más elevados en todas las verduras ecológicas. Para cubrir un amplio espectro de vitaminas y minerales es necesario rotar las variedades de verduras ecológicas que se consumen para asegurarse de un aprovisionamiento nutricional adecuado. El consumo de verduras ecológicas, por lo demás, está asociado a la prevención de enfermedades como el reuma, la artrosis y la artritis (debido al poderoso efecto alcalinizante que ejercen sobre la totalidad del organismo).
La mejor forma de aprovechar todas las cualidades de las verduras ecológicas es en estado crudo (si no queda otra opción podemos consumirlas cocidas). Al considerar la compra de verduras ecológicas es de gran importancia escoger aquellas que se produzcan localmente (dado que el transporte de la producción altera enormemente el balance de vitaminas y minerales de un alimento), de cultivos libres de fertilizantes químicos (son nocivos para la salud), en estado maduro, regadas con agua pura y de buena calidad y con semillas naturales.
Las personas que consumen verduras ecológicas de forma periódica aseguran que los ejemplares de cultivo ecológico tienen un sabor mucho más profundo y agradable que los que provienen de cultivos tradicionales. Al consumir verduras ecológicas, además, se evitan los riesgos comprobados que existen de contraer algunas enfermedades por los efectos nocivos de los agroquímicos sobre la salud humana.
Algunos de los elementos esenciales en la dieta del ser humano (minerales como el calcio, el hierro, el sodio y el magnesio) se presentan en porcentajes mucho más elevados en todas las verduras ecológicas. Para cubrir un amplio espectro de vitaminas y minerales es necesario rotar las variedades de verduras ecológicas que se consumen para asegurarse de un aprovisionamiento nutricional adecuado. El consumo de verduras ecológicas, por lo demás, está asociado a la prevención de enfermedades como el reuma, la artrosis y la artritis (debido al poderoso efecto alcalinizante que ejercen sobre la totalidad del organismo).
La mejor forma de aprovechar todas las cualidades de las verduras ecológicas es en estado crudo (si no queda otra opción podemos consumirlas cocidas). Al considerar la compra de verduras ecológicas es de gran importancia escoger aquellas que se produzcan localmente (dado que el transporte de la producción altera enormemente el balance de vitaminas y minerales de un alimento), de cultivos libres de fertilizantes químicos (son nocivos para la salud), en estado maduro, regadas con agua pura y de buena calidad y con semillas naturales.
Las personas que consumen verduras ecológicas de forma periódica aseguran que los ejemplares de cultivo ecológico tienen un sabor mucho más profundo y agradable que los que provienen de cultivos tradicionales. Al consumir verduras ecológicas, además, se evitan los riesgos comprobados que existen de contraer algunas enfermedades por los efectos nocivos de los agroquímicos sobre la salud humana.
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