.CASO: LA INMIGRACION HAITIANA.
.PROTAGONISTA: DR.MANUEL NUÑEZ.
El historiador Manuel Núñez proclamó que los grupos que han hecho denuncia contra República Dominicana ante la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), "lo que buscan es que los extranjeros nos despojen de la soberanía nacional".
Esos grupos minoritarios pretenden que la soberanía dominicana esté al servicio de ellos, mediante acusaciones de racismo, discriminación, violación de derechos humanos, entre otras cosas, que hacen y alimentan "con cánulas a través de unas 200 organizaciones no gubernamentales".
entre esos grupos u ONG's, está la que dirige la señora Sonia Pierre, que seidentifica como el Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA), así como el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM), respaldadas por el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos.
Toda esa gente, generalmente hijos de padres haitianos, casi siempre buscan hacer un montaje. Lo que buscan es la pérdida de la soberanía, la cultura y los medios de supervivencia, como el empleo, en la República Dominicana.
Haití, como la región más empobrecida de América Latina, urge de una agresiva intervención de la comunidad internacional, y no de mandatarios que vayan a visitar este país a pronunciar discursos o palabras bonitas que no aporten nada.
Allí no hay nada, un país con solo un 1% de tierra útil para la agricultura, es decir, una nación en trámite devastado. Un país destruido moral y físicamente, sin infraestructura, con un liderazgo del sida y la malaria, y con el más alto índice de desempleos de América Latina, un 70%, y el más alto índice de analfabetismo.
Ante una situación como esa, de desastre total y de Estado fallido, la única solución es una intervención que puede ser inclusive fideicomisaria, por entender que es un país que está totalmente dividido, que tiene más de 70 partidos reconocidos, y todos con candidatos.
Sugiero a las autoridades dominicanas tratar de mantener la soberanía aplicando políticas de recuperación del empleo, que hoy está en manos de los haitianos, como la construcción, para devolverle la confianza a la población dominicana.
Se debe aplicar una política diplomática que implique el respeto de nuestros derechos internacionales como nación.
Esos grupos minoritarios pretenden que la soberanía dominicana esté al servicio de ellos, mediante acusaciones de racismo, discriminación, violación de derechos humanos, entre otras cosas, que hacen y alimentan "con cánulas a través de unas 200 organizaciones no gubernamentales".
entre esos grupos u ONG's, está la que dirige la señora Sonia Pierre, que seidentifica como el Movimiento de Mujeres Domínico-Haitianas (MUDHA), así como el Servicio Jesuita a Refugiados y Migrantes (SJRM), respaldadas por el Centro Robert F. Kennedy para la Justicia y los Derechos Humanos.
Toda esa gente, generalmente hijos de padres haitianos, casi siempre buscan hacer un montaje. Lo que buscan es la pérdida de la soberanía, la cultura y los medios de supervivencia, como el empleo, en la República Dominicana.
Haití, como la región más empobrecida de América Latina, urge de una agresiva intervención de la comunidad internacional, y no de mandatarios que vayan a visitar este país a pronunciar discursos o palabras bonitas que no aporten nada.
Allí no hay nada, un país con solo un 1% de tierra útil para la agricultura, es decir, una nación en trámite devastado. Un país destruido moral y físicamente, sin infraestructura, con un liderazgo del sida y la malaria, y con el más alto índice de desempleos de América Latina, un 70%, y el más alto índice de analfabetismo.
Ante una situación como esa, de desastre total y de Estado fallido, la única solución es una intervención que puede ser inclusive fideicomisaria, por entender que es un país que está totalmente dividido, que tiene más de 70 partidos reconocidos, y todos con candidatos.
Sugiero a las autoridades dominicanas tratar de mantener la soberanía aplicando políticas de recuperación del empleo, que hoy está en manos de los haitianos, como la construcción, para devolverle la confianza a la población dominicana.
Se debe aplicar una política diplomática que implique el respeto de nuestros derechos internacionales como nación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario