Aprender a convivir.
En nuestras sociedades cada vez más diversas, la UNESCO lleva a
cabo a diario su misión humanista, que consiste en fomentar el entendimiento
mutuo para construir una paz duradera.
La paz duradera es el fruto de una combinación compleja de
prácticas cotidianas locales y de ciertos vínculos que los individuos y las
comunidades mantienen y que representan para ellos las condiciones sostenibles
para vivir juntos con dignidad y prosperidad.
Una paz duradera, no obstante, se basa en una compleja red de
prácticas cotidianas integradas en contextos locales y de encuentros más
efímeros que mantienen los individuos y comunidades con la convicción de que la
urdimbre de ambas cosas es la base para vivir juntos con dignidad y
prosperidad.
En momentos en que desafíos y amenazas tales como la
desigualdad, la exclusión, la violencia o sectarismo se ven agravados por
tensiones y conflictos locales y ponen en peligro la cohesión de la humanidad,
aprender a vivir con los demás toma una importancia vital.
Las competencias interculturales no son innatas, sino que se
adquieren por medio de la educación y la experiencia. Por eso es importante
tener acceso a recursos educativos de calidad, formales o no, que permitan
conseguir las aptitudes interculturales necesarias para tener éxito en el mundo
complejo y heterogéneo en el que vivimos.
La UNESCO trabaja a diario, desde la Sede y en el terreno, para
ayudar a los Estados Miembros y al conjunto de sus colaboradores a comprender y
afrontar mejor los desafíos cada vez más complejos de nuestras sociedades. En
particular a través del Programa “Gestión de las Transformaciones Sociales” y
del Programa para una Cultura de Paz y no Violencia (página web en inglés), que
incluyen, entre otras cosas, iniciativas a favor de la democracia y la
ciudadanía mundial, el diálogo intercultural, la educación para la paz y los
derechos humanos, y la construcción de la paz.
Además, como el deporte no entiende de fronteras geográficas ni
de barreras sociales, la UNESCO impulsa el desarrollo y la práctica de
actividades deportivas, así como la lucha contra el dopaje, con el objetivo de
favorecer la integración social en contextos políticos y culturales diferentes.
Asimismo, la Organización actúa para que la educación y la sanidad no sean el
privilegio de una minoría.
“No es suficiente estar conectados con los demás. También
debemos compartir nuestras soluciones, experiencias y sueños en una gran
comunidad cimentada con los derechos humanos y las libertades fundamentales”.
Irina Bokova, Directora General de la UNESCO
Conferencia Internacional de las Comisiones Nacionales para la
UNESCO, Viena (Austria), 31 de mayo de 2012
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