viernes, 8 de agosto de 2008
















ORIGENES DEL UNIVERSO, LA TIERRA Y LA VIDA (2)

Una de las áreas de desacuerdo mas obvio entre la Biblia y la ciencia es la que trata de los orígenes.

La Biblia es bastante breve en este punto, y su interés primordial es informar al lector que Dios es el autor del universo, la tierra y toda la vida. Pero la ciencia en el pasado ha tenido ideas que eran incompartibles con una o más de las aseveraciones de la crónica bíblica de la creación, según se encuentra en el primer capitulo de Génesis. En vista de las modificaciones recientes de muchas de estas ideas, veamos como los puntos de vista de la ciencia moderna respecto a los orígenes se comparan con el primer capitulo de Génesis.

Mientras que el científico de hace treinta anos deseaba que la nueva información respaldara su creencia en la evolución del universo a través de las leyes de la posibilidad, el científico de hoy tiene que considerar la cantidad masiva de información que rechaza la idea de un origen por casualidad.

Hay miles de factores que dan prueba del orden del universo, ya sea que se consideren las galaxias más lejanas o que se consideren las más diminutas partículas de materia. Cada descubrimiento nuevo revela una nueva área de lo desconocido, lo cual indica un orden no solo más preciso sino también planeado, por parte del creador. Ningún científico que considera seriamente la evidencia puede ya creer que el universo fue el resultado de la casualidad.

El Doctor Carl Gubert, del observatorio de Mount Wilson, descubrió en 1920 que los conjuntos de estrellas que llamamos galaxias se están alejando de nuestra propia galaxia. Y entre mas lejana están, mas rápidamente se alejan de nosotros.

En el medio siglo que ha transcurrido después de este descubrimiento, miles de galaxias han sido observadas y medidas, y el origen en espacio y tiempo de cada galaxia viene a ser el mismo- el centro del universo y el principio del tiempo o sea cerca de diez mil millones de anos. Toda la materia que componen los miles de millones de galaxias, cada una conteniendo miles de millones de estrellas como nuestro sol, originalmente estaba comprimida o reducida a una diminuta porción de espacio, sometida a una temperatura y a una presión fantásticas. La materia que ahora constituye nuestra tierra, nuestro sol, y todos los cuerpos celestes que podemos ver estaba allí, pero completamente sin forma o identidad, ya que los átomos estaban descompuestos en particulas elementales por la temperatura y presión tan tremendas. El campo de gravedad de esta enorme concentración de materia era tan intenso que según la teoría general de la Relatividad de Einstein, no podía escapar ninguna luz. Los amplios ámbitos del espacio ahora tan poblados por galaxias de estrellas estaban completamente oscuros.

¿Como se origino toda esta materia?

Los científicos no tienen ninguna respuesta, solo que Dios la creo de la nada. Veamos como describe el Génesis el estado inicial del universo (Gen. 1:1)

“En el principio creo Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo” (Gen.1:1, 2a)

Estos astrónomos no ofrecen ninguna explicación en cuanto aborigen de la masa candente; solo que esta fue creada por Dios. Tan pronto como fue creada exploto arrojando la materia elemental al espacio en toda dirección; las porciones exteriores se movieron a la mitad de la velocidad de la luz, mientras que las porciones que quedaron al centro se movieron a velocidades más y mas bajas. Después de unos miles de anos , la densidad de la masa cadente y la intensidad del campo de gravedad fueron reducidas hasta el punto en que la luz pudo emanar, y la luz se irradio por todo el universo.

“Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz” (Génesis 1:3)

Este modelo del universo fue primeramente examinado en detalle en 1940 por George Gamow, Martin J.Rees y Joseph Silo, en “El Origen de las Galaxias”

(Revista Scientific American de junio de 1970), quienes describen como “plasma” expándete de electrones, protones y neutrones, intensamente calientes, se enfriaba lentamente, formando átomos de hidrogeno y helio, y, con el tiempo, las estrellas y las galaxias. Modelos hechos en computadoras han indicado que la distribución que actualmente se conoce de las galaxias puede haber resultado de la “separación” de una bolsa de gas que se condenso en estrella; luego miles de millones de estrellas se juntaron y formaron galaxia, y miles de millones de galaxias constituyen el firmamento que ahora vemos con telescopios gigantes. La causa de la “separación inicial” no puede identificarse.

¿Podría ser que Dios así lo dipuso? (Gen.1:6).

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