jueves, 26 de febrero de 2009

Duarte fue algo más que un hombre bueno...

Tony Raful

Me preguntaron los brillantes comunicadores Yoryi Rodríguez y Sergia Elena de Seliman, por qué las ideas y el pensamiento de Juan Pablo Duarte no han prevalecido en las distintas etapas del proceso histórico dominicano. Respondí señalando, que la razón era que Duarte había perdido todas las batallas y las seguía perdiendo. La cristalización del ideal independentista, la alborada de la creación de la Patria, fue producto de causas sociales y políticas encarnadas en su liderazgo, en su devoción por la concreción de una nación libre, soberana y justa. Pero no es Duarte quien preside su nacimiento sino el general Pedro Santana, antítesis moral e ideológica de sus creencias libertarias.

Debido a la debilidad social y al predominio de los hateros se impuso el caudillismo despótico basado en la fuerza y la composición mayoritaria del sector conservador en la lucha por el poder. Duarte no era solamente un hombre bueno o una especie de santo varón que no tenía los pies sobre la tierra. Influido por las ideas de los movimientos sociales de la época y respondiendo a una corriente de conformación cultural y social que demandaba la formulación de la identidad del pueblo dominicano como nación, ideó y organizó el movimiento trinitario que dirigió la lucha conspirativa contra la dominación haitiana, le insufló el calor de sus creencias y el liderazgo de su presencia activa y audaz.

Duarte es probablemente el más grande conspirador que haya conocido la historia dominicana. No solamente estructuró una organización clandestina llamada a forjar la Patria, apegada a principios y fundamentos liberales, sino que diseñó una sociedad cultural llamada La Filantrópica, la cual utilizó como vehículo de difusión de las ideas patrióticas burlando a las autoridades de ocupación haitiana mediante la representación de obras clásicas de teatro donde se condenaba la opresión y se exaltaba el valor de la libertad.

Duarte no era simplemente un hombre bueno, era algo más, fue capaz de ingresar como conscripto del propio ejército de ocupación haitiano con la finalidad de aprender el manejo diestro de las armas, quizá convencido de la idea todavía no formulada por Marx de que el pueblo que no aprende el manejo de las armas merece ser esclavo.

Hizo ejercicio de simulación en aras del ideal patriótico y convencido de la necesidad de luchar a muerte por la libertad. Duarte fue el primer gran táctico de la política dominicana, porque fue capaz de establecer una alianza coyuntural con el bando de los llamados “reformistas” haitianos que conspiraban contra Boyer, bajo la premisa de que esa alianza táctica debilitaba el predominio de la ocupación extranjera y facilitaba las tareas de liberación del yugo opresor. Duarte no tuvo reparos en aliarse con un sector haitiano para lograr derrotar a sus enemigos.

Los Trinitarios eran un sector social débil, representaban a núcleos de la llamada clase media y no alcanzaban a incorporar a las grandes masas rurales a sus propósitos, ya que éstas estaban sumidas en la servidumbre ideológica y bajo el mando de caciques regionales imbuidos de criterios e ideas altamente conservadoras y atrasadas. Duarte y sus compañeros eran una especie de vanguardia política con un liderazgo creciente pero limitado por las fuerzas encabezadas por Santana. No fue como algunos piensan, el valor indudable de Santana frente a las invasiones haitianas, lo que le otorgó la supremacía política frente a Duarte, sino el peso social, las fuerzas rezagadas y oscurantistas, cuyo radio de acción era superior a Los Trinitarios.

El descabezamiento del proceso de alianzas gestado por Duarte con los grupos conservadores, entre ellos con los hateros para materializar la independencia, el asalto final de la Junta Gubernativa y algunos errores cometidos por sus seguidores, diezmaron la posibilidad de victoria en la lucha interna por el Poder político.

Cuando se inició la Guerra Restauradora contra la anexión a España, Duarte no vaciló en desenvainar su espada e integrarse a la lucha patriótica, arma en mano, produciendo la rendición de cuentas de gastos más trascendente de la historia dominicana. Su liderazgo motivó su extrañamiento inmediato del país de parte de los grupos dirigentes del “gobierno en armas”, cuyo atraso político y la lucha por el botín de la guerra les impidió valorar las dimensiones del pensamiento liberal y democrático de Duarte, que además seguía careciendo en 1864 de la suficiente base social organizada para constituirse en fuerza deliberativa.

Mucha gente no sabe que Duarte fue miembro de la masonería, que perteneció a una respetable Logia, lo cual determina que su pensamiento era mucho más avanzado de lo que aparentaba o de lo que él dejaba ver, pues conocemos el papel desempeñado por los masones en las luchas por las independencias americanas y en la consecución de las libertades. Su apostolado conmueve y su decepción de las clases dirigentes dominicanas de la época sigue siendo decepción en nuestros días. Duarte fue algo más que un hombre bueno, fue luz y principios inclaudicables, sol de aquellos años que alumbra todavía nuestro destino.

Rescatemos el significado de nuestra Bandera

Juan Tomás Taveras Rodríguez

En el denominado mes de la patria (que comienza el 26 de enero día del natalicio de Juan Pablo Duarte, hasta el 27 de febrero día de nuestra Independencia), he visto con preocupación y me ha hecho reflexionar el escaso uso de nuestra bandera frente a las residencias y edificaciones como muestra de orgullo de ser dominicano.

En realidad no es que esto nos muestre el verdadero valor o significado que debe tener nuestra bandera, pero si es una forma de las tantas de mostrar nuestro orgullo de ser dominicanos, de valorar la historia recordando a aquellos que hicieron posible la República Dominicana y que nos llamemos dominicanos.

La bandera es el símbolo que nos representa como nación, como país y que nos diferencia a la vez de las demás naciones.

También me preocupa el hecho de que muchas instituciones presentan una bandera deteriorada, descuidada, que muestra por un lado el desinterés y el escaso sentimiento patriótico, por otro lado, la falta de conocimiento de nuestra historia, del sacrificio y la perdida de tantas vidas humanas que hicieron posible el que hoy seamos República Dominicana.

Al parecer los esfuerzos hechos por las autoridades políticas de hoy no son suficientes, las tantas instituciones que hoy debemos velar por el resguardo de los símbolos patrios no estamos teniendo éxito, dejando difuso el legado histórico de nuestros patricios, a nuestras generaciones venideras, por parte de los actores que hoy tenemos la responsabilidad de enseñarles a los mas jóvenes y revivirles recordándoles la historia.

Luchar por cambiar esta situación y prevenir que olvidemos nuestra historia y a los fundadores del país, es responsabilidad de todos; en primer lugar del Estado y sus autoridades, como los educadores, a quines la ley y sus funciones se lo obligan, en segundo lugar de las personas que fueron testigos de la historia, en tercer lugar de los padres y tutores y en cuarto lugar de los medios de comunicación que ahora más que nunca son el cuarto poder como bien definiera en la época de la revolución francesa Edmund Burke por su gran influencia desde ese entonces.

Cada minuto, cada hora, cada día, es necesario para reverenciar y rendir honor a nuestros patricios, a nuestros héroes, a todos y cada uno de los que sacrificaron su vida para que nuestra sociedad esta congregada en un país, República Dominicana. Además para mantener viva la historia, nuestros orígenes, es responsabilidad de todos trabajar por revivir el valor, el patriotismo, el sacrificio, la esperanza y la fe de nuestros héroes patrióticos. Es por ello que entendemos que no debemos ondear ni exhibir en nuestros hogares y oficinas, nuestra bandera tricolor en un día determinado, sino todos los días, los 365 días del año.

El uso de las banderas en el mundo data desde las primeras civilizaciones, habiéndose conocido como muestra de ello cerámicas muy antiguas encontradas, las mismas simbolizaban el dominio de las tierras, la representación de las naciones, símbolos de conquistas, de herencias, de imperios, de culturas que se transmitían de una civilización a otra. Hoy día esto no es diferente. En todos los grandes eventos y en todos los encuentros nacionales e internacionales de trascendencia, sobresalen las representaciones de las banderas como distintivos y símbolos de cada país. También las instituciones se representan por banderas y escudos al igual que los países. En todos los rincones de la tierra las banderas son símbolos de orgullo, de distinción, de soberanía, la bandera es como la marca de cada país.

De acuerdo a los escritos de Francisco Berroa Ubiera, el uso de la primera bandera dominicana se hizo el 16 de julio de 1838 durante el juramento de los trinitarios, como distintivo patrio en la isla Hispaniola (colonia española). La bandera española se uso en la isla desde el 6 de diciembre de 1492 hasta 1795; del 22 de julio de 1795 hasta el 1809 se utilizo la francesa, ya que a partir del 20 de septiembre de 1697 se divide la isla en Saint Domingue, Haití, que pertenece a Francia y Santo Domingo que pertenece a España, parte que corresponde a lo que hoy es República Dominicana.

Desde el 8 de julio de 1809 hasta 30 de noviembre de 1821, se utilizó nuevamente la bandera española. Desde el diciembre de 1821 hasta 9 febrero de 1822 se utilizó la bandera de la gran Colombia (conformada por New Granada, Venezuela y Ecuador). Desde el 9 de febrero del 1822 hasta 1843 se utilizó la bandera haitiana, y del 1843 al 17 de febrero de 1844 se utilizó la otra bandera haitiana (a causa del derrocamiento de Jean Pierre Boyer).

Desde el 27 de febrero del 1844 hasta el 6 de noviembre de ese mismo año, se utilizó uso la primera bandera dominicana en la cual dos cuadros superiores eran azules y los inferiores rojos; desde el 6 de noviembre de 1844 hasta el 18 de marzo de 1861 se utilizó la segunda bandera dominicana que lleva el escudo de armas y los colores azul y rojo intercalados. Desde el 18 de marzo de 1861 al 14 de septiembre de 1863 de nuevo se utilizó nuevamente la bandera española y de septiembre de1863 se comenzó a utilizar la bandera dominicana hasta nuestros días.

De acuerdo a José Gabriel García, nuestra bandera, es una combinación de la bandera haitiana y de la bandera francesa, con una cruz blanca en el centro que divide los colores, simbolizando la unión de las razas por la civilización y el cristianismo. Las damas Concepción Bona, María Trinidad Sánchez, Isabel Sosa entre otras más, confeccionaron la primera bandera dominicana usada por primera vez en la juramentación de los trinitarios y por segunda ocasión, el 27 de febrero de 1844, día de nuestra independencia.

García destaca que Duarte eligió los colores de la bandera, simbolizando con el blanco la cruz latina, la unión y la santidad; y los demás colores, el rojo la sangre derramada por los patriotas en la lucha por la libertad; y, el azul representa el color del cielo.

Un poema de Duarte muestra lo antedicho: "La unidad de las razas", en el que se lee: "Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos".

También lo deja claro el poeta Ramón Emilio Jiménez y autor del “Himno a la Bandera”, que dice:

Ya empezó su trabajo la escuela
Y es preciso elevarte a lo azul,
Relicario de viejos amores
Mientras reine la mágica luz.

Nos sentimos arder a tu influjo
La luz viva de un fuego interior
Cuando flotas alegre, besada
Por los cálidos rayos del sol.

¡Dios! Parece decir, ¡Oh Bandera!
La sublime expresión de tu azul;
¡Patria el rayo de vívida llama;
¡Libertad! Dice el blanco en la cruz.

Mientras haya una escuela que cante
Tu grandeza, bandera de amor.
Flotarás con el alma de Duarte,
Vivirás con el alma de Dios.


Juan Pablo Duarte
Independencia Nacional: Duarte: Permanencia, sacrificio y visión
Por Lic. Teófilo Valenzuela
Email:teov58@hormail.com

Indidablemente que la idea de emancipación de la nación dominicana, y de otros países de América, comenzaron a anidarse con la revolución francesa y la consagración universal de los derechos del ciudadano. Cabe señalar que anteriormente a esta revolución la mayoría de los pueblos del mundo vivían subyugados bajo el régimen de la esclavitud. Este acontecimiento, cuya consecuencia se extrapolaron a las demás sociedad, puso fin al estado feudal y a la monarquía absoluta, para dar paso al capitalismo y llevar al poder a la burguesía.
Los movimientos revolucionarios independentistas que tuvieron su génesis en el corazón mismo de las sociedades sudamericanas, como: Argentina 1816, Chile 1818, Perú 1780, Venezuela 1811, Cuba y Haití, donde sobresalen líderes de la talla de Antonio José de Sucre Martí, Simón Bolívar, entre otros.
La revolución haitiana como instrumento ideológico incidió definitivamente en el proyecto de liberación de la nación dominicana, basta recordar las medidas que se tomaron en Haití, luego de su independencia en el 1804, como fueron: Abolición de la esclavitud, confiscaciones de los bienes de la iglesia, reparto de tierra, entre otras.
Mientras en Haití se vive un régimen revolucionario, convirtiéndose este país en el primer pueblo de raza negra del mundo en haber logrado su independencia, y en el segundo país de América en obtener su liberación. En nuestro país estabámos bajo el yugo de la esclavitud, a través de España que se convirtió en la potencia imperial del momento.
Entre los líderes mas destacados de este proceso haitiano, sobre salieron: Vicente Oge, Dessalines, Petión, Toussaint Louverture, Charles Herard, entre otros.
La ocupación haitiana en el mismo momento de producirse el 9 de febrero de 1822 y que se inicia formalmente con la entrega de la llave de la ciudad de Santo Domingo por el presidente Cáceres, dejándola en manos del presidente haitiano Jean Pierre Boyer, fue aplaudida por la población o estratos sociales más bajo o pobre del país, pues tomaron una serie de medidas que la colocaron en importantes niveles de popularidad en ese segmento de la población de ese tiempo, pero esta se desnaturaliza a partir de una segunda etapa donde se quiere imponer la cultura haitiana en todos sus niveles o expresiones, a una sociedad que se venía definiendo como nación, con los elementos propios o característicos de ésta como son: Idioma, Religión, Costumbre, Población, forma de vida etc,. En tal sentido era imposible que se dieran con carácter permanente este hecho y que prosperaría por mucho mas tiempo, pues el criollismo, como expresión cultural era una realidad que permitió la formación de una identidad cultural propia.
Es en ese contexto socio-político, que la idea de independizar la nación dominicana adquiere una categoría real, a través de diferentes grupos como expresión de sus intereses económicos y sociales, lo que más tarde dieron origen a los partidos políticos en el país, como fueron: Los trinitarios, los pro-españoles, los pro-haitanos, los pro-franceses, los pro-ingleses, o conservadores.
En ese sentido cabe señalar que anteriormente la independencia y que actuaron como antecedentes históricos internos, como fueron la reconquista de Juan Sánchez Ramírez en el 1809, la disputa de la isla por las potencias europeas expresada a través de los tratados: Riswick 1697, Aranjuez 1777, Bacilea 1795, la ocupación de Toussain Loverture 1801, y finalmente la independencia efímera de Nuñez de Cáceres en el 1821.
Juan Pablo Duarte sus ideales se fundamentaron en el nacionalismo y el liberalismo, hijo de padres acomodados económicamente, Don Juan José Duarte y Manuela Diez. Viajó desde muy joven a estudiar a países europeo y Estados Unidos en el año de 1828, regresa al país observando la grandes diferencias de esos países que habían abrazado la democracia como sistema político y como garantía de las libertades ciudadana, con la situación nuestra, bajo el yugo opresor de una nación extranjera. Ya para los años de 18351 1838, Duarte había aglutinado la juventud mas sana y a la clase media urbana alrededor de la idea de independizar el país. En tal sentido para crear conciencia, educar y atraer a la juventud, creo la sociedad secreta la trinitaria, la dramática y la filantrópica en los años de 1838.
Ya para el de 1843 los grupos que se oponían a la independencia pura, orquestaron un proyecto político a través del cual Francia volvía a tener la hegemonía del país, mediante el plan de Lavoisseur, comprometiéndose esta nación a ayudar militar y económicamente a Báez. Específicamente el plan consistió en lo siguiente: los conservadores, acordaron el cónsul de Francia en Haití, Nicolás Lavoisseur, negociar un protectorado a cambio de la Bahía de Samaná entre otras "ayudas".
En esa situación, es que se produce la alianza táctica de los trinitarios o liberales y los Hateros, conservadores y anexionista, con los hermanos Pedro y Ramón Santana, con la finalidad de evitar el plan anteriormente citado. Se produce entonces el manifiesto de 16 de enero de 1844, llamando a los pueblos del este y lógicamente del país a levantarse en arma contra el opresor haitiano. Los haitianos se dan cuenta del plan y más aun cuando los trinitarios lograron alcanzar importantes niveles de simpatía con la formación de las juntas populares, con la finalidad de derrocar a Boyer como producto del acuerdo. A partir de ese momento se produce una persecución tenaz en contra de los trinitarios, uno fueron muertos, otros preso y exiliados, como Duarte, Pedro Alejandrino Pina, entre otros, Sánchez se hizo el muerto para poder sobre vivir a esa represión. Un año mas tarde, o sea, el 4 de febrero de 1844, Duarte le escribe una carta a sus familiares donde le pide el apoyo económico a favor de la causa, con los recursos generados del almance ferretería de sus padres.
La lucha armada y de concientización de la población culmina el 27 de febrero de 1844 con el trabucazo de Mella en la puerta del conde. Hay que señalar tres hechos importantes que se dieron esa noche y que hicieron posible la proclamación de la independencia: La presencia de los regimientos militares 31 y 32 compuesto por dominicanos que estaban a favor del movimiento, la gestiones que hizo Manuel Jiménez al convencer al teniente Martín Girón, quien comandaba la plaza de la puerta del conde. Se contaba con la participación de los refuerzos de la región del Este encabezado por los hermanos Santana. Sánchez enestó la bandera nacional en señal de que habíamos logrados convertimos en un país libre, con la proclamación de la República y con las palabras sacramentales: Dios, Patria y Libertad, los militares haitianos se vieron en la obligación de capitular, instalándose inmediatamente el primer gobierno dominicano que fue la junta central gubernativa, donde tenía la primacía en términos de poder los grupos conservadores. Una de las primeras medidas de esta junta fue mandar a buscar a Duarte que se encontraba en el exilio y que al momento de hacer entrada al país fue saludado por el arzobispo Portes, como Padre de la patria y fue nombrado general del ejército dominicano y miembro de la junta.
Juan Pablo Duarte en sus ideas progresista anticolonialista y liberal tuvo mucho que ver entre otros aspectos las experiencia de sus viajes por sociedades democráticas y la actitud de su padre que rechazó la invasión de Toussaint 1801 y luego la ocupación de Boyer en el 1822, siendo el único comerciante catalán que se negó afirmar la comunicación de los comerciantes dirigida a Boyer aceptando la ocupación, los contactos permanentes a su regreso realizando una vida social activa y que lo conecta a importantes sectores de la burguesía urbana, vivencia ésta que le permite percibir que existe un sentimiento patriótico que rechaza la presencia haitiana en el país. Duarte fue la figura prosera mas sacrificada y la de mayor permanencia en el proyecto febrerista de liberación nacional y que asumió con mayor visión y profundidad la idea de independencia nacional, fue sin duda alguna el mas sacrificado, pues fue el único de los trinitarios que fue desterrado injustamente aperpetuidad con toda su familia, desde 1844 hasta que sus restos mortales fueron trasladado a la patria el 25 de febrero de 1884 por disposición del presidente Ulises Heureaux (Lilí), lo que provocó en su hermano menor, Manuel un estado de demencia que perduró hasta su muerte en el 1890, siendo el último de la familia en morir. Su sacrificio por la construcción de un proyecto de liberación nacional, a pesar de ser descendiente de una familia con una buena posición económica, lo condujo a morir en la miseria en el destierro, tanto él como su familia. Producto de su crítica situación económica y su larga enfermedad, al momento de su muerte el 15 julio de 1876 a la edad de 63 años, su familia en Venezuela había contraído una deuda de 600 pesos que fueron pagados por el ayuntamiento de Santo Domingo. En el 1883, el tío materno de las hermanas de Duarte, Prudencio Diez le envía una comunicación al congreso, describiéndoles el estado de miseria y de desolación que estaban atravesando sus sobrinas en Venezuela, lo que produjo que los diputados le asignaran una pensión de 45 pesos mensuales y una ayuda de 2,000 pesos para la compra de una casa, cosa ésta que no fueron disfrutada por las hermanas de Duarte, pues su hermano, Manuel se negó a regresar al país.
La figura paradigmática e icónica del prócer fue la de mayor permanencia, pues desde su salida del país en el 1828 siendo a penas un adolescente, se dedicó a prepararse tanto en lo político como en lo militar y desde su llegada en el 1832 lo dedicó a la construcción del proyecto independentista, su actitud de centinela y guardián de la soberanía nacional se pone de manifiesto una vez mas cuando regresa del exilio para ponerse a la disposición del movimiento restaurador de 1864.
Las ideas liberales y democráticas que abrazó como fundamento de su pensamiento y los diferentes sectores que pudo aglutinar, cuya expresión concreta la observamos en el juramento trinitarios, en el manifiesto del 16 de enero de 1844 y el proyecto de constitución una ves proclamada la independencia donde se destacan la necesidad de crear un estado soberano bajo los principios o valores tales como: división de los poderes del estado, el poder municipal, libertad de culto, libertad de imprenta, reiteración de la abolición de la esclavitud, igualdad entre los ciudadanos y promoción y protección de la enseñanza etc.
Finalmente termino citando un pensamiento de Duarte llamando a la unidad de todas las razas para poder lograr nuestra independencia citamos, los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchemos serenos, unidos y osados, la patria salvemos de viles tiranos y al mundo mostremos que somos hermanos.

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martes, 24 de febrero de 2009

BANDERA Y ESCUDO
Símbolos Patrios

Los símbolos patrios representan para todo/a dominicano/a una estrecha conexión con nuestra historia y la lucha por la
independencia. La bandera, el escudo y el Himno Nacional son símbolos de suma importancia en la identidad
dominicana.

La bandera
Con el rojo y el azul colocados en cuarteles esquinados, separados por una cruz blanca, el lienzo nacional se alzó por
primera vez en tierras del Cibao el 4 de marzo de 1844. Días antes, el 27 de febrero, se había declarado la
independencia nacional después de 22 años de dominio haitiano.

La primera bandera nacional presentaba la misma distribución en bandas de los colores de la bandera haitiana: los
cuarteles azules arriba y los rojos abajo. Posteriormente, esta distribución de los cuarteles fue cambiada. La cruz blanca,
colocada como expresión de libertad, ha prevalecido desde el diseño original.

Las primeras banderas fueron confeccionadas por varias damas de la sociedad dominicana, entre las que destacan
María Trinidad Sánchez, María de Jesús Piña, Isabel Sosa y Concepción Bona.

Las reformas constitucionales han registrado los cambios –ligeros– que ha sufrido el paño tricolor en
más de 150 años de existencia:

El Himno Nacional
El Himno Nacional dominicano fue escrito originalmente en 1883. Emilio Prud'Homme escribió las letras y el compositor
José Reyes le puso música.

La primera versión de los versos de Prud'Homme se conoció el 16 de agosto de 1883 en el semanario capitaleño El Eco
de la Opinión . Habían transcurrido 18 años desde que el país restauró la independencia que había perdido con la anexión a
España, en 1861.

El 17 de agosto de 1883 el himno se estrenó en una velada que celebró la prensa nacional en la Logia Esperanza de
Santo Domingo. Fue el inicio de su popularización. Para sus autores, la pieza tenía un objetivo preciso: realzar el
sentimiento de la nacionalidad dominicana en un país que apenas salía de un periodo anexionista que reveló los fuertes
vínculos que unían a muchos ciudadanos a España.

La consumación de la composición como himno patrio se produjo con el traslado al país de los restos del Padre de la
Patria, Juan Pablo Duarte, desde Caracas, Venezuela, donde murió en 1876. El 27 de febrero de 1884, durante el
recorrido que llevó los restos del patricio desde el puerto de Santo Domingo hasta la Catedral Primada de América, se
interpretó el canto patriótico.

Prud'Homme corrigió su texto en 1897 y produjo la versión definitiva. El 7 de junio del mismo año el Congreso Nacional
oficializó la composición como himno nacional.

El dictador Ulises Heureaux, que veía en Prud'Homme un adversario, no convirtió en ley la resolución del Congreso. Fue el
30 de mayo de 1934 que el presidente de la República Dominicana, Rafael Leonidas Trujillo Molina, declaró himno oficial
de la República la pieza de José Reyes y Emilio Prud'Homme.

El Artículo 97 de la Constitución dice que "El Himno Nacional es la composición musical consagrada por la Ley No. 700, de
fecha 30 de mayo de 1934, y es invariable, único y eterno".

El Escudo nacional VEA LA EVOLUCION DEL ESCUDO
Desde su creación, en 1844, el diseño del escudo fue modificado en múltiples ocasiones a través de constituciones,
leyes y decretos. En 1913 se hizo creó el escudo vigente.

En el centro exhibe el escudo clásico con punta en la parte inferior y cerrado en alto de un triángulo con punta abajo,
con los colores nacionales. Sobre él, al centro seis astas porta-banderas, con cuatro banderas recogidas en la parte
inferior, que sostienen la Biblia abierta y encima una cruz.

Al lado izquierdo un ramo de laurel, que representa la inmortalidad, y a la derecha un ramo de palma, manifestación de
libertad. Una cinta roja que simboliza la Gloria une las ramas y sobre ella pasa un festón rojo con el nombre de
República Dominicana. En el extremo superior, en un festón azul se lee Dios, Patria y Libertad .

Evolución del escudo
Un trofeo de armas y una serpiente, una rama de laurel y dos cañones... eran partes del escudo dominicano suprimidas
como parte de un proceso de modificación que trajo consigo nuevos criterios de autoridades y pensadores influyentes.

El primer escudo de armas tenía dos ramas exteriores de laurel. Debajo, en forma de arco, estaba una serpiente
mordiendo y tragando su cola. Era el signo de la eterna evolución. En un tercer plano se mostraba el libro de los
Evangelios, y detrás de éste un trofeo de armas que incluía una lanza y un fusil con bayoneta; un sable y una corneta;
sobre el libro pendía una bandera dominicana. Otras dos banderas dominicanas centraban el segundo plano, con un
gorro frigio en el cruce de las astas. Era un símbolo de libertad. Una cinta ancha con las palabras "República
Dominicana” ocupaba la parte inferior y a ambos lados dos cañones con sus respectivas balas.

En la Constitución del 6 de noviembre de 1844 se sustituyeron los cañones. En 1848 una rama de laurel dejó el lugar a
una de parra y luego, en 1853, está fue relevada por una hoja de palma. El mismo año, a la bandera central la sucedió
una cruz, al tiempo que fueron eliminados el trofeo de armas, el gorro frigio y la serpiente, y aumentaron de dos a cuatro
las banderas cruzadas.

El uso indistinto del original escudo y sus variantes se mantuvo hasta el año 1913, cuando se oficializó el diseño actual.
El decreto lo expidió el gobierno de Monseñor No ü el. El mismo decreto precisó los tonos a utilizar: azul ultramar y rojo
bermellón.
Nuestra Bandera

Junto al escudo y al Himno Nacional, la Bandera es el más importante de los símbolos nacionales.

El diseño fue obra de Juan Pablo Duarte y fue aprobado el día de la constitución de La Trinitaria, el 16 de julio de 1538.

La Bandera fue izada por primera vez la noche del 27 de febrero de 1844, en la Puerta del Conde.

Los colores son: azul ultramar, rojo bermellón, alternados en cuarteles esquinados de modo que el azul quede en la parte superior del asta, separados por una cruz blanca, que debe ser del tamaño de la mitad de los cuarteles.

Los colores nuestra bandera significan: el blanco rojo la sangre derramada por nuestros libertadores; el azul, los ideales de progreso y libertad; y el blanco, la paz.

La ley que rige el uso de la Bandera es la no. 360, del año 1943, y sus modificaciones; la misma establece que nuestra enseña tricolor debe ondear en edificios públicos, instituciones militares y judiciales; embajadas y consulados en el extranjero y ser izada los días de fiesta patrias. También la llevan las naves; se coloca en los centros educativos; y el Jefe de Estado la tiene cruzada en el pecho en la banda presidencial.

Y como debe ser exhibida los días de Fiesta Nacional en todos los hogares e instituciones, te exhortamos, amiguito ¡A colocar la Bandera este 27 de febrero!


Consulta HOY Digital

domingo, 22 de febrero de 2009

Educacion En Valores








Hostos: A QUIEN DEBEMOS IMITAR

A tan sólo unos meses para que se cumpla el primer centenario de su muerte, acaecida en la ciudad de Santo Domingo el 11 de agosto de 1903, Hostos se nos presenta cada día con
mayor luminosidad como maestro de juventudes y orientador de pueblos.

Sus prédicas dejaron de oírse por un tiempo en los países donde hizo su profunda labor educativa debido, en parte, a los azares políticos y a las actitudes escépticas, para luego volver al primer plano como ejemplo inimitable de apóstol y guía. Si bebemos de nuevo en las fuentes de las obras que dejó escritas, podemos refrescar nuestros ideales y calmar la sed de nuestro espíritu, que tantas veces lo llama en medio de esta crisis moral que atormenta a las sociedades de nuestros los hispanoamericanos.

Al evocar a Hostos evocamos también a los grandes educadores que hicieron labor pionera en la lucha por enseñar a nuestros pueblos hispánicos a leer y escribir primero; luego a usar la razón para elevar el nivel de civilización hasta un clima moral que permitiera la práctica cotidiana de la virtud en el desenvolvimiento cívico de estos pueblos dispersos en repúblicas, cuando debieron estar todos unidos en una sola entidad social, económica y política.

Frente a las crisis que sacuden hoy día a Hispanoamérica, uno se pregunta, ¿fracasaron nuestros educadores del pasado en su propósito de vencer la barbarie, de cambiar el alma rústica y pendenciera de nuestros campesinos, de pulir la conducta de los hombres ilustrados, que al llegar a las cercanías del poder se dedican a formar grupos ávidos de riquezas y dispuestos a usar maña y fuerza para imponer sus propósitos malignos?

Cuando se transmiten conocimientos técnicos para que el educando adquiera un oficio, una profesión, una destreza que le permita ganarse la vida, estamos enseñando, pero no educando. Para Hostos, educar era formar almas; formar hombres completos en la más amplia expresión de la palabra; crear espíritus con principios sólidos asentados sobre una base moral que actúa en función de un bien social, sin buscar un propósito utilitario. Por eso decía Hostos:
“sólo un filósofo puede educar”.

Para muchos la obra de Hostos es como una pieza de museo que se saca en ocasiones, se le sacude el polvo, se observa, se admira y se vuelve a guardar en su vitrina de cristal hasta una fecha lejana, en proceso recurrente. Y así, de cuando en cuando, vuelve Hostos a la memoria de contadas personas. Se repite el ritual de ofrendas florales a los pies de las estatuas que se encuentran en los predios de las universidades de la República Dominicana, Puerto Rico y Chile;
se leen los discursos de exaltación de aquella personalidad extraordinaria y luego vuelve el silencio sobre el hombre y su obra.

Siendo un moralista, en todos sus trabajos surge la noción del deber y del derecho; de la verdad y el error; de la ley como pauta que busca la justicia; del bien social como aspiración suprema de
todo individuo; como objetivo consciente de todo intelecto cultivado.

Hostos concibe la sociedad como una familia grande, integrada por la suma de individuos con conciencia de su misión social. Y si los intereses de clase crean conflictos económicos o políticos, estos se pueden corregir apelando al sentido de responsabilidad moral que empuja a cada conciencia a cumplir con su deber; un deber que la obliga a pensar en primer término en el bienestar presente y futuro de la sociedad de la cual forma parte y cuyo bienestar, como organismo colectivo que es, resulta primordial al del individuo.

En relación con los pueblos hispanoamericanos, todos los males sociales que Hostos vislumbra a distancia y los que palpa con experiencia propia, trata de explicarlos por la vía del desarrollo intelectual defectuoso de estos pueblos niños, recién incorporados a la civilización y luchando por crear sociedades estables en medio de un mundo en continua transformación. Hostos tiene la sensación de la urgencia sabeun ideal que alcanzar, tanto a corto como a largo plazo, que es el
bienestar social, el bienestar colectivo del país al que se pertenece.
Y habrá de aspirar más todavía: al bienestar de toda la humanidad, que no es otra cosa que suma de pueblos y naciones.
Se puede escribir sobre Hostos abordando cualquiera de sus múltiples cualidades, presentando, ya sea breve o extensamente, sus enfoques sobre problemas que en su tiempo fueron graves y
apremiantes. Son vistas parciales del hombre Hostos, y como tales, imágenes que hay que agrupar para una visión global.

Hostos fue un hombre completo,cabal, sin limitaciones para afrontar la vida colectiva de la América Hispánica, escenario geográfico y social donde piensa, siente, sufre y trabaja para construir un hombre mejorado, perfeccionado, orientado por medio de la educación hacia los fines de la práctica del bien para todos: desde el individuo hasta la totalidad del género humano.

Y al predicar y practicar el bien, Hostos no quiere disminuir ninguna actividad vital del ser humano. Todo lo contrario. Quiere que la vida sea vivida intensamente, a plenitud; que los niños sean niños y gocen de los atributos de su niñez; que los jóvenes sepan actuar para que disfruten su juventud; que el hombre adulto resuma en su conciencia toda la experiencia racional vivida y la ponga al servicio de su familia, de su patria, de la humanidad. Que el hombre adulto se sienta ser parte del universo, y actúe como parte y como un todo.

Una vida que se dedique a llenar estos fines tan altos es una vida digna de vivirse; sin tiempo para malgastarse, porque los imperativos de tantos ideales lo empujan a una actividadconstante, placentera, con metas distantes que retan su voluntad para conquistar las codiciadas planicies de la grandeza.

Esta vida hostosiana es dinámica, creadora, altruista. Y tiene la satisfacción que da el deber cumplido. Es la labor realizada para beneficio del presente en función de un futuro brillante, que se perfecciona a medida que se avanza, a medida que se realizan las etapas programadas.

Lectura completa:

Hostos para estudiantes

sábado, 21 de febrero de 2009

CRONOLOGÍA DE MATÍAS RAMÓN MELLA*

1816
Febrero 25.
Nace en la ciudad de Santo Domingo, casa número 64 de la
antigua calle de La Luna, hoy Sánchez, hijo de Antonio
Mella Álvarez y Francisca Castillo Álvarez.

1816
Marzo 6.
Bautizado en la Iglesia Catedral por el Pbro. Agustín
Tavárez. Padrinos: Manuel Castillo e Isidora de Mella.

1818
Febrero 4.
Nace su hermano Ildefonso Mella Castillo, duartista, prócer
de la Separación y la Restauración, fallecido el 5 de julio de

1910.
1835.
Nombrado Preposé de la común de San Cristóbal.

1836
Agosto 31.
Contrae matrimonio con María Josefa de Brea, hija del
prócer febrerista José Gertrudis Brea y de Josefa Hernández,
nacida el 14 de febrero de 1814. Firman como testigos
Esteban Ponthieux, Rafael Negrete, Manuel Cabral Bernal,
José Maria Mella, N. Saviñón y Juan Isidro Pérez (Catedral
de Santo Domingo, Libro X de Matrimonios, f. 111). El
matrimonio civil efectuado el día anterior. Mella residía
entonces en San Cristóbal. (Su esposa era prima hermana de
doña Concepción Bona y Hernández de Gómez, a quien se
debió la confección de la primera bandera dominicana
enarbolada en la Puerta del Conde en febrero de 1844. Murió
en Puerto Plata el 2 de enero de 1899).

1837
Febrero 4.
Muere su padre Antonio Mella.

1837
Julio 27.
Nace su hijo Ramón María. (Estudió en París, fue pintor,
activo oficial en la guerra de la Restauración. Diputado por
Santiago en 1866. Murió trágicamente en la Torre del
Homenaje, donde estaba como preso político. Era casado
con Matilde Tineo. Hijos: Elena y Josefa Mella Tineo).

1838
Pertenece a la Sociedad Patriótica La Trinitaria, en clase de
Comunicado.
1842
Sirve en San Cristóbal el cargo de Sub-Delegado de
Hacienda y a la vez se ocupa allí, como Antonio Duvergé, en
los cortes de madera.

1843
Enero 26.
Comisionado por Duarte, llega a la villa haitiana de Los
Cayos de San Luis. Se hospeda en casa del Gobernador
General Maximiliano Borgella, quien lo había sido en Santo
Domingo. En contacto con los revolucionarios haitianos,
pacta la adhesión de los dominicanos al movimiento llamado
de La Reforma, que produjo la caída de Boyer, facilitando la
emancipación dominicana. Antes que a Mella, Duarte había
enviado a Haití con el mismo propósito, frustradamente, al
trinitario Juan Nepomuceno Ravelo.
1843
Marzo 24.
Secundando el movimiento de La Reforma, contra Boyer,
los dominicanos se reúnen en la Plaza del Carmen, hoy de La
Trinitaria, encabezados por Mella, F. del R. Sánchez, Pedro
A. Pina y Juan Isidro Pérez, principales adeptos de Duarte, y
dan el grito de Reforma.

1843
Junio.
Duarte, considerando necesario precipitar los acontecimientos políticos
encaminados a la separación de Haití, confía a Mella la labor de
propaganda en el Cibao.
1843
Julio 12.
En vista de la actividad duartista, el presidente haitiano
Charles Herard, en su expedición en la Parte del Este, hace
preso en el Cotuí y San Francisco de Macorís a Mella, Rafael
Servando Rodríguez y el Pbro. Juan Puigbert. De la prisión
de Macorís a la de Puerto Plata y de allí, embarcados, a
Puerto Príncipe, en la embarcación Le Pelicane, bajo la
custodia del Teniente Dámaso Nanita.

1843
Septiembre 14.
Regresa a Santo Domingo, de la prisión de Puerto Príncipe,
junto con otros patriotas dominicanos que habían sido
conducidos a Haití como presos políticos.

1843
Noviembre 15.
Sánchez y Vicente Celestino Duarte, en carta a Juan Pablo
Duarte, entonces en su refugio de Curazao, le dicen: “Ramón
Mella se prepara para ir para allá, aunque dice que va para
Saint Thomas, y no conviene que te fíes de él, pues es el
único que en algo nos ha perjudicado nuevamente por su
ciega ambición e imprudencia”. Esta carta anuncia la
resolución heroica del trabucazo de Mella. (Su sentido está
explicado en nota al texto, del Dr. Carlos Larrazábal Blanco,
en la revista Clío, febrero 1944, y en el artículo del Dr. Max
Henríquez Ureña “Centenario de Mella”, incluido en esta
biblioteca virtual).

1843
Noviembre 19.
En una Protesta publicada en el periódico haitiano La
Sentinelle de la Liberté, de Port-Republicain (Puerto
Príncipe), del 4 de enero de 1844, el General Morisset acusó
de conspiradores a Pablo Paz del Castillo, a Antonio Valdez,
Rafael Servando Rodríguez, Miguel Antonio Rojas, los
hermanos Matías Ramón e ldelfonso Mella y otros. En Le
Progress, del 8 de febrero de 1844, Miguel A. Rojas publicó
una aclaración que a su vez es una acusación contra
Morisset. Rechaza la acusación de supuesta conspiración
colombiana atribuida a Paz del Castillo. (Pormenores en
Invasiones haitianas..., S. D., 1955, p. 287-288). En el
Informe de Charles Hérard acerca de su expedición sobre
Santo Domingo en 1843, se refiere a Mella: “Hice arrestar al
Cura (el P. Puigvert) y a un señor llamado Mella, enviado de
Santo Domingo para concertar con él los medios de destruir
mi Ejército: ambos fueron enviados a Puerto Republicano”.
(Invasiones…, p. 290).

Tomado de Homenaje a Mella
Academia Dominicana de la Historia
Editora del Caribe, Santo Domingo, 1964

CONTINUA....

miércoles, 18 de febrero de 2009

Dia Nacional al Estudiante

CANCIÓN AL ESTUDIANTE
Es cortés y muy galante, educado por demás, en su escala de valores lo primero es estudiar.

Muy correcto en sus modales, moderado al criticar, nunca se copia de nadie y a nadie deja copiar.

En historia es el primero, en latín es el mejor.

Él va a clase aunque haya huelga y entretiene al director.

Sus amigos lo idolatran, lo quieren embalsamar para hacer un monumento al estudiante ideal.

Es el estudiante.

Estudiante de verdad. Es el estudiante.

El ejemplo universal. Y los estudiantes te queremos saludar, entonando esta canción con orgullo y con pasión.



miércoles, 11 de febrero de 2009

ENVIADO A SABERES PERMANENTES





Hay un punto en tu vida, en el que te das cuenta: quién importa, quién nunca importó, quién no importa más, y quién siempre importará.

De modo que no te preocupes por la gente de tu pasado, hay una razón por la que no estarán en tu futuro...

Dale este corazón a todos a los que no quieras perder en 2009,

incluyéndome a mi si quieres.

a todos los que tienen este corazon es por que son mis grandes amigos y los quiero mucho a todos.

sábado, 7 de febrero de 2009

CONSULTA

















El nacimiento del caníbal:

Un debate conceptual


El artículo propone un debate teórico alrededor de los orígenes del canibalismo, principalmente cómo nace en los escritos de Cristóbal Colón y cómo en pocos años se difundirá entre cronistas, navegantes y pensadores. La construcción del caníbal en los textos de Colón será de vital importancia para entender los argumentos, que posteriormente vendrán a justificar no sólo la conquista del Caribe, sino también la del Nuevo Mundo durante las décadas siguientes, y también legitimar la estigmatización a determinados grupos amerindios acusados de consumir carne humana. En esta reflexión de corte historiográfico se busca aclarar categorías conceptuales y cuestiones teóricas alrededor de las cuales sigue existiendo mucha confusión.

En el año 2006, Hollywood trajo nuevamente a la escena mundial el mito de los comedores de carne humana en el Caribe con la superproducción: Piratas del caribe 2: El cofre del hombre muerto1, protagonizada por Johnny Depp, Orlando Bloom y Keyra Knightley. La película está ambientada en el siglo XVIII y presenta escenas donde

los protagonistas tienen que enfrentar una tribu caníbal en la isla caribeña de Pelegosto2

Vale la pena recordar que el canibalismo famoso en los relatos de viaje del siglo XVIII ya no era el del Nuevo Mundo, el Caribe o Brasil; era principalmente el practicado por las tribus que habitaban el Pacífico Sur, la nueva frontera para el siglo XVIII y la zona menos conocida. Es precisamente a partir de los relatos de exploración del capitán Cook y especialmente el episodio de su muerte a manos de los hawaianos, el 14 de febrero de 1779, la que marcará al Pacífico como la nueva región del mundo donde habitaban los caníbales.

Una de las versiones de la muerte del capitán Cook cuenta que durante la celebración religiosa del Makahiqui el capitán es sacrificado por los hawaianos que lo identificaron con el dios de la fertilidad Akua Lono, quien había regresado. La muerte ritual del capitán de la expedición generaría un gran impacto en la memoria de la sociedad europea de su época3. Este episodio es adaptado en una secuencia de la película

Piratas del Caribe 2, en donde el capitán pirata Jack Sparrow, interpretado por Depp, es prisionero de los aborígenes Pelegosto, quienes lo consideran un rey-dios y lo están preparando para sacrificarlo y después devorarlo.

. Sparrow sólo consigue escapar de milagro, aprovechando la confusión generada por su tripulación en la isla. La referida escena de los caníbales en Piratas del Caribe sigue los estereotipos y clichés del canibalismo del Pacífico: cómo la tribu nombra a su víctima rey-dios hasta el día del sacrificio, cuando deberá ser cocinado y devorado o cómo, en otras versiones, sacrificado siendo lanzado en un volcán.

El mito del canibalismo en el Caribe se remonta al siglo XV, cuando los europeos arriban a las Antillas; para entonces ésta es la frontera más occidental a la que ellos habían llegado.

La Carta de Colón de 1493 ya describía las maravillas de las nuevas tierras descubiertas -por lo menos para el europeo-, la variedad de la naturaleza y el clima templado. Aunque las antípodas y los monstruos que se pensaban habitaban más allá de las columnas de Hércules, en el Océano Occidental según la tradición antigua y medieval no fueron hallados, tal vez sólo exceptuando las supuestas sirenas que Colón observó a lo lejos, que “[…] no eran tan bonitas como las pintan, y que, de cierto modo, tenían cara de hombre […]”4, en su lugar, el navegante registró una costumbre entre los indios que la tradición occidental abominaba y temía: el consumo de carne humana.

“[...] En estas islas adonde hay montañas grandes ahí tenia fuerza el frío este invierno; mas ellos lo sufren por lacostumbre [y] con la ayuda de las viandas; comen con especias muchas y muy calientes en demasía. Asi que mostruos no he hallado, ni noticia, salvo de una isla que es aquí en la segunda a la entrada de las Yndias, que es poblada de una gente que tienen en todas las islas por muy feroces, los cuales comen carne humana.

Estos tienen muchas canoas, con las cuales corren todas las islas de India [y]roban y toman cuanto pueden [...]”5. En el Diario de Colón, en el episodio del viernes 23 de noviembre de 14926 sería registrado el nacimiento del término caníbal:

“[...] El Almirante navegó todo el día para la tierra, siempre al sur. Sobre ese cabo se sobrepone otra tierra o cabo, que también va para el este, y que aquellos indios que llevaba la llamaron de “Bohio”. Decían que era muy grande y que allá había una gente que tenía un ojo en la frente, y otros que los llamaban de caníbales, de quién demonstraban tener mucho miedo [...]”7. Efectivamente, era la primera vez que, en un documento europeo se hacía mención al término caníbal, que vendría a estigmatizar a los habitantes de las Antillas y de las actuales costas de Colombia y Venezuela, que no se sometieron al dominio ibérico y que finalmente justificarían la Conquista.

Estos indígenas que informaron a Colón sobre la isla “Bohio” eran arawak y usaron el término caniba para referirse a sus enemigos los caribes. Fue por ese intermedio que Cristóbal Colón, durante su viaje inaugural en 1492, la recogió y la difundió en Europa, él es, antes que todo, el inventor del caníbal8.


Dos pueblos disputaban el dominio de las Antillas a la llegada de los españoles -los arawak y los caribes-, estos últimos ya controlaban las Antillas menores, ninguno era autóctono de la región: ambos habían invadido las islas antillanas a partir de América del Sur y exterminado a los pobladores nativos (los ingerís y los arcaicos).

Tainos9 fue el nombre genérico que los arawak recibieron de los españoles, bajo el cual se reunían los diversos grupos indígenas que no pertenecían al grupo lingüístico caribe. El nombre taíno significa “bueno o noble” en arawak; eran agricultores y cultivaban maíz, papa, pimentón, yuca -de la que extraían el cazabe- y la planta del maguey, el “árbol de las maravillas”, que describiera Joseph de Acosta en su Historia Natural y Moral de las Indias. Fabricaban licores dulces y amargos, consumían frutas yalgunas variedades de animales como, por ejemplo, los perros; además cazaban fauna

salvaje y eran hábiles pescadores10.

También fueron ellos los más representados en la iconografía de los nativos del Caribe en los siglos XV y XVI (Imágenes No. 4 y 5). Los artistas de los grabados se inspiraron en su mundo cotidiano y en la tradición medieval para componer por analogía las escenas del Nuevo Mundo, siendo que los elementos que componían estas escenas ya existían antes de la llegada de Colón. Las primeras imágenes de la carta de Colón están basadas en los Insularios y en las tradiciones medievales de los viajes a Occidente: las Hespérides y los viajes de San Brendan11. A partir del contacto con los pueblos amerindios estos esquemas preconcebidos son proyectados, adaptados, repetidos y alterados. Las Imágenes 4 y 5 son dos versiones que representan el desembarco de Colón en la Española; las tierras al Occidente eran representadas como islas en los relatos de viaje medievales y estas influencias permanecen en los xilograbados. Las imágenes se van ajuntando y alterando a medida que el contacto con el Nuevo Mundo se va intensificando; por ejemplo, mientras en el xilograbado de la edición de Basel aparece una galera, en la Imagen No. 5 de Giuliano Datis ya aparecen las tres carabelas de Colón.

Los caribes, a su vez, se destacaron como un pueblo belicoso y cruel. Atacaban las islas habitadas por los tainos para capturar hombres y mujeres, y practicaban rituales antropofágicos, según las versiones de sus enemigos y las crónicas recogidas por los viajeros (Imagen No.6). En esta imagen el caribe es representado con características agresivas, armado, semidesnudo, con la típica deformación craneana, cabellos largos y con la cabeza de una víctima decapitada en su mano, retomando la imagen negativa del siglo XVI que reafirmaba la idea difundida de violencia, salvajería y antropofagia.

La familia lingüística caribe estaba compuesta por un elevado número de tribus, muchas de ellas expansionistas. Sus centros de dispersión fueron las costas del norte y los valles de Colombia, Venezuela, las Guayanas y las Antillas Menores; a la llegada de los españoles la expansión se dirigía a las Antillas Mayores ocupadas por los taínos. Es importante anotar que estas divisiones étnico-lingüísticas tradicionales, que diferencian a taínos y caribes, aún son muy discutibles, generando debates entre historiadores, arqueólogos y antropólogos12. Lo que sí es fundamental en esta división es que se establecen categorías geopolíticas fruto de la observación

etnográfica por parte de los españoles, que plantearonuna clara demarcación entre el indio bueno, edénico e inocente, bases del futuro ‘buen salvaje’, y el indio malo feroz y antropófago, el caribe salvaje13. Para entender las complejidades del origen y uso del termino caníbal se consultó el Diccionario de María Moliner, que al respecto define: “Caníbal: (de “caríbal”) 1. adj. y n. Antropófago de las Antillas. Antropófago en general. 2. adj. Se aplica al animal que come carne de los de su misma especie. 3. (inf.) Bruto o salvaje”14. Caníbal en el Diccionario se aplica al hecho de comer a un miembro de la misma especie y se presenta como un sinónimo o una variante de antropófago. La palabra caníbal como la conocemos hoy en día surge en 1492 de una corruptela del vocablo caribe, que significaba “osado, audaz”; en primer lugar por los arawak para los cuales significaba “enemigo” y después por los europeos, queriendo denotar “comedores de carne humana”. Esta confusión no deja de ser comprensible y factible, si el propio traductor de Colón, Luis de Torres, quien hablaba hebreo, árabe y arameo, no estaba preparado para los dialectos de los pueblos de las Antillas15.

Así, del mismo término se constituyen tres sentidos completamente diferentes para el vocablo caníbal: el caribe, el arawak y el europeo, siendo estos dos últimos, peyorativos. Caníbal estará sujeto a múltiples interpretaciones y reinterpretaciones: para el Caribe significaría osado y audaz; para el taino significará enemigo; para Colón significará coraje y astucia, y para la Corona castellana, antropofagia, barbarie, violencia y desafío16. ¿Pero cómo se llega históricamente a establecer el sentido de caníbal como sinónimo de antropófago? Cristóbal Colón, muy influenciado por los relatos de Marco Polo y Heródoto17, se negaba a creer en la existencia de hombres que se alimentaban de carne humana, prefiriendo creer que el término caníba venía de Khan, es decir súbditos del gran monarca mongol. El concepto positivo de caníbal acuñado por Colón no le sobreviviría, porque estaba vinculado a su mitología personal y a su creencia de haber alcan zado Oriente18. Antes del surgimiento del término caníbal Colón ya había usado el vocablo antropófago en el relato del domingo 4 de noviembre

1492, basado en las informaciones de los tainos sobre los caribes.

Así, la confusión ya estaba armada, antropófago y caníbal acabarían como términos similares. “[...] Entendió también que lejos de allí había hombres de un ojo y otros con hocicos de perros, que eran antropófagos y que, cuando capturaban a alguien, lo degollaban, bebiéndole la sangre y le cortan su natura [...]”19.

Es precisamente esa asociación entre antropófagos, cinocéfalos y aborígenes de las Antillas de Colón la que dio como resultado la famosa viñeta que Lorenz Fries hizo entre 1525 y 1527 para el cosmógrafo Martín Waldseemüller sobre los caníbales con cabeza de perro, representando a los habitantes del Nuevo Mundo (Imagen No. 7).

Estas imágenes sobre el canibalismo fueron realizadas en la primera mitad del siglo XVI y asociaron el consumo de carne humana a banquetes y festines, es decir, al placer gastronómico, como actitudes cotidianas de los amerindios. Tales imágenes no tenían en cuenta la etnografía, separando las costumbres de sus aspectos rituales.

Por lo tanto, cabría formular la siguiente cuestión: ¿cuáles serían las diferencias entre antropofagia y canibalismo? El Diccionario de María Moliner20 no tiene tanta suerte al momento de diferenciar dos conceptos próximos canibalismo y antropofagia, o caníbal y antropófago:

Caníbal: (de “caríbal”) 1. adj. y n. Antropófago de las Antillas. Antropófago en general. 2. adj. Se aplica al animal que come carne de los de su misma especie. 3. (inf.) Bruto o salvaje. Antropófago: (del lat. “anthropophagus”, del gr. “anthrophágos”) adj. y n. Que come carne humana; se aplica particularmente a los miembros de tribus primitivas que lo hacen. Sin o variante Caníbal. Antropofagia: (del gr. “anthropophagía) f. Hábito de comer carne humana. Cualidad del antropófago. Canibalismo: m. Cualidad del caníbal. Circunstancia de existir caníbales”21.

Como se puede observar, dicho diccionario considera los dos términos sinónimos y no establece muchas diferencias. A pesar de las similitudes de canibalismo y antropofagia, ambos consumen carne humana; el Diccionario vincula caníbal y canibalismo a brutalidad y salvajismo. Por lo tanto, si el consumo de carne humana ya es algo terrible, el caníbal gana nuevas connotaciones que amplían aún más su aspecto negativo.

El origen histórico de las palabras puede proporcionar nuevos elementos en esta discusión. En cuanto la palabra antropófago es originaria de la Grecia Antigua y era vinculada a los pueblos que vivían más allá del Mar Negro, que, según se creía, consumían carne humana. Los relatos antiguos sobre antropofagia inician con Ctésias

en Grecia y se difunden con autores latinos como Plínio “el Viejo”22 y Solino, quienes repiten incesantemente las descripciones sobre la existencia de pueblos y sociedades que se alimentaban exclusivamente de carne humana por gusto o por costumbre; mito que pasó a la Edad Media23 y que aún obsesiona a la tradición occidental24.

Por otro lado, caníbal es una palabra no europea, usada para designar un grupo de las Antillas: los caribes, que acabó identificando al individuo que práctica el consumo de carne humana25. La antropofagia se ha vinculado al bárbaro. Los griegos aplicaban el término indiscriminadamente a todos los pueblos que hablaban lenguas diferentes al griego, principalmente a los asiáticos26.

El concepto de bárbaro posteriormente tiene implicacionespeyorativas y acabó asimilado como un antónimo de civilización; de ese modo, la antropofagia, el consumo de carne humana estaría vinculada al peor nivel de barbarie, como lo destaca Claude Kappler “[...] Todos los pueblos considerados salvajes son sospechosos de antropofagia para los viajeros [...]”27.

El mito del caníbal como devorador de carne humana comenzó a ser forjado con Colón y Vespucio, y creció causando profundo espanto y horror en la sociedad europea. Estos comportamientos viciosos y salvajes de los aborígenes, desde la perspectiva occidental, sólo reforzaban la idea de la superioridad del europeo cristiano y justificaba la guerra justa, sus derechos como conquistadores y colonizadores para evangelizar y controlar los nuevos territorios, en la medida en que se necesitaban nativos para la conversión y para mano de obra. En la Real Cédula de 1503 se autoriza a los conquistadores españoles a esclavizar a los indios caribes bajo pretexto de su canibalismo y por haberse opuesto a sus requerimientos “pacíficos”.

Los intentos hechos al aplicar la concepción aristotélica de la esclavitud natural y la guerra justa contra los nativos llevaron a agitados debates en Europa, especialmente en España, porque se pensaba que esta clase de hombres, los indígenas, fue hecha por la Naturaleza para ser esclavos al servicio de señores nacidos libres de una vida de trabajo manual. Autoridades, como el jurista español Juan Ginés de Sepúlveda, no sólo sustentaban este punto de vista con gran tenacidad y erudición, sino que también concluían que los indígenas eran de hecho tan rudos y brutales que era “oportuna y legal” una guerra contra ellos para hacer posible su cristianización28.

Roberto Gambini29 y William Arens están de acuerdo al afirmar que muchos aborígenes que no practicaban rituales antropofágicos, pero que habitaban las áreas de frontera o resistían al europeo conquistador, acabaron catalogados como caníbales, quitándoles su condición humana para justificar su dominación y posterior esclavitud.

El canibalismo se saca del escenario ritual y se le considera como un hecho del que se tiene noticia por boca de terceros. Pero resulta adecuado para relacionar a los pueblos así denominados, en categorizaciones de bárbaros, bellacos, fieras, sepulturas de hombres, que los convertían, a ojos peninsulares, en seres inferiores30.

Antropólogos e historiadores cuestionan la creencia en la antropofagia y hablan de la existencia de un ritual mágico-religioso que enmarca estas prácticas. Así, el concepto de caníbal tendría un sentido ritual, que los europeos convirtieron en sinónimo de antropofagia, con la ingestión de carne humana por gusto, que se consideró un acto repugnante para la civilización occidental.

Esta situación en la práctica en nada se diferencia del animal carroñeroque se alimenta con los despojos de individuos de su propia especie, como un estado peculiar de las sociedades incivilizadas. El canibalismo sería una evidencia de que el grupo que la práctica se encuentra debajo del nivel humano, según el punto de vista del que transmite el episodio.

Uno de estos autores, Silva Galdames, cuestiona el pensar el concepto de antropofagia

como sinónimo de canibalismo basado en el estudio de diferentes contextos rituales de la América prehispánica: “El canibalismo […] tiene como propósito absorber el espíritu que habita en algunos órganos del cuerpo humano en la convicción que así se adquirirán las cualidades y destreza demostradas por un individuo en sus diarias actuaciones y, al mismo tiempo, se evitarán las temidas venganzas”31.

Claude Kappler, apoyado en Mircea Eliade, concuerda con la existencia de un canibalismo ritual, religioso de iniciación, y reconoce que los viajeros no estaban interesados en entender rituales de quienes eran vistos con vicios monstruosos, de costumbres salvajes32.


1. Pirates of the Caribbean: Dead Man’s
Chest. Director: Gore Verbinski.
Disney Pictures, 2006.
2. Pelegosto es el nombre ficticio de
la isla habitada por caníbales en
la película Piratas del Caribe 2. Las
escenas externas de la isla fueron
grabadas en la isla Dominica.

4. “...Ayer, cuando el Almirante iba al
Río del Oro, dice que vio tres sirenas
que saltaron bien alto, encima del
mar, más no eran tan bonitas como
las pintan, y que, de cierto modo,
tenían cara de hombre...” Miércoles, 9
de enero de 1493. Cristovão Colombo,
Diários da Descoberta da América: As
quatro viagens e o testamento (Porto
Alegre: L&PM, 2001), 111

5. Carta de Colón, anunciando la llegada
a las Indias y a la Provincia de Catayo
en: Francisco Morales Padrón,
Teoría y Leyes de la Conquista (Madrid:
Ediciones Cultura Hispánica/ Centro
Iberoamericano de Cooperación,
1974), 153. El resaltado es mío.
6. El Diario de Colón sería publicado
varios años después de la llegada del
primer viaje.
7. Cristovão Colombo, Diários da
Descoberta da América, 79. El
resaltado es mío.
8. Frank Lestringant, O Canibal. Grandeza
e decadência (Brasília: UNB, 1997), 27.
9. El origen étnico y las supuestas
diferencias entre taínos y caribes
forman parte de los debates actuales
que aún están por resolver; algunos
de sus exponentes son Roberto Cassa,
Sebastián Robiou Lamarch, Ercilio
Vento Canosa y Fernando Luna
Calderón, entre otros.

10. Guillermo Giucci, Viajantes do
Maravilhoso. O Novo Mundo (São
Paulo: Companhia das Letras, 1992),
113-114.
11. Yobenj Aucardo Chicangana-Bayona,
“IMAGO GENTILIS BRASILIS. Modelos
de representação pictórica do índio
da Renascença”, vol. 1 (tesis de
Doctorado en Historia, Universidade
Federal Fluminense, UFF, 2004), 237.

12. Entre otros autores están:
Sebastián Robiou Lamarch, taínos
y caribes. Las culturas aborígenes
antillanas (Madrid: Editorial Punto
y Coma, 2003) y Roberto Cassa,
Los indios de las Antillas, Colección
Pueblos y lenguas Indígenas (Quito:
Editorial Abva Yala, 1995).

13. Paolo Vignolo, “Hic sunt canibales:
El canibalismo del Nuevo Mundo en
el imaginario europeo (1492-1729)”,
Anuario Colombiano de Historia Social y
de la Cultura 32 (2005): 162.
14. María Moliner, Diccionario de uso del
español (Madrid: Ed. Gredos, 1999), 495.
15. Yobenj Aucardo Chicangana-Bayona,
“IMAGO GENTILIS BRASILIS” vol. 1, 218.
16. Guillermo Giucci, Viajantes do
Maravilhoso, 114.
17. Peter Hulme, Colonial Encounters.
Europe and the native Caribbean,
1492-1797 (Londres/Nueva York:
Routledge, 1992), 20-21.
18. Frank Lestringant, O Canibal, 32.
19. Cristovão Colombo, Diários da Descoberta
da América, 71. Traducción mía.
El nacimiento del Caníbal: un debate conceptual
historia


20. Fue seleccionado este Diccionario
para percibir cómo son
comprendidos y diferenciados
actualmente estos términos fuera del
ámbito académico y para un público
general.
21. María Moliner, Diccionario de uso del
español, 199, 200 y 495.
22. Cayo Plinio Segundo, Historia Natural
Libros VII y VIII (Madrid: Visor
Libros, 1999), 302-430.
23. Isidoro de Sevilla, Etymologiarum II. Libro
XVI (Madrid: BAC, 1982), 12-55. Agustín
de Hipona, La ciudad de Dios. (México:
Editorial Porrúa, 1985), 361-375.
24. Paolo Vignolo, “Hic sunt caníbales”,
151-188.
25. Así lo comenta Peter Hulme al hacer
un estudio semántico de los términos
antropofagia y canibalismo: “But the
histories of the two words are very
different. ‘Anthropophagi’ is, in its
original Greek, a formation made up
of two pre-existing words (‘eaters/
of human beings’) and bestowed by
the Greeks on a nation presumed to
live beyond the Black Sea. Exactly the
opposite applies to ‘Cannibals’, which
was a non-European name used to
refer to an existing people - a group
of Caribs in the Antilles. Through
the connection made between that
people and the practice of eating the
flesh of their fellow - creatures, the
name ‘Cannibal’ passed into Spanish
(and thence to the other European
languages) with that implication
welded indissolubly to it. Gradually
‘cannibal = eater of human flesh´
became distinguished from ‘Carib=
native of the Antilles’, a process only
completed (in English) by the coining
of the general term ‘Cannibalism’,
for which the first Oxford English
Dictionary´s entry is dated 1796”.
Peter Hulme, Colonial Encounters, 15.
26. “Long before the ancient Greeks
invented the word ‘barbarian’ to
describe the Scythians and other
peoples who different from them in27. Claude Kappler, Monstros, Demônios
e Encantamentos no fim da Idade Média
(Rio de Janeiro: Martins Fontes,
1994), 230.
28. Lewis Hanke, Aristóteles e os Índios
Americanos (São Paulo: Livraria
Martins, s/d.), 32.
29. Roberto Gambini, Espelho índio. A
formação da alma brasileira (São Paulo:
Axis Mundi/Terceiro Nome, 2000),
111-119.
30. Osvaldo Silva Galdames, “El mito
de los comedores de carne humana
en América”, Revista Chilena de
Humanidades 11 (1990): 72.
not subscribing to the ideals of Greek
culture, other civilized men had
expressed similar sentiments towardYobenj
alien peoples with whom they came
into contact”. W. R. Jones, “TheYobenj
image of the Barbarian in Medieval
Europe”, Comparative Studies in society


Yobenj Aucardo
Chicangana Bayona

Profesor Asociado del Departamento de Historia, Facultad de Ciencias Humanas y Económicasde la Universidad Nacional de Colombia, Medellín, Colombia. Doctor en Historia de laUniversidade Federal Fluminense, Niterói, Brasil. Áreas de interés: la historia iberoamericanasiglos XVI-XVII, la historia de Colombia colonial, la historia del arte y las fuentes audiovisualespara el trabajo del historiador. Entre sus investigaciones principales están: “La pinturacolonial de Gregorio Vásquez de Arce y Ceballos (S.XVII)” y “Representación del indio enlas artes visuales del siglo XVI”. Compilador del libro Historia, cultura y sociedad colonial siglosXVI-XVIII. Temas, problemas y perspectivas. Medellín: Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín - La Carreta Editores, 2008; coautor de El ofício del pintor: Nuevas miradas sobre la obrade Gregorio Vásquez, editado por Constanza Toquita. Bogotá: Ministerio de Cultura - Museo deArte Colonial - Museo Iglesia Santa Clara, 2008. Entre sus artículos recientes se destacan: “DoApolo de Belvedere ao guerreiro tupinambá: etnografia e convenções renascentistas”. História.Revista de la UNESP SP: Brasil 25 (2006): 15-47; “El festín antropofágico de los indios tupinambáen los grabados de Theodoro de Bry, 1592”. Fronteras de la Historia 10 (2005): 19-72. yachican@
unalmed.edu.co; yobenj@gmail.comand history 13 (1971): 376.

Consulta: Revista Universidad de Los Andes