jueves, 26 de febrero de 2009

Rescatemos el significado de nuestra Bandera

Juan Tomás Taveras Rodríguez

En el denominado mes de la patria (que comienza el 26 de enero día del natalicio de Juan Pablo Duarte, hasta el 27 de febrero día de nuestra Independencia), he visto con preocupación y me ha hecho reflexionar el escaso uso de nuestra bandera frente a las residencias y edificaciones como muestra de orgullo de ser dominicano.

En realidad no es que esto nos muestre el verdadero valor o significado que debe tener nuestra bandera, pero si es una forma de las tantas de mostrar nuestro orgullo de ser dominicanos, de valorar la historia recordando a aquellos que hicieron posible la República Dominicana y que nos llamemos dominicanos.

La bandera es el símbolo que nos representa como nación, como país y que nos diferencia a la vez de las demás naciones.

También me preocupa el hecho de que muchas instituciones presentan una bandera deteriorada, descuidada, que muestra por un lado el desinterés y el escaso sentimiento patriótico, por otro lado, la falta de conocimiento de nuestra historia, del sacrificio y la perdida de tantas vidas humanas que hicieron posible el que hoy seamos República Dominicana.

Al parecer los esfuerzos hechos por las autoridades políticas de hoy no son suficientes, las tantas instituciones que hoy debemos velar por el resguardo de los símbolos patrios no estamos teniendo éxito, dejando difuso el legado histórico de nuestros patricios, a nuestras generaciones venideras, por parte de los actores que hoy tenemos la responsabilidad de enseñarles a los mas jóvenes y revivirles recordándoles la historia.

Luchar por cambiar esta situación y prevenir que olvidemos nuestra historia y a los fundadores del país, es responsabilidad de todos; en primer lugar del Estado y sus autoridades, como los educadores, a quines la ley y sus funciones se lo obligan, en segundo lugar de las personas que fueron testigos de la historia, en tercer lugar de los padres y tutores y en cuarto lugar de los medios de comunicación que ahora más que nunca son el cuarto poder como bien definiera en la época de la revolución francesa Edmund Burke por su gran influencia desde ese entonces.

Cada minuto, cada hora, cada día, es necesario para reverenciar y rendir honor a nuestros patricios, a nuestros héroes, a todos y cada uno de los que sacrificaron su vida para que nuestra sociedad esta congregada en un país, República Dominicana. Además para mantener viva la historia, nuestros orígenes, es responsabilidad de todos trabajar por revivir el valor, el patriotismo, el sacrificio, la esperanza y la fe de nuestros héroes patrióticos. Es por ello que entendemos que no debemos ondear ni exhibir en nuestros hogares y oficinas, nuestra bandera tricolor en un día determinado, sino todos los días, los 365 días del año.

El uso de las banderas en el mundo data desde las primeras civilizaciones, habiéndose conocido como muestra de ello cerámicas muy antiguas encontradas, las mismas simbolizaban el dominio de las tierras, la representación de las naciones, símbolos de conquistas, de herencias, de imperios, de culturas que se transmitían de una civilización a otra. Hoy día esto no es diferente. En todos los grandes eventos y en todos los encuentros nacionales e internacionales de trascendencia, sobresalen las representaciones de las banderas como distintivos y símbolos de cada país. También las instituciones se representan por banderas y escudos al igual que los países. En todos los rincones de la tierra las banderas son símbolos de orgullo, de distinción, de soberanía, la bandera es como la marca de cada país.

De acuerdo a los escritos de Francisco Berroa Ubiera, el uso de la primera bandera dominicana se hizo el 16 de julio de 1838 durante el juramento de los trinitarios, como distintivo patrio en la isla Hispaniola (colonia española). La bandera española se uso en la isla desde el 6 de diciembre de 1492 hasta 1795; del 22 de julio de 1795 hasta el 1809 se utilizo la francesa, ya que a partir del 20 de septiembre de 1697 se divide la isla en Saint Domingue, Haití, que pertenece a Francia y Santo Domingo que pertenece a España, parte que corresponde a lo que hoy es República Dominicana.

Desde el 8 de julio de 1809 hasta 30 de noviembre de 1821, se utilizó nuevamente la bandera española. Desde el diciembre de 1821 hasta 9 febrero de 1822 se utilizó la bandera de la gran Colombia (conformada por New Granada, Venezuela y Ecuador). Desde el 9 de febrero del 1822 hasta 1843 se utilizó la bandera haitiana, y del 1843 al 17 de febrero de 1844 se utilizó la otra bandera haitiana (a causa del derrocamiento de Jean Pierre Boyer).

Desde el 27 de febrero del 1844 hasta el 6 de noviembre de ese mismo año, se utilizó uso la primera bandera dominicana en la cual dos cuadros superiores eran azules y los inferiores rojos; desde el 6 de noviembre de 1844 hasta el 18 de marzo de 1861 se utilizó la segunda bandera dominicana que lleva el escudo de armas y los colores azul y rojo intercalados. Desde el 18 de marzo de 1861 al 14 de septiembre de 1863 de nuevo se utilizó nuevamente la bandera española y de septiembre de1863 se comenzó a utilizar la bandera dominicana hasta nuestros días.

De acuerdo a José Gabriel García, nuestra bandera, es una combinación de la bandera haitiana y de la bandera francesa, con una cruz blanca en el centro que divide los colores, simbolizando la unión de las razas por la civilización y el cristianismo. Las damas Concepción Bona, María Trinidad Sánchez, Isabel Sosa entre otras más, confeccionaron la primera bandera dominicana usada por primera vez en la juramentación de los trinitarios y por segunda ocasión, el 27 de febrero de 1844, día de nuestra independencia.

García destaca que Duarte eligió los colores de la bandera, simbolizando con el blanco la cruz latina, la unión y la santidad; y los demás colores, el rojo la sangre derramada por los patriotas en la lucha por la libertad; y, el azul representa el color del cielo.

Un poema de Duarte muestra lo antedicho: "La unidad de las razas", en el que se lee: "Los blancos, morenos, cobrizos, cruzados, marchando serenos, unidos y osados, la Patria salvemos de viles tiranos, y al mundo mostremos que somos hermanos".

También lo deja claro el poeta Ramón Emilio Jiménez y autor del “Himno a la Bandera”, que dice:

Ya empezó su trabajo la escuela
Y es preciso elevarte a lo azul,
Relicario de viejos amores
Mientras reine la mágica luz.

Nos sentimos arder a tu influjo
La luz viva de un fuego interior
Cuando flotas alegre, besada
Por los cálidos rayos del sol.

¡Dios! Parece decir, ¡Oh Bandera!
La sublime expresión de tu azul;
¡Patria el rayo de vívida llama;
¡Libertad! Dice el blanco en la cruz.

Mientras haya una escuela que cante
Tu grandeza, bandera de amor.
Flotarás con el alma de Duarte,
Vivirás con el alma de Dios.

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