Abigail GarcíaCientíficos demuestran que la naturaleza se escribe
con lenguaje matemático
EFE
La famosa cita de Newton "la naturaleza está escrita con el lenguaje de las matemáticas" se ha demostrado cierta estos días en el Congreso "Matemáticas y fuego", que se celebra en Zaragoza, en el que los científicos exponen modelos matemáticos que permiten predecir el comportamiento de los incendios.
El congreso, organizado por el Instituto Universitario de Matemáticas (IUMA), reúne en la capital aragonesa a unos dieciséis conferenciantes especialistas en la materia de todo el mundo.
Como ha explicado a Efe el director del IUMA, Antonio Elipe, las matemáticas nacieron con una función aplicada, por ejemplo, para poder contar las ovejas que se poseían, y en la actualidad se siguen aplicando para multitud de funciones básicas para la sociedad.
Además, ha declarado que casi todos los fenómenos de la naturaleza tienen unas ecuaciones que los rigen, y por ello el año pasado la conferencia se dedicó a hablar sobre las matemáticas y el agua -coincidiendo con el tema de la Exposición Internacional de 2008- y se estudió desde el comportamiento del agua en regadíos, hasta problemas que pueden surgir en las rías.
Elipe ha explicado que incluso en el caso de que se desprenda una ladera y caiga sobre un embalse, se puede saber con bastante exactitud cómo va a afectar esa cantidad de agua que sale desbordada y qué impacto va a tener sobre las poblaciones aguas abajo.
Asimismo, ha explicado que en la jornada de ayer se abordó un caso concreto sobre la propagación de incendios: el de las Torres Gemelas de Nueva York.
En una parte de la pantalla de la sala se podía ver el suceso en tiempo real y cómo evolucionaban las llamas, y en la otra parte de la pantalla los cálculos hechos por el ordenador en función de la temperatura, la cantidad de queroseno que llevaban los aviones o el viento que se registraba en esos momentos en la ciudad, y se pudo observar como había prácticamente una coincidencia.
"Se puede ver la belleza de las matemáticas en la naturaleza a poco que nos esforcemos en ello", ha asegurado Elipe, ya que está presente en casi todo lo que nos rodea.
Por ejemplo, la razón áurea -o divina proporción- aparece en las proporciones de los lados de una hoja, en la espiral que describe la concha de una caracol o en los anillos que surgen tras la poda de una palmera.
El hecho de que las matemáticas puedan predecir estos comportamientos puede ayudar a los científicos a conocer y predecir mejor la naturaleza..
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