¿Por qué Duarte?
Adriano Miguel Tejada
diariolibre.com.
En la mente de muchos es posible que
todavía divague la idea de que Juan Pablo Duarte fue un soñador, un "joven
inexperto" que puso en marcha un movimiento que no pudo controlar y que
luego, depresivo y desalentado, se fue del país y fue olvidado.
Sin embargo, es todo lo contrario. La
memoria de la gesta que realizó cuando prácticamente nadie creía que era
posible, nunca dejó de vivir en lo más profundo del alma dominicana.
Por diez y siete años, la independencia
nacional fue una realidad, y cuando un "inconsulto caudillo" nos
vendió a España, sin quererlo, resucitó a Duarte, quien volvió de Venezuela a
rescatar su idea.
A partir de ahí, la República Dominicana
ha seguido viva y viable y el concierto de las naciones del mundo.
Se podrá objetar que las ideas de Duarte
pertenecen a otra época. De nuevo se equivocan quienes piensen así. Duarte es
más actual que nunca, ahora que tanto se necesita un referente moral y ético;
ahora que tanto se necesita su ejemplo de honestidad administrativa; ahora que tanto
se necesita de la generosidad que derrota al individualismo rampante.
Juan Pablo Duarte es más guía que nunca
en la oscura noche de nuestras desventuras institucionales. El hombre que
somete sus ambiciones al deseo de unión de todos los dominicanos. El que no
discrimina por raza, ni credo y que puso sobre la sangre y el cielo de nuestra
bandera, la cruz de la redención.
¿Por qué Duarte? Porque nunca ha sido
tan necesario.
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