17 de Junio: Día Mundial
de la Lucha contra la Desertificación y la Sequía.
Celebración establecida el
19 de Diciembre de 1994 por Resolución Nº 49/155 de la Asamblea General de la
ONU que busca sensibilizar a la opinión pública respecto de la necesidad de
cooperación internacional para luchar contra la desertificación y los efectos
de la sequía. Recuerda la firma de la Convención el 17 de Junio de 1994.
El problema de la
desertificación surge por el desequilibro entre ecosistema natural y el sistema
socio-económico que utiliza sus recursos. Aparecen entonces en juego el
seguimiento del cambio climático, el respeto de la biodiversidad y el manejo
sustentable de los recursos naturales. http://dsostenible.com.ar/calendario.html
Somos un gran peso para el
planeta
Hemos colonizado todos los
continentes excepto la Antártida, y extraemos nuestras riquezas (cultivo y
ganado, petróleo y minerales, madera y pesca) de todos los rincones del
planeta. Todas las decisiones que tomamos, desde los alimentos que comemos
hasta el lugar donde vivimos o el medio que usamos para ir al trabajo o a la
escuela, afectan al mundo que nos rodea. La demografía y la economía son los
dos motores principales de la huella humana. Por término medio, la población de
los países ricos usa más de diez veces los recursos que la de los países
pobres. Puesto que la población y la riqueza continúan creciendo, harán falta
mucha imaginación y una gran dedicación para lograr controlar el impacto humano
sobre el medio ambiente.
La medida del impacto
Mediante datos sobre el
uso del suelo, población, carreteras y red eléctrica, se ha cartografiado la
intensidad de nuestro impacto en el mundo. Nuestra huella es especialmente
profunda allí donde somos más numerosos y nuestro consumo es máximo.
La agricultura remodela el
paisaje
Los cultivos ocupan más de
15 millones de kilómetros cuadrados en todo el mundo, (la extensión de América
del Sur) y los pastos para el ganado cubren el doble de espacio. La demanda
sigue creciendo, pero las praderas y sabanas con más potencial productivo ya
están siendo cultivadas con cereales, algodón y otros productos. Los bosques,
que ocupan un tercio de las tierras emergidas, son la siguiente fuente de
nuevos terrenos para el cultivo.
La deforestación con fines
agrícolas avanza con particular ímpetu en los trópicos, sobre todo en
África y en América Central y del Sur.
La expansión agrícola incrementa la producción mundial de alimentos, pero sus
efectos ecológicos pueden llegar a ser
devastadores para nuestro planeta.
“Obviamente, el problema
Clave que se le planteará a la humanidad en el próximo siglo será cómo mejorar
la calidad de vida…sin destruir por completo el medio ambiente en el Intento”
E.O. Wilson – Biólogo
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