domingo, 22 de abril de 2012

Día de la Tierra









Hoy domingo 22 de abril se cumplen cuarenta y dos años de un evento ciudadano que marcó el rumbo mundial del ambientalismo. Ese día, más de un millón de jóvenes de secundaria y preparatoria (high-school y college) de los Estados Unidos se reunieron en la explanada entre el Capitolio y el monumento a Lincoln, en Washington, Distrito de Columbia, para expresar su angustia y descontento por la situación que guardaba el medio ambiente en los Estados Unidos.

Convocados por el humanista y senador demócrata Gaylord Nelson, jóvenes de todos los rincones del país acudieron a expresar su deseo de encontrar una forma de vivir bien y en armonía con la naturaleza.

Fue la manifestación ciudadana no convocada por un partido político más grande en la historia de los Estados Unidos. Se inició el Ambientalismo. De ese evento surgió la agencia de protección ambiental EPA y las Naciones Unidas convocaron, dos años después, la primera cumbre sobre medio ambiente de la historia, la “Conferencia de Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano”.

Ese 22 de abril del 1970 estaba yo estudiando química en la Escuela Superior Técnica de Múnich, Alemania, y al enterarme de este movimiento ciudadano fue un hecho que habría de cambiar mi vida para siempre. Mucha agua ha corrido en los ríos desde entonces, pero el balance de lo obtenido por estos jóvenes es positivo y ha marcado la vida de cada uno de nosotros, tal y como te lo presento en este resumen que se está difundiendo a nivel mundial:

La primera manifestación tuvo lugar el 22 de abril de 1970, promovida por el senador y activista ambiental Gaylord Nelson, para la creación de una agencia ambiental. En esta convocatoria participaron dos mil universidades, diez mil escuelas primarias y secundarias y centenares de comunidades. La presión social tuvo sus logros y el gobierno de los Estados Unidos creó la Environmental Protection Agency (Agencia de Protección Ambiental) y una serie de leyes destinadas a la protección del medio ambiente.

En 1972 se celebró la primera conferencia internacional sobre el medio ambiente: la que se llamaría Conferencia de Estocolmo y cuyo objetivo fue sensibilizar a los líderes mundiales sobre la magnitud de los problemas ambientales y, de esta manera, se instituyeran las políticas necesarias para erradicarlos en las naciones del mundo.

Por su parte, las Naciones Unidas celebran el Día de la Tierra cada año en el equinoccio invernal (alrededor del 21 de marzo). El 26 de febrero de 1971, el secretario general U Thant firmó una proclamación a ese efecto. Al momento del equinoccio suena la Campana de la Paz en la sede central de la ONU en Nueva York, evento que marca y recuerda a los ciudadanos, gobiernos y estados el compromiso para cuidar el medio ambiente.

El Día de la Tierra es una fiesta que pertenece a la gente y no está regulada por una sola entidad u organismo; tampoco está relacionado con reivindicaciones políticas, nacionales, religiosas, ideológicas ni raciales.

Por esto, durante el Día de la Tierra se reflexiona sobre la importancia del agua, el vital líquido que es indispensable para la vida de todas las especies del planeta, incluida la humana, y para recordar que de toda el agua que existe en el planeta, sólo el 2% es potable y es utilizada para el consumo humano.

En otras aristas, también el Día de la Tierra apunta a la toma de conciencia de los recursos naturales del planeta y su manejo sustentable, a lograr una mejor educación ambiental y a la participación como personas ambientalmente conscientes. Una reverencia por la vida y las fuentes de nuestro ser...”.

Por esto, quiero resaltar algunas de las iniciativas para este Día de la Tierra más relevantes, para que te sumes a ellas y hagamos juntos la diferencia.

De esta manera, una de éstas es la del Worldwatch Institute, una de las organizaciones de la sociedad civil surgidas a partir de ese 22 de abril el 1970 en los Estados Unidos y que se convirtió en un referente serio de la gestión ambiental de las sociedades globales, a través de la iniciativa “Enriqueciendo al Planeta” identificó quince innovaciones agrícolas que pueden cambiar el destino de la humanidad.

Te presento aquí, por las restricciones de espacio, las cuatro más importantes, con la invitación de que las conozcas más a detalle a través de la página www.nourishingthePlanet.org.

En Brasil, el programa de adquisición de alimentos orgánicos a precios justos para garantizar la nutrición de 20 millones de habitantes de zonas marginadas.

Reduciendo el desperdicio de alimentos. La FAO, organización de alimentos y agricultura de Naciones Unidas, considera que el treinta por ciento de toda la comida producida para consumo humano se desperdicia. La organización ciudadana City Harvest en Nueva York acopia 14 millones de kilogramos de alimentos desperdiciados por año, y los hace llegar a seiscientos programas locales de alimentos.

Domando el potencial económico y nutricional de los vegetales. La organización Comida Lenta Internacional (en contraposición a la Comida Rápida) está promoviendo exitosamente nuevos hábitos de alimentación orgánica balanceada.

Alimentando Ciudades. Considerando que los pobres de los pobres emplean el 80% de su ingreso diario para comprar alimentos, esta organización de la sociedad civil, llamada Solidaritès promueve entre las mujeres los microcréditos para una alimentación asegurada.




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