"Ahora estamos pasando una luna de miel. Lo peor vendrá en octubre"
El psicólogo Alberto Iturra Benavides relata su trabajo con los 33 mineros chilenos atrapados
FRANCISCO PEREGIL (Enviado especial) - Mina San José (Chile) - 03/09/2010
El psicólogo Alberto Iturra Benavides vive desde hace 11 años en Caldera, el pueblo más próximo a la mina San José, a sólo 35 kilómetros del yacimiento. Fue reclamado por el Gobierno para atender a las familias desde el ocho de agosto, apenas tres días después del derrumbe. Todas las tardes a las tres, nueve de la noche en la España peninsular, charla con ellos por espacio de una hora. Tiene 60 años y es de natural alegre, no disimula el buen ánimo cuando se dirige a cualquiera de los 33 hombres que llevan cerca de un mes sepultados a 700 metros bajo tierra. Sin embargo, con ellos procura medir mucho sus palabras. "Si me preguntan que cómo estoy, siempre les digo que estupendamente. Si insisten en saber por qué, les respondo que es porque ya falta un día menos para el abrazo. De modo que nunca les doy fecha concreta, pero ellos se mentalizan de que esto va para largo".
- Los protagonistas
- Cómo cuidar a 33 hombres varios meses bajo tierra... sin que se depriman
- Expertos de la NASA viajarán la próxima semana a Chile para asesorar a los mineros
- Localizados con vida 33 mineros sepultados hace 17 días en Chile
- Los técnicos tardarán tres meses en rescatar a los 33 mineros atrapados
- Enterrados a 700 metros... y con problemas de alcohol
- La NASA crea un ciclo día-noche en la mina de Chile
"He aprendido mucho con las aportaciones de la NASA"
"He pedido a las mujeres de los 33 que para las videoconferencias se pongan lo más feas posibles"
Todas las cartas que escriben los familiares son supervisadas por un equipo de apoyo a las familias que se coordina con Iturra. "La supervisión del contenido es innegociable. Yo no puedo permitir, que aunque sea de broma, uno de arriba le mande un mensaje a otro de abajo que pueda generar enfrentamientos y mal ambiente", señala.
Iturra reconoce que en los dos días que ha trabajado junto al psicólogo de la NASA, que llegó el miércoles a la mina junto a otros tres miembros de la agencia espacial, ha aprendido mucho. "Especialmente, acerca de los ritmos circadianos o biológicos. Hay como 20 sistemas del cuerpo condicionados por la forma en que se ordena nuestra vida a través de la luz del día y de la noche. De esto me acabo de enterar esta mañana, claro. Ellos tienen varios grupos de investigadores trabajando en distintas universidades desde hace muchos años. Conocen muy bien los protocolos. Y la conclusión es que puedes evitar muchos estados de ánimo negativos si sabes regular bien esos ambientes. Pero no será fácil. Vamos a encargar unas luces especiales, que seguramente se fabricarán en Estados Unidos, para crear las condiciones ambientales. Tienen que ser muy precisas, hay que graduarlas milimétricamente minuto a minuto, día a día, para no dañarles la vista. Nos vamos a encontrar un gran problema que tendremos que resolver junto a los ingenieros de mina: en una nave, con apagar ciertas luces, ya tienes el ambiente de noche. Pero allá abajo habrá dos turnos de trabajo. Y tendrán que estar separados muy claramente. No será fácil, pero lo vamos a conseguir".
"No ha habido ninguna depresión"
El ministro de Salud, Jaime Mañalich, declaró hace menos de una semana que cinco mineros sufrían depresión. Y el jueves señaló que todos se encontraban "fuertes como una roca, de cuerpo y de alma". Así que lo primero que han preguntado los expertos de la NASA a Iturra es si alguno de los 33 está deprimido. "Y les he dicho que no. Si hubieran atravesado una depresión, que es una cosa muy seria, y se hubieran recuperado sólo en un par de días... entonces yo no sería psicólogo, sería mago. Afortunadamente, no ha habido ninguna depresión. Sólo momentos mejores y peores. Antes se alegraban con cualquier medida de agua que les llegaba. Y ahora que tienen camas, piden cobijas; es lógico."
El psicólogo envió a los mineros algunos libros de autoayuda (Tus zonas erróneas y Cómo superar la timidez) que extrajo de su propia biblioteca. Ahora prepara para ellos algunos cursos de capacitación. "En estos momentos vivimos una especie de luna de miel. Todos están contentos. Esa situación se prolongará, probablemente a lo largo de este mes, pero en octubre llegará la etapa más difícil. Y mi misión es adelantarme a ella. Les vamos a impartir unos cursos de enfermería de choque o de combate que les puede venir muy bien en caso de emergencia. Y también, cursos de oratoria para que sepan manejarse con las entrevistas que tendrán que afrontar cuando salgan afuera".
El problema para Iturra es que debe acoplar su trabajo a los distintos planes de rescate que se pondrán en marcha. "Ahora hay un plan A y un plan B. Pronto vendrán el C y el D. Y cada uno de ellos contempla un tiempo de salida distinto. Aún no se sabe exactamente cuándo saldrán. Así que habrá que ir improvisando sobre la marcha. Pero a veces, las mejores medidas psicológicas son las más sencillas. Un día me encontré muy preocupado a un minero porque no podía hablar con su mujer. Así que conseguí otro teléfono, conecté una especie de altavos y los puse en comunicación. ¡Ya está!".
Colaboración con la NASA
Los expertos de la NASA han aconsejado a Iturra trabajar a fondo para prevenir el posible desencuentro que se producirá entre los familiares y los mineros cuando salgan a la superficie. "La experiencia de los gringos les dice que la persona que ha vivido aislada maneja unos tiempos vitales totalmente distintos a su familia. Las esposas y las compañeras en este tiempo están afrontando solas situaciones muy difíciles. Y hay que tener en cuenta que ya no va a salir el mismo minero que entró. Saldrá una persona distinta, para bien o para mal. Y nuestra labor es que puedan encontrarse".
Respecto al alcohol y a los fastos del bicentenario que se celebran en el país el próximo 18 de septiembre, Iturra lo tiene claro: "No habrá copita de vino. Sé que no habría ningún problema si cada uno bebiera su copa. Pero no me puedo arriesgar a que haya apuestas entre ellos y alguno se beba su parte y la de otros".
A través de Internet Iturra ha recibido la asesoría técnica de unos 90 psicólogos. "Y para mí supone mucha satisfacción el hecho de que la gente de la NASA nos diga que los pasos que hemos ido dando hasta ahora han sido muy atinados". Iturra se ha esforzado especialmente en evitar el aislamiento de cualquiera de los 33. Por eso los dividió en grupos de tres. Y por eso, los reproductores de música que les envía van sin auriculares.
En cuanto a la posible abstinencia sexual de los mineros, Iturra le quita importancia. "Todos hemos atravesados la adolescencia... Dentro de pocos días podrán conversar en videoconferencias con sus esposas. Yo les he pedido a ellas que procuren ponerse lo más feas posibles. Y conforme se vaya acercando la fecha de salida, que se arreglen bien y se pongan guapas. Se los digo en broma, pero también en serio".
Fuente> El Pais
No hay comentarios:
Publicar un comentario