El presidente de la República de Kiribati, un pequeño Estado, que se está sumergiendo en el Océano Pacífico, exhortó a los ciudadanos a prepararse para un desplazamiento.
El mandatario, Anote Tong, está seguro de que el Gobierno tiene que planear la evacuación de los ciudadanos del país en caso de que, como resultado del calentamiento global, el nivel del océano suba tanto que inunde la isla. Tong no precisó a qué lugares podrían moverse los ciudadanos. Actualmente la población de la antigua colonia británica está integrada por cerca de 100.000 personas.
Tong informó sobre la situación ecológica de su país en el marco de la conferencia sobre el cambio climático, celebrada el 10 de noviembre en la capital, Tarawa Sur. Además de los países que ya se enfrentan a la amenaza de desaparecer bajo el agua, estaban representados en la reunión Brasil, China, EE. UU. y Japón, entre otros.
El territorio de Kiribati está formado en su mayoría por arrecifes de coral. La mayor parte del archipiélago asciende tan solo dos o tres metros sobre el nivel del mar. En 2009 los científicos advirtieron que hasta finales del siglo XXI el nivel del océano subirá unos 1,1 metros y en este caso este área (así como otras de Oceanía) desaparecerán durante los próximos 50 años.
Antiguamente, las lagunas de las islas estaban protegidas del mar, pero ahora los vientos vienen desde otra dirección. Las mareas ascendentes y las tormentas fuera de temporada también se producen con frecuencia, las costas acusan la erosión y los jardines de los habitantes de las islas se van destruyendo.
A todos estos problemas hay que sumarle largos periodos de sequía. Esto, combinado con la intrusión del agua salada, conlleva la muerte de los cultivos. E incluso los pozos se convierten en salados. Sin agua dulce no puede haber vida.
En la opinión de Tong, los representantes de los países con altos niveles de emisión de gases de efecto invernadero pudieron comprobar durante su visita las consecuencias del cambio climático. A su vez, el consejo nacional de las iglesias de la ínsula afirmó que la comunidad mundial debería ocuparse de aquellos que están obligados a abandonar sus casas debido a las alteraciones del clima.
El resultado de la conferencia en Tarawa ha sido la Declaración de Ambo, firmada por 12 países: Kiribati, las Islas Salomón, Tonga, las Islas Maldivas, Cuba, Brasil, Fiji, Japón, China, las Islas Marshall, Nueva Zelanda y Australia, mientras que Estados Unidos, Reino Unido y Canadá prefirieron actuar como observadores y no firmar el documento.
La Declaración de Ambo expresa su profunda preocupación por el lento desarrollo de las negociaciones internacionales para alcanzar un acuerdo que permita enfrentar el cambio climático y exhortó a que en la conferencia de Cancún -que arrancará a finales de noviembre- se apruebe un conjunto de medidas de urgencia, para ayudar a los países más vulnerables a las alteraciones del clima a resistir al impacto.
La reunión en Tarawa se celebró de cara a la conferencia sobre los problemas del clima que tendrá lugar en la ciudad mexicana de Cancún entre el 29 de noviembre y el 10 de diciembre de 2010, en la que los delegados esperan alcanzar un acuerdo sobre la reducción de las emisiones de los gases que causan el cambio climático. Se espera que el futuro tratado reemplace el Protocolo de Kioto, que expira en diciembre de 2012.
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