Gobiernos no son conscientes del valor de sus bosques. Chile no es la excepción
Según un reciente informe de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, una mayor evaluación del valor de los bosques incidiría en la mejora de las condiciones de vida de los más pobres.
Un informe desarrollado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) afirmó que los países en desarrollo podrían lograr enormes beneficios si aumentaran la inversión en sus bosques y compartieran su cuidado y manejo con las comunidades locales.
La ONG señaló que los bosques, generalmente, se valoran de acuerdo a su principal recurso comercial: La madera. No obstante, se olvida que las masas forestales concentran cerca del 80% de la biodiversidad terrestre, a lo que la agrupación agrega que los bosques “suministran a las economías nacionales y a la economía mundial una amplia gama de servicios ecosistémicos, como por ejemplo, agua salubre, protección contra las inundaciones y otras catástrofes naturales, por un valor estimado en más de 720.000 millones de dólares anuales”.
En el Informe se señala que los gobiernos al asignar sus fondos públicos, “no toman en cuenta (…) el rendimiento económico de la inversión en la gestión local de actividades forestales”, perdiendo una importante oportunidad de invertir en superación de la pobreza y el desarrollo sustentable. “Nuestro trabajo demuestra que tener a la población rural a cargo de la gestión de los recursos forestales es una buena inversión pública”, afirmó Lucy Emerson, coautora del informe, en conferencia de prensa.
En el contexto de la celebración del Año Internacional de los Bosques, la UICN recuerda que unos 1.500 millones de personas, de los cuales la mitad viven con menos de un dólar al día, dependen de los bosques para su subsistencia, a lo que hay que sumar otros productos derivados de los bosques, como combustibles, medicinas o alimentos, que en total alcanzan los 130.000 millones de dólares.
Emerson reitera que la eliminación de barreras legales para constituir administraciones locales que gestionen el manejo de los bosques, puede ser un primer paso para lograr beneficios de éstos. Recordó que, actualmente, sólo el 25 por ciento de la masa forestal en las naciones en desarrollo se encuentra en manos de comunidades locales, no obstante menos de la mitad de los miembros de estos grupos cuentan con título de propiedad sobre la tierra que, en teoría, debieran gestionar.
NUEVO SERVICIO DE BIODIVERSIDAD PERMITIRÍA TALA “LEGAL” DE BOSQUES
Respecto a Chile, la situación del cuidado y mantención de las masas boscosas queda en entredicho según un comunicado de prensa de Greenpeace, si se llega a aprobar el texto del proyecto que crea el Servicio de Biodiversidad, ingresado al Senado en enero, ya que permitiría la tala “legal” de bosques.
En el comunicado, la agrupación manifiesta que este proyecto “implicaría un retroceso inmediato de la ley 20.283 sobre recuperación del bosque nativo y al suspender y flexibilizar las prohibiciones que aplican como protección a especies vegetales nativas clasificadas en peligro de extinción –entre otras– que formen parte de un bosque nativo, como asimismo la alteración de su hábitat”. Para la agrupación esto es una contradicción frente a los objetivos propuestos por el Ministerio del Medio Ambiente.
La denuncia de Greenpeace se basa en el artículo N°57 del proyecto que trata de “competencia sectorial sobre especies amenazadas”, las cuales están protegidas por ley. Éste señala que respecto a los planes de recuperación, conservación o gestión, las especies amenazadas contempladas de esa forma en la ley 20.283, se podrá “permitir la corta, eliminación, destrucción o descepado de individuos de dichas especies y la intervención o alteración de su hábitat, haciendo inaplicables las prohibiciones establecidas en dicho artículo”.
CHILE: LA MITAD DEL TERRITORIO CON EROSIÓN
A esta denuncia, se suman los resultados de un estudio realizado por el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren), dependiente del Ministerio de Agricultura, que concluyó que casi la mitad del territorio nacional (49,1 por ciento) presenta algún grado de erosión.
Frente a estos resultados, las autoridades han manifestado su preocupación, debido a los alcances económicos por su posible impacto en la actividad agrícola nacional y en el medio ambiente. Según el estudio, la superficie afectada corresponde a 36,8 millones de hectáreas, concentradas principalmente en la región de Coquimbo (84% de los suelos con erosión), Valparaíso (57%) y O´Higgins (52%).
Básicamente, el estudio identificó dos causas de este fuerte deterioro de la tierra: La acción humana y el mismo medio ambiental. Respecto al primer factor se hace referencia a los cultivos, la deforestación y los incendios, mientras el segundo se refiere a la cordillera de Los Andes y el avance del desierto hasta la región de Coquimbo.
El objetivo de este estudio es medir el grado de erosión existente en país, con el fin de conocer la evolución que este fenómeno ha tenido en el tiempo y así trabajar planificadamente a futuro.
Fuente: El Ciudadano
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