Cuidemos nuestros Parques Nacionales.
El Parque Nacional Del Este protege una enorme riqueza de historia natural y humana de la República Dominicana y atrae más visitantes que todos los otros parques nacionales dominicanos combinados. Ubicado en el extremo suroriental de la isla La Española, el parque incluye la isla costera Saona, que comprende el 30 por ciento del área total del parque. Del Este se encuentra relativamente aislado y posee una rica historia cultural, con pictografías pre-hispánicas y petroglifos del pueblo Taino hallados en cuevas subterráneas en todo el parque.
Importancia Ecológica
Los censos de vegetación encontraron 53 especies endémicas al área de Del Este y 484 especies nativas de la República Dominicana. En el parque hay cuatro especies de manglar y los árboles proveen un importante hábitat de anidación a la paloma coronita (Columba leucocephala) en riesgo de extinción. De las 144 especies de aves que se encuentran en el parque, nueve son endémicas de la isla y 11 son endémicas de la región Caribe. Las especies sensibles incluyen la cotorra (Amazona ventralis), el piquero patas rojas (Sula sula), la gaviota argéntea (Larus argentatus), la tijereta (Fregata magnificens) y el halcón peregrino (Falco peregrinus).
La mayor parte de los mamíferos de La Española está representada en Del Este. El solenodonte (Solenodon paradoxus), pequeño mamífero parecido a la musaraña, y la jutía, un roedor grande, son endémicos del Caribe y se encuentran en peligro de extinción. Además, hay iguanas rinoceronte, seis especies de serpiente, diez especies de lagarto y tres especies de cangrejo. Las especies marinas en peligro incluyen al manatí del Caribe y a las tortugas caguama (Caretta caretta), verde (Chelonia mydas) y carey (Eretmochelys imbricata). Las áreas costeras de la península comprenden bosques de manglar intactos, lechos de algas y arrecifes de coral —todos ecosistemas clave de la ecorregión marina del Caribe central. Estos ecosistemas son vitales para la viabilidad a largo plazo de especies tales como el lambí, la langosta, el mero y el pargo y otras especies utilizadas para el consumo humano.
Amenazas
La colonización, la agricultura y la deforestación para producción de carbón son amenazas al parque. Las comunidades locales que viven dentro del parque y en zonas aledañas producen carbón, causando degradación en los hábitats terrestres y una reducción en la producción local de miel. La sobrepesca y la caza han disminuido las poblaciones de peces, langosta, lambí, moluscos y de la paloma coronita en peligro de extinción. La industria hotelera local, cuyas actividades han sido una de las mayores amenazas al parque, ha acogido favorablemente la propuesta de la iniciativa de ecoturismo de Ecoparque, demostrando su interés en que se vuelvan “más verdes” sus operaciones.
Una Estrategia para el Éxito
Cuando el programa Parques en Peligro (PeP) comenzó a apoyar al parque Del Este en 1993, éste ya era uno de los parques más conocidos de la República Dominicana como se comprobó por su alta tasa de visitas y por los ingresos generados por los aranceles de ingreso al mismo. En 1984 se había escrito un plan de manejo para el parque; sin embargo, a falta de un plan financiero que lo acompañara, el plan de manejo nunca se había implementado. Con la excepción del personal del Servicio de Parques de la República Dominicana, no existía un grupo consolidado de apoyo al Parque Del Este. La infraestructura era mínima y en muchos casos completamente inexistente.
El comienzo del proyecto de PeP se centró en el desarrollo de sociedades con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Luego, estas sociedades concentraron sus esfuerzos en mejorar la infraestructura del parque, aumentar la información de base acerca de los recursos naturales del Parque Del Este, desarrollar una base de apoyo al sitio a nivel local y nacional y elaborar un plan financiero y de manejo del parque.
Durante los seis años de implementación de PeP se realizaron muchos avances. Tres organizaciones dominicanas sin fines de lucro lideran un apoyo dinámico al parque: ECOPARQUE, una organización de base local que trabaja estrechamente con las comunidades; MAMMA, una organización no gubernamental cuyo interés es la protección de los recursos marinos del parque, y PRONATURA, una organización sin fines de lucro que contribuye con supervisión técnica y administrativa. Se ha recopilado importante información ecológica y datos sobre el uso de recursos, que se utilizaron en la preparación de mapas de hábitat terrestre y marino y en la elaboración de recomendaciones para mejorar el manejo del parque. Las comunidades locales que circundan el parque están mucho más involucradas en el manejo del parque y en asuntos relacionados con el uso de los recursos que en el pasado y trabajan muy de cerca con los socios locales de PeP. Se ha progresado significativamente en la mejora de la infraestructura crítica del parque con el fin de acoger a los miles de turistas que visitan el parque mensualmente.
La industria hotelera local, cuyas actividades han sido una de las mayores amenazas al parque, ha acogido favorablemente a Ecoparque y adoptado prácticas “más verdes”. Los hoteleros han comprometido US$140.000 para contratar a la Alianza Caribeña para el Turismo Sostenible (CAST, por sus siglas en inglés) a fin de elaborar un plan para que los hoteles puedan obtener un certificado de “Green Globe”. ECOPARQUE actuó como el vínculo principal entre la industria hotelera y las comunidades locales y fue el elemento catalizador en la educación de operadores turísticos y en el empleo directo de guías turísticos locales. ECOPARQUE desarrolló y solidificó su papel, haciendo que su programa sea la fuerza principal en la educación de turistas y operadores turísticos acerca de los valores y las necesidades de conservación del Parque Del Este.
Después de la consolidación del sitio en Parque Del Este, el programa PeP creó una base fuerte para la conservación del parque al proveer al personal de ECOPARQUE, PRONATURA y MAMMA la capacitación para brindar el apoyo técnico necesario para los esfuerzos de conservación en el parque.
Importancia Ecológica
Los censos de vegetación encontraron 53 especies endémicas al área de Del Este y 484 especies nativas de la República Dominicana. En el parque hay cuatro especies de manglar y los árboles proveen un importante hábitat de anidación a la paloma coronita (Columba leucocephala) en riesgo de extinción. De las 144 especies de aves que se encuentran en el parque, nueve son endémicas de la isla y 11 son endémicas de la región Caribe. Las especies sensibles incluyen la cotorra (Amazona ventralis), el piquero patas rojas (Sula sula), la gaviota argéntea (Larus argentatus), la tijereta (Fregata magnificens) y el halcón peregrino (Falco peregrinus).
La mayor parte de los mamíferos de La Española está representada en Del Este. El solenodonte (Solenodon paradoxus), pequeño mamífero parecido a la musaraña, y la jutía, un roedor grande, son endémicos del Caribe y se encuentran en peligro de extinción. Además, hay iguanas rinoceronte, seis especies de serpiente, diez especies de lagarto y tres especies de cangrejo. Las especies marinas en peligro incluyen al manatí del Caribe y a las tortugas caguama (Caretta caretta), verde (Chelonia mydas) y carey (Eretmochelys imbricata). Las áreas costeras de la península comprenden bosques de manglar intactos, lechos de algas y arrecifes de coral —todos ecosistemas clave de la ecorregión marina del Caribe central. Estos ecosistemas son vitales para la viabilidad a largo plazo de especies tales como el lambí, la langosta, el mero y el pargo y otras especies utilizadas para el consumo humano.
Amenazas
La colonización, la agricultura y la deforestación para producción de carbón son amenazas al parque. Las comunidades locales que viven dentro del parque y en zonas aledañas producen carbón, causando degradación en los hábitats terrestres y una reducción en la producción local de miel. La sobrepesca y la caza han disminuido las poblaciones de peces, langosta, lambí, moluscos y de la paloma coronita en peligro de extinción. La industria hotelera local, cuyas actividades han sido una de las mayores amenazas al parque, ha acogido favorablemente la propuesta de la iniciativa de ecoturismo de Ecoparque, demostrando su interés en que se vuelvan “más verdes” sus operaciones.
Una Estrategia para el Éxito
Cuando el programa Parques en Peligro (PeP) comenzó a apoyar al parque Del Este en 1993, éste ya era uno de los parques más conocidos de la República Dominicana como se comprobó por su alta tasa de visitas y por los ingresos generados por los aranceles de ingreso al mismo. En 1984 se había escrito un plan de manejo para el parque; sin embargo, a falta de un plan financiero que lo acompañara, el plan de manejo nunca se había implementado. Con la excepción del personal del Servicio de Parques de la República Dominicana, no existía un grupo consolidado de apoyo al Parque Del Este. La infraestructura era mínima y en muchos casos completamente inexistente.
El comienzo del proyecto de PeP se centró en el desarrollo de sociedades con organizaciones gubernamentales y no gubernamentales. Luego, estas sociedades concentraron sus esfuerzos en mejorar la infraestructura del parque, aumentar la información de base acerca de los recursos naturales del Parque Del Este, desarrollar una base de apoyo al sitio a nivel local y nacional y elaborar un plan financiero y de manejo del parque.
Durante los seis años de implementación de PeP se realizaron muchos avances. Tres organizaciones dominicanas sin fines de lucro lideran un apoyo dinámico al parque: ECOPARQUE, una organización de base local que trabaja estrechamente con las comunidades; MAMMA, una organización no gubernamental cuyo interés es la protección de los recursos marinos del parque, y PRONATURA, una organización sin fines de lucro que contribuye con supervisión técnica y administrativa. Se ha recopilado importante información ecológica y datos sobre el uso de recursos, que se utilizaron en la preparación de mapas de hábitat terrestre y marino y en la elaboración de recomendaciones para mejorar el manejo del parque. Las comunidades locales que circundan el parque están mucho más involucradas en el manejo del parque y en asuntos relacionados con el uso de los recursos que en el pasado y trabajan muy de cerca con los socios locales de PeP. Se ha progresado significativamente en la mejora de la infraestructura crítica del parque con el fin de acoger a los miles de turistas que visitan el parque mensualmente.
La industria hotelera local, cuyas actividades han sido una de las mayores amenazas al parque, ha acogido favorablemente a Ecoparque y adoptado prácticas “más verdes”. Los hoteleros han comprometido US$140.000 para contratar a la Alianza Caribeña para el Turismo Sostenible (CAST, por sus siglas en inglés) a fin de elaborar un plan para que los hoteles puedan obtener un certificado de “Green Globe”. ECOPARQUE actuó como el vínculo principal entre la industria hotelera y las comunidades locales y fue el elemento catalizador en la educación de operadores turísticos y en el empleo directo de guías turísticos locales. ECOPARQUE desarrolló y solidificó su papel, haciendo que su programa sea la fuerza principal en la educación de turistas y operadores turísticos acerca de los valores y las necesidades de conservación del Parque Del Este.
Después de la consolidación del sitio en Parque Del Este, el programa PeP creó una base fuerte para la conservación del parque al proveer al personal de ECOPARQUE, PRONATURA y MAMMA la capacitación para brindar el apoyo técnico necesario para los esfuerzos de conservación en el parque.
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