Los mitos en la historia oficial
dominicana (1 de 2)
Por TIRSO MEJÍA RICART
La historia dominicana oficial ha sido
desde siempre un instrumento de dominación ideológica colonial y neocolonial,
creando mitos que justifican de alguna manera el interés de los sectores
sociales dominantes y de las potencias mundiales actuantes.
Hoy me referiré brevemente a los
sucedido en los siglos XIX y XX, desde que España cedió la totalidad de la isla
a Francia en 1795, en virtud de la Paz de Basilea, como botín de guerra a
cambio de la devolución a la metrópoli hispana de las plazas que había conquistado
Francia al oeste de los Pirineos.
Se puede recordar que en 1798, John
Adams, segundo Presidente de Estados Unidos, entonces en conflicto con Francia,
armó al régimen de Toussaint L’Ouverture y se adueñó del comercio de la cuasi
independiente nación vecina. Este, con esas armas ocupó la parte oriental para
integrarla a su territorio. Entonces, la invasión francesa con el apoyo
importante de los dominico- españoles encabezados por Juan Barón, permitió a
Francia mantenerse en nuestro territorio.
En 1805, el jefe haitiano Dessalines
trató de incorporar nuestro territorio, fracasando nuevamente por la ayuda de
los dominico-españoles, por temor a Haití; pero la Era de Francia terminó en
1808-1809 gracias a una combinación de fuerzas francesas e inglesas con el
apoyo decidido de los hateros dominicanos encabezados por Juan Sánchez Ramírez,
para entregarle la soberanía de nuestro país a un rey traidor y
contrarrevolucionario (Fernando VII), que nos hizo caer en el atraso absoluto
de la España Boba.
En 1821 José Núñez de Cáceres
protagonizó la primera independencia dominicana, que no obstante sus
inconsistencias le merece el título de padre de la patria, tanto como los que
tuvieron en su momento Hidalgo en México, Miranda en Venezuela y Céspedes en
Cuba, considerados allí padres de la patria, aunque solo lograron controlar una
pequeña parte de sus territorios; por poco tiempo los dos primeros y el tercero
por 10 años.
La segunda independencia dominicana fue
en realidad la separación de Haití, ya que ocupó el país y lo integró a ese
país con la connivencia de malos dominicanos, cuya élite convivió sin mayores
problemas por veinte años. Pero desde el día siguiente de esa separación, el 28
de febrero de 1844 pasó a controlar el país por 17 años a través de los “prohombres”
Bobadilla, Santana, Manuel Jiménez y Báez, quienes tuvieron al hatero
hispanófilo Sánchez Ramírez como héroe nacional de una república independiente
en la que no creían.
Esa guerra dominico-haitiana se libró en
nombre de la separación, del 1863 al 1865, la de mayor raigambre popular fue
ganada por campesinos descalzos encabezados por generales casi analfabetos en
la que pelearon dominico-haitianos como Luperón y Heureaux, pero asociados con
anexionistas baecistas, quienes poco después de la desocupación española (1865)
se adueñaron del poder y por lo menos en tres ocasiones (1868,1875 y1898)
intentaron incorporar nuestro territorio a los Estados Unidos de América.
Seguiremos…
Cortesía: Periódico Hoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario