domingo, 2 de diciembre de 2007






Celebremos Navidad

Todos los años, la celebración de la Navidad suele cuestionarnos seriamente en medio de la rutina, de las angustias y preocupaciones de nuestro vivir.Deseamos profundamente que la Navidad sea lo que realmente es y no lo que a veces se transforma: en una fiesta llena de paganismo o de "dulzuras".
Recordamos otras navidades y aparece en nuestra memoria: arbolitos, pesebres, regalos, saludos, tarjetas, velas, villancicos, misa, luces.

Pero ¿Qué es la Navidad?

Para muchos la Navidad es adornos con cintas rojas y hojas de láudano, regalos de Papa Noel.El consumismo, el despilfarro, el materialismo nos cierran a "ver" a Jesús.Para otros muchos la Navidad es comer y beber más de la cuenta. Los excesos, el desinterés por los que sufren, no son "el estilo" para ver nacer a Jesús.Para otros Navidad es vender o comprar más que en otras épocas del año. Es uno de los mejores negocios del año. Si se conforman con eso no verán nacer a Jesús.
Para captar la Navidad se la debe mirar desde la fe.La Navidad es la festividad del nacimiento de Jesús, el Salvador, ya que hace 2000 años sucedió lo que nadie podía pensar ni imaginar: "Dios vino al mundo" y se quedó a vivir entre nosotros.El Omnipotente, el Todo apareció en una apariencia de Niño que nace de una adolescente en una gruta.Jesús, que es el Dueño y Señor del mundo, vino como un frágil niño. El que habitaba más allá de las estrellas vino a vivir a esta humilde tierra.
Jesús es el centro de la Navidad. Queremos que por encima de toda otra exteriorización de cantos, arreglos, fiesta se lo vea a El, se lo contemple a El.
Navidad grita a los hombres el Amor que Dios nos tiene.Navidad muestra que Dios nos ha hecho el más magnífico regalo: Su Hijo..Navidad muestra que lo invisible se hizo visible, que la Luz brilla en medio de las tinieblas.
Imitemos a los ángeles que anunciaron el nacimiento a los pastores, no dejando de anunciar a todos ( familia, vecinos, amigos, compañeros) que Jesús ha nacido.Imitemos a los pastores que corrieron a adorarlo, haciendo oraciones de alabanza y adoración a nuestro Señor.Imitemos a María que dio a luz a Jesús, dando a luz a Cristo en nuestro corazón, en nuestra sociedad.Imitemos a los reyes de países lejanos que se movilizaron hacia este Niño, yendo hacia todo aquel que nos necesita: cercanos o lejanos, conocidos o desconocidos, pobres o alienados por el dinero, enfermos, abandonados, marginados,... Llevémosle a Cristo, que es la salvación.

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