Los fósiles de una criatura con cuerpo de ciervo confirman que los cetáceos se transformaron en animales acuáticos hace 50 millones de años
ELPAÍS.com / AGENCIAS - Madrid - 20/12/2007
Un equipo de investigadores estadounidenses ha descubierto el que probablemente fue el antepasado terrestre de las ballenas, el eslabón perdido entre estos gigantescos cetáceos y los mamíferos terrestres. Tras analizar fósiles de la criatura, un animal del tamaño de un mapache con el cuerpo de un pequeño ciervo procedente de la India, conocido como Indohyus raoellidae, los científicos han confirmado la teoría de que las ballenas tuvieron predecesores que vivieron en medios terrestres.
La noticia en otros webs
· webs en español
· en otros idiomas
Los investigadores de la Universidad de Ohio, cuyo estudio aparece publicado esta semana en la revista Nature, han recopilado una serie de fósiles para trazar la línea evolutiva que llevó a la ballena de la tierra al mar. La información obtenida muestra que los cetáceos, incluidos las ballenas, los delfines y las marsopas, podrían haber evolucionado a partir de los artiodáctilos (mamíferos que pisan sólo con el tercer y cuarto dedo) hace unos 50 millones de años. La estructura dental estudiada indica que la criatura se sumergía en el agua probablemente para escapar de los depredadores y no para alimentarse.
El equipo dirigido por Hans Thewissen ha analizado cientos de fósiles del Indohyus, que tenía el aspecto de un ciervo pequeño que probablemente vadeaba en el agua como un hipopótamo. Lo que el Indohyus tiene en común con las ballenas y otros cetáceos es, por ejemplo, una gruesa cobertura de un hueso por encima del espacio del oído medio (conocido como el involucrum). Antes de este hallazgo, el involucrum sólo se había visto en cetáceos.
Según explican los investigadores en la revista, “a diferencia de los otros artiodáctilos, el Indohyus raoellidae es similar a las ballenas en las estructura de sus orejas y premolares, en la densidad de los huesos de sus miembros y en la composición de sus dientes”.
El pasado de estos animales amenazados, y de los mamíferos acuáticos en general, ha sido una incógnita para la comunidad científica. Incluso se llegó a apuntar que los hipopótamos eran parientes cercanos de los cetáceos.
Herbívoro y acuático
Los científicos siempre han defendido que las ballenas descendieron de carnívoros terrestres y que pasaron al mar para alimentarse de pescado. Ahora se sabe que no fue así. “Claramente, no es el caso. El Indohyus es un herbívoro y acuático”, aseguró Thewissen. Los investigadores creen que este animal pasaba la mayor parte del tiempo en el agua, ya sea para protegerse o mientras se alimentaba, y que el cambio alimenticio surgió después. “Los cetáceos se originaron de un ancestro Indohyus que cambió su dieta y empezó a alimentarse de presas acuáticas”, aseguran los científicos en el estudio.
Otra pista de cómo vivía este animal la dan los huesos de sus extremidades, que se volvieron más gruesos y pesados, al igual que los de los hipopótamos. Según esta premisa, el equipo de Thewissen sugiere que los ancestros de las ballenas se sumergían en el agua para protegerse, ya que no desarrollarían su apetito por presas acuáticas hasta mucho después.
Según el paleontólogo Jonathan Geisler, de la Universidad Sur de Georgia en Statesboro, “lo que es realmente importante de estos fósiles es que confirman la hipótesis de que los ancestros de los cetáceos se volvieron semiacuáticos antes de desarrollar dientes específicamente diseñados para alimentarse de pescado”.
CORTESÍA EL PAÍS.COM. MADRID.20/12/2007
No hay comentarios:
Publicar un comentario