martes, 26 de febrero de 2008

TEMAS HISTORICOS














LOS FUNDADORES DE LA TRINITARIA

¿CUAL FUE EL NUMERO DE SUS FUNDADORES?


“Lo primero era sentir y comprender la Libertad: de ahí el empuje del patriotismo; lo otro, todo lo otro, martirio y heroicidad, y gloria y reveses y triunfos, fueron unas veces las espinas, otras las flores del camino para trepar a la gran causa anhelada”: Ml. Ma. Gautier. (Gaceta Oficial, Núm. 939, S.D., agosto 20 de 1892).


¿Qué se pretenderá con tergiversar la verdad y socavar los cimientos, las bases fundamentales de la asociación genitora de la Independencia Nacional?
Tímidamente aún, aunque ya de una manera trastornadora, vienen soplando ráfagas de incertidumbre en tomo a la fecha en la cual fue fundada La Trinitaria, así como en cuanto a los nombres de sus fundadores, al número de ellos, y al terrible Juramento que prestaran.
“Para ponerlo todo en armonía con el simbolismo del dogma religioso que la cobija, escribió el licenciado don Leonidas García, a la Sociedad que le dio el nómbre de La Trinitaria y sus miembros fundadores, que eran nueve por ser este guarismo múltiple de tres, se dividían al propio tiempo en una base triple de tres miembros cada una. Los socios fundadores estaban obligados a iniciar en la labor libertadora a dos parientes o amigos, los cuales venían a formar con él una nueva tríada revolucionaria, operación que sucesivamente estaba obligados a repetir los

afiliados. Y el lema de la santa cruzada, como ya hemos visto, era asimismo uno y trino. Estas ideas teológicas tenían en Duarte una raíz profunda”. (1) Hablando de La Trinitaria, escribió Serra: La existencia de esta Sociedad será igualmente secreto inviolable para todo el que no sea
trinitario, aunque sea adepto” (Apuntes . pág. 12).


Esa noticia la amplié Félix María Délmonte, uno de los adeptos o comunicados, de la manera siguiente: “Una sociedad patriótica cuyo objeto único consistía en iniciar prosélitos sin consignación de nombres y cuidando de no revelar jamás el del caudillo, empezó desde luego a funcionar con la más asombrosa actividad. Imitación exacta de la célebre conspiración de los Soles de América estaba materializada por un círculo cuyo centro ocupaba el Corifeo. El nombre de éste, conocido únicamente por los iniciadores principales, no podía ser descubierto por otros. Tenía de especialísimo este modo de proceder el que los que daban principio a las iniciaciones estando aislada y misteriosamente en inmediata relación con el centro, no
conocían a los otros, ni podían conocer tampoco a todos los que por iniciaciones sucesivas debían ensanchar su radio desde el centro a la circunsferencia. El centro comunicaba privadamente
con los primeros iniciadores: éstos sólo conocían a dos de sus iniciados; y aquellos dos no conocían respectivamente más que a los dos que iniciaban a su vez, de entre sus parientes o amigos
íntimos y cuyos sentimientos conocían profundamente. De este modo se precavía el caso no probable de una denuncia y se designaba una sola víctima, pues dos hombres viles no podían
convencer de conspiración a otro más que a su iniciador, continuando así la ocupación del radio sin solución de continuidad sensible, sin remoto peligro de disolución’ (Reflexiones históricas, fragmento reproducido por el Lic. Leonidas García en su folleto Influencia de la Iglesia Católica,
págs.16—17). Las notas que informan el presente trabajo tienen por objeto demostrar que los fundadores de La Trinitaria, instaurada por Juan Pablo Duarte el día 16 de julio del año 1838(2), fueron solamente nueve; y además, que esos nueve fundadores, fueron los únicos que se conocieron y se reconocieron siempre con el sacrosanto nombre de trinitarios.(3).



EL TESTIMONIO DE JOSE MARIA SERRA.— José MaríaSerra y de Castro, uno de los nueve trinitarios, escribió onceveces que los fundadores de La Trinitaria fueron NUEVE,número escogido adrede por Duarte.


En su carta al arzobispo Merino, fcha. en Mayagüez, PuertoRico, el 29 de abril de 1883, publicada en la revista Clío, Núm.93, mayo—agosto de 1952, pág. 119,se lee:I.— “ Sus miembros eran no más que los NUE VE que la establecimos.


II.— “Y, por ser NUE VE, llevó el nombre de Trinitaria”.
En su folleto intitulado Apuntes para la Historia de losTrinitarios, fundadores de la República Dominicana. SantoDomingo, Imprenta de García Hermanos, 1887, cuyos originalesSerra envió al arzobispo Meriño y cuya edición confió éste alhistoriador Canónigo y Lic. Carlos Nouel, su Secretario deCámara y Gobierno, nos encontramos con que la afirmación encuestión se hace, coincidencialmente, nueve veces:


III.— “Y con quién, sino con ella (la Providencia), podíamos
contar los nueve jóvenes osados que decididamente acometimos la temeraria empresa de arrojar a los haitianos del territorio de que se adueñaron y constituir en él la cuna de la República
Dominicana? Cuando ésta nació, lució como ricos pañales los vivos colores de su bandera, en cuyo escudo el lema Dios Patria y Libertad explica suficientemente que sólo confiados en la protección de esa Providencia, llevábamos a feliz término el hecho glorioso que debería coronarse con la regeneración completa de todo un pueblo” (pág. 8).


IV.— “Esta sociedad se llamará LA TRINITARJA porque
se compondrá de nueve miembros fundadores, que formarán bajo juramento una base de tres miembros cada una”. (Pág. 11).



V.— “Estos nueve individuos tendrán un nombre particularcada uno (Página 11). (4)
VI.— “. . . el cual nadie conocerá excepto los
nueve fundadores”


VII.— “El trinitario estará obligado a hacer propaganda


constantemente y a ganar prosélitos; así es que éstos, sin asistir a juntas, que son siempre imprudentes, sin conocer de la conjuración más que aquel que a ello lo induce, no podrá en caso
de delación comprender más que a uno de los nueve, quedando los otros para continuar trabajando”. (Página 12).


VIII.— “He aquí, me dijo (Duarte), sacando varios papeles
del bolsillo: éstas son nueve copias del alfabeto, una para cada trinitario (Página 12).


IX.— “En nuestras confidencias revolucionarias no habían entrado más que los nueve que habíamos de constituir LA TRINITAR-JA’ (Página 12).


X.— “Las nueve cruces correspondían, según el orden, a los nombres siguientes: Juan Pablo Duarte, Juan Isidro Pérez, Juan Nepomuceno Ravelo, Félix Ruiz, Benito González, Jacinto de la Concha, Pedro Fina, Felipe Alfau, José Maria Serra”. (Página 14).


XI.— “. . . y cada uno de sus nueve socios obligados a reconstruirla, mientras exista uno”. (Página 14).



Las precedentes citas corresponden a la primera edición de los Apuntes para la historia de los trinitarios, fundadores de la República Dominicana. Santo Domingo. Imprenta de García Hermanos. 1887.


Cuando en el año de 1883 don José María Serra escribió al arzobispo Meriño la carta ya mencionada, el Prelado hizo publicar su parte fundamental en el periódico más importante y de mayor circulación que había para esa época: El Eco de la Opinión, número 204, S.D., 25 de mayo 1883, del cual era director y propietario el repúblico don Francisco Gregorio Billini. La parte
principal de esa memorable carta dada a la estampa dice así:


“La Trinitaria y La Filantrópica fueron dos sociedades distin tas: la primera era exclusivamente revolucionaria la otra no.
Aquélla tenía por misión la propaganda. Sus miembros eran no más que los nueve que la establecimos, día del Carmen por cierto, en la casa de doña Chepita Pérez”.


El historiador Pbro. don Carlos Nouel afirma que el párrafo transcrito, así como los nombres de los nueve fundadores, publicados conjuntamente en el mencionado período capitaleño, “lo leyeron y aprobaron dos trinitarios que vivían todavía (en 1883), el General 12 Jacinto de la Concha y el Coronel D. Juan Nepomuceno Ravelo, ambos personas de ilustrado criterio; lo cual bastaría para fijar la verdad histórica si no fuese suficiente el dicho del Señor Serra a quien abonan un distinguido nombre de escritor público(6) y la más honorable reputación que sus virtudes privadas y sociales le han consagrado’: (Advertencia que a guisa de introducción puso el Canónigo Nouel al frente del folleto de Serra).


Con la aprobación dada por Jacinto de la Concha y Juan Nepomuceno Ravelo a lo expresado, en cuanto al número de los trinitarios fundadores se refiere y a los nombres de éstos, viene a resultar que el testimonio del desterrado de Mayagüez se convierte de unigénito en trino. Son, pues, tres trinitarios los que afirman que el número fundador fue de nueve.


EL TESTIMOMO DE FELIX MARIA RUIZ. Pero hay otro testimonio, de otro miembro del sacro colegio trinitario, que robustece lo afirmado por Serra y confirmado por Concha y por Ravelo.


En efecto, Félix María Ruiz y del Rosario, quien se había ausentado del país desde que se iniciaron las discordias en el alba de la República y cuya existencia reveló el poeta Francisco Javier Machado en 1890, en carta fha. en Mérida de los Andes, en Venezuela, el 24 de abril del mencionado año,(7) dirigida al periodista Federico Henríquez y Carvajal, afirma una y otra vez,
de manera categórica, que los fundadores de La Trinitaria fueron NUEVE, y consigna igual número de nombres. En esa misma carta habla del “compromiso escrito y firmado por todos los NUEVE socios” del lugar ocupado por ‘la firma del socio y las ocho de los demás trinitarios”.
Y hablando del título o compromiso de los asociados conspiradores, ratifica que “NUEVE ejemplares se firmaron por todos los trinitarios, librándose a cada cual el que le correspondía’:
“Firmados los NUEVE títulos o compromisos y juramos”. (8)


Pero ya en fecha anterior, en carta dirigida al mencionado Francisco Javier Machado (1825—1921), quien residió largos años en Venezuela, donde se abrió su tumba, el provecto prócer Ruiz había escrito lo siguiente:


“Lacerado el corazón, en fuerza de tan prolongados sufrimientos, ay!, llegué a arrepentirme de haber formado con mis dignísimos ocho compañeros (que ya no existen) esa atrevida, malhadada, a la par que honrosa, sociedad patriótica revolucionaria, que bautizamos La Trinitaria y, siguiendo el ejemplo de Scipión, lancé a mi Patria el terrible sarcasmo de que no guardaría mis cenizas”.(9)


En el periódico El Lápiz, número 20, Mérida de los Andes, Venezuela, agosto 27 de 1890, apareció un artículo de carácter informativo debido a la pluma de su director, el conocido publicista meridano Tulio Febres Cordero, intitulado Hallazgo de un Prócer, en el cual se recogen las siguientes palabras del trinitario Ruiz:


“En 1838 NUEVE jóvenes dominicanos, patriotas y valientes, entre los que figuraba Duarte, juramos secretamente. . . liberar a Santo Domingo”. (10).



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