La Antártida quedará sin hielo si se
queman las reservas de combustible fósil.
Un
informe señala que la contribución de la Antártida al aumento del nivel del mar
podría limitarse a pocos metros, una situación que puede ser manejable si el
calentamiento global no supera dos grados centígrados.
Un
informe del Instituto de Postdam para Investigación del Impacto Climático y de
la Universidad estadounidense de Stanford señala que la contribución de la
Antártida al aumento del nivel del mar podría limitarse a pocos metros, una
situación que puede ser manejable si el calentamiento global no supera dos
grados centígrados.
Superar
ese umbral de temperatura supondría en un futuro la desestabilización del oeste
y el este del continente helado, lo que causaría un incremento de las aguas del
mar y cambiaría el perfil de las regiones costeras de todo el mundo durante los
próximos milenios.
Una
cosa así “no pasaría de la noche a la mañana, pero lo alucinante es que
nuestros actos de hoy están cambiando la cara del planeta Tierra como lo
conocemos y lo seguirá haciendo durante decenas de miles de años”, advirtió la
investigadora Ricarda Winkelmann.
“Si
queremos evitar que la Antártida pierda todo el hielo, es necesario que
mantengamos el carbón, el gas y el petróleo bajo tierra”, agregó la experta,
quien indicó que “el riesgo a largo plazo aumenta con cada décima de grado de
calentamiento (global) adicional”.
Mediante
el uso de cada vez más energía fósil “aumentamos el riesgo de desencadenar
cambios que luego no seamos capaces de parar o revertir en el futuro”, según
Alders Levermann, coautor del estudio.
De
hecho —señaló— la capa de hielo de la Antártida occidental “podría haber
entrado ya en una fase de pérdida de hielo imparable, ya sea como resultado de
la actividad humana o no”.
Por
ello alertó de que “si queremos transmitir ciudades como Tokio, Hong Kong,
Shanghai, Calcuta, Hamburgo o Nueva York como nuestra herencia futura tenemos
que evitar llegar a un punto crítico en Alaska oriental”, agregó Levermann.
Para
realizar su estudio, los expertos calcularon las emisiones de gases invernadero
debido a la combustión de carbón o petróleo para analizar qué pasaría en el
futuro.
Así,
la quema de todos los recursos disponibles de combustibles fósiles generarían
emisiones de unas diez mil millones de toneladas de carbono, lo que se
traduciría en una pérdida de hielo en la Antártida a lo largo de los próximos
diez mil años.
Las
simulaciones de los expertos apuntan que con ese deshielo el nivel del agua del
mar aumentaría hasta tres metros cada siglo durante el primer milenio.
Incluso
si el calentamiento global se limitase a dos grados centígrados (límite a
partir del cual lo científicos consideran que el cambio climático sería
incontrolable) existiría el riesgo de desestabilizar la capa de hielo de la
Antártida occidental.
En
la actualidad, la Antártida contribuye en menos de un 10 por ciento al aumento
del nivel del mar, algo menor si se compara con la expansión térmica del
calentamiento de los océanos y el derretimiento de los glaciares de montañas.
Cortesías: de EFE
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