SANITARIOS SECOS, UNA
OPCION SOSTENIBLE:
Los seres vivos humanos hemos sabido, a lo
largo de toda nuestra existencia, aprovechar todos los recursos que nos ofrecía
el planeta para nuestro beneficio. La diferencia es que prácticamente hasta la
revolución industrial éramos conscientes de la importancia de hacerlo de manera
racional y equilibrada, y a partir de entonces la explotación ha sido casi sin
vuelta, sin compensar unas cosas con otras.
Cuando íbamos al colegio
nos enseñaron que el agua es esencial para la vida. Somos un 70 % agua. Sin
embargo, no le damos la importancia que se merece. El ser humano no
"gestiona" adecuada y conscientemente este líquido elemento. No hay
que saber demasiado de ecología para darse cuenta que la contaminación de las
aguas ya es total. Están contaminados nuestros ríos, nuestros arroyos, el mar,
los lagos,… incluso las aguas subterráneas, que tan invulnerables nos parecen,
ya están también contaminadas a través de las conexiones con el exterior por
las perforaciones a lo largo de todo el planeta. Evidentemente, la mejor manera
de depurar el agua es no contaminándola o al menos en la menor cuantía posible.
De este índice de contaminación de nuestras aguas va a depender no sólo la
simplicidad en la depuración, sino todo un sistema económico de coste que se
encarece más cuantos más contaminantes hay que separar del agua original a
tratar para volver a hacerla, al menos, reenviable…a la Naturaleza. De los 180
litros de agua consumidos en España por persona/día, una parte muy importante
va a parar a las cisternas de los saneamientos. Un gasto considerable de agua
potable o reciclada para transportar excrementos. Si facilitamos la depuración,
reducimos los costes y reducimos también el tiempo en el proceso de volver al
medio lo que es del medio. Por ello sería más conveniente la utilización de
sanitarios que no necesiten nada de agua o poca agua para sustituir a los
convencionales, siempre que sea posible, y utilizar el resultante compostado
para abono de jardines, árboles, huertos, etc., ya que otro de los problemas
con los que nos encontramos en la actualidad es el empobrecimiento de la tierra
por el.
Los baños secos son
inodoros ecológicos, que no utilizan agua y que generan materia orgánica
aprovechable. Teniendo en cuenta que cada vez que tiramos de la cadena
malgastamos entre 5 y 10 litros de agua, que queda contaminada y que no sabemos
realmente adonde va, estamos ante una alternativa muy simple que lleva
utilizándose durante siglos, pero que ha sido mejorada y adaptada a las
condiciones de higiene actuales. Porque no se trata de un hoyo en la tierra,
sino que hay muchos tipos, que se diferencian en la técnica (deshidratación o
compostero) y en el diseño (algunos más rústicos, otros más estéticos).
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