viernes, 31 de octubre de 2008

Consulta Estudiantil



Educación, una capacidad básica


Para el desarrollo humano, la educación es fundamentalmente un proceso de creación de libertades, de preparar a la persona para que pueda elegir conscientemente y tenga opciones en la vida. Sus beneficios sobrepasan con creces a su papel en la creación de capital humano para la producción de bienes.

En esta perspectiva, el Estado es el garante del acceso a la educación. Esa responsabilidad la puede ejercer en su función de proveedor directo o regulando al sector privado.

En ambas funciones, el Estado dominicano ha sido deficiente, lo que ha convertido al sistema educativo en profundamente inequitativo y reproductor del orden de exclusión social.

El empoderamiento en educación Para medir el empoderamiento en educación

se construyó un índice que combina la cobertura con la calidad. La primera, como el indicador más elemental de que las personas son alcanzadas por el sistema educativo, y la segunda, como un referente del contenido y la profundidad de la educación recibida.

Del análisis de estos índices se concluye que, dentro del contexto dominicano, las poblaciones del Distrito Nacional, Santiago Rodríguez, Dajabón, provincia de Santo Domingo y Valverde son las que muestran mayores niveles de empoderamiento (Mapa 4).

En general, se aprecia que hay un vínculo positivo y robusto entre el empoderamiento en educación y los demás componentes del empoderamiento individual, lo que evidencia procesos sinérgicos. No hay vínculo estadístico entre cobertura y calidad.

Las diferencias interprovinciales en cobertura son mayores que en calidad.

Las diferencias de cobertura en términos generales en la escuela media son mayores que en la básica. La paridad de género entre las y los matriculados es mayor en básica que en media, siendo los hombres los que evidencian menor cobertura.

Este informe constató que en las provincias donde la pobreza es más acentuada, la tasa de matriculación en educación media es menor, y que a mayor privación educativa menor calidad de vida disfrutan las personas

en su edad productiva.

No hay mucha diferencia interprovincial entre el nivel de repitientes. La disparidad es mayor con relación al porcentaje de profesorado con grado académico de licenciatura.

Este último es el componente del Índice de Empoderamiento Educativo (IEEd) donde mayor dispersión interprovincial existe.

Finalmente, hay poca diferencia interprovincial en las calificaciones de las pruebas nacionales y ligeramente más dispersión en la cantidad de estudiantes por salón clases.


Cobertura del sistema educativo


El Censo de 2002 reportó que el 15.7% de los niños y las niñas de 6 a 13 años no asistía a la escuela. Hay 15 provincias que están por encima de ese promedio nacional, siendo más intensa la falta de asistencia en Elías Piña, Pedernales, Peravia, La Altagracia y La Romana. Esta situación todavía es más aguda en las edades de 6 a 9 años. En la educación media solamente el 36.8% de los varones y el 51.9% de las niñas de 14 a 17 años asistía a la escuela.


La educación privada


Alrededor de un quinto de la matriculación nacional asiste a la escuela privada,

apreciándose una relación inversa y robusta entre el nivel de pobreza de una provincia y la asistencia a la escuela privada. Esta relación permite concluir que la educación privada ha prosperado como una consecuencia de las carencias y limitaciones del sistema educativo público, y no como una opción alternativa.


La calidad


Todas las formas de medición indican que la educación dominicana presenta problemas de calidad. Tres indicadores nos dan una idea de la situación: el grado de hacinamiento, que influye negativamente; la calidad de las y los docentes, que influye positivamente, y el resultado de las pruebas nacionales,

que es un indicador directo.

Asumiendo 25 estudiantes por aula por tanda y 1.5 tandas por aula, se estimó que se requieren más de 11 mil aulas adicionales solamente para que las personas matriculadas actuales estén en condiciones apropiadas y casi 7 mil más para incorporar a la población en edad escolar que hoy no está recibiendo educación formal. Actualmente, hay provincias en donde la disponibilidad de

aulas sobrepasa las necesidades, mientras que en otras se registra un déficit elevado.

Para este informe el cuerpo docente es el componente principal de la transformación del sistema escolar y la mejora de la calidad. Si medimos la calidad de las y los docentes por el resultado del estudiantado se concluye que tienen una calidad deficiente, aún cuando el 56% de las y los profesores en la escuela pública tiene un grado de licenciatura o superior. Por provincia, este porcentaje sobrepasa el 70% en Monseñor Nouel, Duarte, Valverde y Sánchez Ramírez.

El resultado de las pruebas nacionales es bajo y no hay mucha diferencia entre las provincias. La calificación máxima promedio entre 2002 y 2006 corresponde a la provincia Independencia, con 64 puntos.

Hay que señalar que, contrariamente a lo que se debía esperar, no se encontró ninguna relación estadísticamente significativa entre los resultados de las pruebas nacionales y la cantidad de estudiantes por aula, el nivel educativo de los docentes y la cantidad de estudiantes por docente.

Se aprecia que el sistema educativo opera bajo una gran centralización, lo cual afecta el empoderamiento. Esto podría cambiar en la medida en que la Ley de Municipios de 2007 faculta a los municipios a intervenir en la educación de forma coordinada o delegada con la Secretaría de Estado de Educación (SEE). De todo lo anterior concluimos que el sistema educativo dominicano reproduce el orden de inequidad social, ya que si bien ha mejorado la cobertura, la calidad es deficiente.


Consulta: PNUD
Oficina Dominicana

No hay comentarios: