domingo, 26 de febrero de 2012

BIOLOGIA



Ingeniería genética para que el sistema inmunitario del mosquito Anófeles impida
la transmisión del paludismo.

Se ha conseguido demostrar que el sistema inmunitario innato del mosquito Anófeles puede ser modificado genéticamente para bloquear la transmisión a los humanosde los parásitos causantes del paludismo o malaria.

Además, los autores de esta investigación han demostrado que la modificación genética tiene
un impacto negativo muy limitado sobre el mosquito, al menos bajo condiciones de laboratorio.

En este estudio, el equipo de George Dimopoulos, del Instituto de Investigación de la Malaria, dependiente de la Universidad Johns Hopkins, en Estados Unidos, modificó genéticamente a mosquitos Anófeles para que produjeran niveles anormalmente altos de la proteína ReI2, del sistema inmunitario, cuando se alimentaban con sangre. La ReI2 actúa contra el parásito de la malaria en el mosquito, lanzando un ataque inmunitario que involucra a varios tipos de moléculas antiparasitarias. A través de este enfoque, en vez de introducir un nuevo gen en el ADN del mosquito, los investigadores utilizaron uno de los genes propios del insecto para fortalecer su capacidad de combatir a los parásitos.

De acuerdo con los investigadores, este tipo de mosquito genéticamente modificado puede ser
desarrollado, refinado y utilizado para convertir a las poblaciones de mosquitos transmisoras del Plasmodium en poblaciones resistentes al Plasmodium. Un posible obstáculo para este enfoque es la aparición de efectos secundarios nocivos para el mosquito modificado genéticamente, ya que para que se imponga en la población debe poder competir con éxito contra los mosquitos no
modificados que transmiten la malaria. Dicho de modo sencillo, como la selección evolutiva favorece a los mejores, si los mosquitos modificados son peores que los demás en otras cualidades decisivas, tendrán menos oportunidades de perpetuarse dejando descendencia, y a la larga no lograrán imponerse como la forma dominante en la población.


No obstante, los investigadores han demostrado con su estudio que los mosquitos modificados
genéticamente en la ReI2 viven tanto tiempo y ponen tantos huevos como los mosquitos naturales no modificados. Ello sugiere, por tanto, que su capacidad de supervivencia no se ve afectada de manera significativa.

La malaria es uno de los problemas de salud pública más importantes en el mundo. Los mosquitos y los parásitos de la malaria están haciéndose cada vez más resistentes a los plaguicidas y a los fármacos, y se necesitan con urgencia nuevos métodos de control.

El equipo de Dimopoulos ha dado un paso prometedor hacia una posible solución contra el paludismo. Sin embargo, se necesita investigar más antes de poder determinar con toda certeza que esta estrategia de modificar mosquitos y liberarlos en el ecosistema es fiable y no acarrea riesgos.




Fuente: Ciencias al Dia

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