Nomofobia, la nueva enfermedad que llegó con los celulares
El término “nomofobia” es la abreviatura de la expresión inglesa “no mobile, phobia”. Según una investigación efectuada en Reino Unido este año, reveló que el 53 por ciento de los encuestados ingleses (sobre un total de 2163 personas) sufren de ansiedad cuando sus teléfonos móviles se quedan sin batería, los pierden o no tienen crédito suficiente.
Según la información dada a conocer, el 58 por ciento de los hombres y el 48 por ciento de las mujeres padecen de fobia y estrés. Los nervios que se experimentan son similares a los que se sienten antes de la boda o antes de acudir al dentista.
Los encuestados coincidieron que la razón fundamental por la que se sienten descolocados es por el hecho de considerarse aislados tanto por motivos personales como laborales.
El estudio también considera que aquellas personas que tienen móviles inteligentes están más expuestos a padecer de este inconveniente.
Características de la nomofobia
Los adictos al móvil no pueden pasar muchos minutos sin consultar los correos electrónicos, los mensajes de texto, los chats en vivo con el resto de sus contactos, consulta de noticias y de programas de Internet a la hora de dormir o a la madrugada.
Le dan prioridad a su móvil antes que a otros objetos de mayor importancia como las llaves de la casa o documentación.
El uso patológico del móvil no solamente es característico del Reino Unido. Según un análisis efectuado por la Universidad de Granada, España, el 8 por ciento de los estudiantes universitarios sufre de este miedo irracional a no llevar el teléfono con ellos.
“Estos jóvenes, porque en su mayoría, quienes tienen esta adicción tienen entre 18 y 25 años manifiestan problemas de autoestima, déficit de atención en la universidad ya que están más pendientes del teléfono que de la clases que se les imparten, tienen un déficit evidente en la manera de relacionarse socialmente con sus pares y padres y escaso potencial para resolver conflictos”, explica la psicóloga española Tamara Torres Cardozo.
Una de las maneras de poder evitar esta obsesión es acercarse afectivamente a los jóvenes. “Los estudiantes que sienten adicción por el móvil son en general aquellos que sufren trastornos emocionales o que los vienen padeciendo desde hace tiempo.
Es uno de los trastornos más modernos que puedan existir y que conlleva a muchos problemas, sobre todo en términos de estudios.
Los jóvenes se aíslan, se obsesionan con el teléfono y descuidan las verdaderas prioridades.
Es importante que los padres puedan acercarse a los hijos sin tener que hacerlo mediante una herramienta como esta. El contacto físico y el hablar cara a cara no debería reemplazarse por nada del mundo”, aconseja la especialista.
Consejos para combatir la nomofobia
Si los padres reconocen que los hijos están atravesando por este trastorno, a la noche lo mejor es cortar la conexión a Internet para evitar promocionar aún más la adicción de los jóvenes.
Pasar más tiempo con los hijos y hacer que éstos pasen más tiempo al aire libre sin tener que estar constantemente con el teléfono móvil a cuestas.
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