El anuncio publicitario
Cuando decidimos vender o dar a conocer un producto, lo primero que pensamos es en hacer publicidad, es decir anunciarnos, ya sea por un medio de prensa, televisión, o radio, o contratando una agencia publicitaria para que la realice. Este proceso, que a primera vista se torna simple, suele dar su fruto cuando se conocen las herramientas para su ejecución. Cuando digo herramientas, me refiero: a una idea creativa,
las características del producto, los beneficios , un argumento de venta y una buena producción.
Todos estos elementos son aparentemente conocidos por cualquier profesional en la materia, pero la realidad es que no siempre es así.
Algunos spots televisivos que vemos en la tele o algunos anuncios de radio o prensa lo revelan.
Se ha desarrollado una cultura fácil de imitar o copiar lo que otros profesionales hacen en medios como el Internet y el cable.
Si bien es cierto que estos medios nos dan pautas a seguir para partir de una idea creativa, nadie quiere ser original, porque esto implica investigar y documentarse. Pero, según parece, los tiempos no están para eso, una justificación que solo lleva al anunciante a perder su dinero y a marginar más su producto.
Para no ser dramático, no todos los que se dedican a este oficio hacen esto, ya que existe una generación que trabaja para ganar premios o concursar en festivales internacionales con anuncios que en ciertas palabras son obra de artes en creatividad. Y lo creativo es solo un elemento del proceso publicitario.
Para ningún profesional que domine el oficio, debe ser ajeno que en la etapa publicitaria del producto esto es fundamental para lograr la efectividad del mensaje, ya que cada uno juega propósitos diferente. Si esto se llevara a la práctica, la efectividad de la venta del producto cumpliera su cometido.
Creo que debemos retomar de nuevo este proceso, ya que muchos publicitarios como Ogilvy, klepnner. Teodorolevit y Joaquín Lorente, radican sus éxitos en la publicidad sobre la base de estos conceptos. Dejemos de utilizar el Copy page y miremos con un sentido crítico el rumbo de la publicidad ya que esta no se produce porque yo tenga un arete en la oreja derecha o un tatuaje en las nalgas o vista como Jean Dean o algún ídolo favorito. Porque el problema no es de apariencia sino de contenido.
En pocas palabras, el anuncio debe satisfacer las necesidades del consumidor y producir el interés y la venta del producto
Atentamente,
IVAN SURIÑACH
Publicista
las características del producto, los beneficios , un argumento de venta y una buena producción.
Todos estos elementos son aparentemente conocidos por cualquier profesional en la materia, pero la realidad es que no siempre es así.
Algunos spots televisivos que vemos en la tele o algunos anuncios de radio o prensa lo revelan.
Se ha desarrollado una cultura fácil de imitar o copiar lo que otros profesionales hacen en medios como el Internet y el cable.
Si bien es cierto que estos medios nos dan pautas a seguir para partir de una idea creativa, nadie quiere ser original, porque esto implica investigar y documentarse. Pero, según parece, los tiempos no están para eso, una justificación que solo lleva al anunciante a perder su dinero y a marginar más su producto.
Para no ser dramático, no todos los que se dedican a este oficio hacen esto, ya que existe una generación que trabaja para ganar premios o concursar en festivales internacionales con anuncios que en ciertas palabras son obra de artes en creatividad. Y lo creativo es solo un elemento del proceso publicitario.
Para ningún profesional que domine el oficio, debe ser ajeno que en la etapa publicitaria del producto esto es fundamental para lograr la efectividad del mensaje, ya que cada uno juega propósitos diferente. Si esto se llevara a la práctica, la efectividad de la venta del producto cumpliera su cometido.
Creo que debemos retomar de nuevo este proceso, ya que muchos publicitarios como Ogilvy, klepnner. Teodorolevit y Joaquín Lorente, radican sus éxitos en la publicidad sobre la base de estos conceptos. Dejemos de utilizar el Copy page y miremos con un sentido crítico el rumbo de la publicidad ya que esta no se produce porque yo tenga un arete en la oreja derecha o un tatuaje en las nalgas o vista como Jean Dean o algún ídolo favorito. Porque el problema no es de apariencia sino de contenido.
En pocas palabras, el anuncio debe satisfacer las necesidades del consumidor y producir el interés y la venta del producto
Atentamente,
IVAN SURIÑACH
Publicista
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