Uno de mis estudiantes me preguntaba el por qué de la pluralidad del nombre de este blogs que es saberes permanentes y no saber permanente, yo le indicaba que la escogencia de pluralizar el termino saber me basaba en la tesis de Edgar Morin él afirma que hay siete saberes necesarios para la educación del futuro, por eso mi interes
es que cada entrega sea un documento fielmente educativo y que se produzca un aprendizaje para toda la vida y sea permanente.
publicaremos una síntesis del documento de Edgar Morin para edificación de nuestros lectores y mis alumnos.
es que cada entrega sea un documento fielmente educativo y que se produzca un aprendizaje para toda la vida y sea permanente.
publicaremos una síntesis del documento de Edgar Morin para edificación de nuestros lectores y mis alumnos.
Según Edgar Morín
Los siete saberes necesarios para la educación del futuro
En 1999, el entonces Director General de la UNESCO, Profesor Federico Mayor, le pidió al eminente pensador francés Edgard Morin, que expusiera sus ideas sobre la esencia misma de la educación del futuro, en el contexto de su visión del “pensamiento complejo”, como una contribución a la reflexión internacional sobre cómo educar para un futuro sostenible.
El ensayo escrito por Morin, publicado recientemente por el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), representa uno de los aportes más lúcidos a la concepción de la educación para el siglo XXI.
En el prólogo de su trabajo, Edgar Morin sostiene que “hay siete saberes fundamentales que la educación de futuro debería tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción alguna ni rechazo según los usos y las reglas propias de cada sociedad y de cada cultura”.
Esos “siete saberes fundamentales”, en apretada síntesis, son los siguientes:
“1. El conocimiento del conocimiento: El conocimiento del conocimiento debe aparecer como una necesidad primera que serviría de preparación para afrontar riesgos permanentes de error y de ilusión que no cesan de parasitar la mente humana. Se trata de armar cada mente en el combate vital para la lucidez. Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que permiten arriesgar el error o la ilusión.
2. Los principios de un conocimiento pertinente: La supremacía de un conocimiento fragmentado, según las disciplinas, impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. Es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permitan aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.
“3. Enseñar la condición humana: El ser humano es la vez físico, biológico, síquico, cultural, social e histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano. Hay que restaurarla de tal manera que cada uno, desde donde esté, tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos.
“4. Enseñar la identidad terrenal: En lo sucesivo, del destino planetario del género humano será otra realidad fundamental ignorada por la educación. El conocimiento de los desarrollos de la era planetaria que van a incrementarse en el siglo XXI y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos deben convertirse en uno de los mayores objetos de la educación.
“5. Enfrentar las incertidumbres: Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre. La educación debería comprender ¡a enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas.
“6. Enseñar la comprensión: La comprensión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana. Ahora bien, la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas. El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos. Teniendo en cuenta la importancia de la educación para la comprensión en todos los niveles educativos y en todas las edades, el desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades. Tal debe ser la tarea para la educación del futuro. La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.
“7. La ética del género humano: La educación debe conducir a una “antropo-ética” considerado el carácter ternario de la condición humana cual es el de ser a la vez individuo - sociedad -especie. En este sentido, la ética individuo/especie necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir la democracia; la ética individuo - especie convoca la ciudadanía terrestre en el siglo XXI. La ética no se podría enseñar con lecciones de moral. Ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el ser humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. De allí, se esbozan las dos grandes finalidades ético-políticas del nuevo milenio: establecer una relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y concebir la humanidad como comunidad planetaria. La educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.”
BREVE RESEÑA SOBRE MORIN:
Edgar Morin, sociólogo de renombre internacional y reconocido pensador francés.
Morin, escritor e intelectual de ideología muy particular, un gran inconformista, creador de nuevas teorías sociológicas que le inspiraron sus estudios de Biología, disciplina que comenzó a estudiar en Los Angeles, en los años 70, viene al Perú invitado por la Universidad Nacional "Pedro Ruiz Gallo" de Lambayeque y la Embajada de Francia.
Entre las diversas distinciones que le serán otorgadas en nuestro país, el doctor Morin será investido con un doctorado «Honoris Causa» por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Asamblea Nacional de Rectores le brindará un homenaje especial en su sede institucional.
Héroe de la resistencia francesa en la 2ª. Guerra Mundial, profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Francia, conferencista internacional con discípulos en Estados Unidos, Japón, Portugal y España, Edgar Morin fue militante del Partido Comunista Francés hasta 1950, año en que renunció por estar en desacuerdo con la política sta-linista.
Los siete saberes necesarios para la educación del futuro
En 1999, el entonces Director General de la UNESCO, Profesor Federico Mayor, le pidió al eminente pensador francés Edgard Morin, que expusiera sus ideas sobre la esencia misma de la educación del futuro, en el contexto de su visión del “pensamiento complejo”, como una contribución a la reflexión internacional sobre cómo educar para un futuro sostenible.
El ensayo escrito por Morin, publicado recientemente por el Instituto Internacional de la UNESCO para la Educación Superior en América Latina y el Caribe (IESALC), representa uno de los aportes más lúcidos a la concepción de la educación para el siglo XXI.
En el prólogo de su trabajo, Edgar Morin sostiene que “hay siete saberes fundamentales que la educación de futuro debería tratar en cualquier sociedad y en cualquier cultura sin excepción alguna ni rechazo según los usos y las reglas propias de cada sociedad y de cada cultura”.
Esos “siete saberes fundamentales”, en apretada síntesis, son los siguientes:
“1. El conocimiento del conocimiento: El conocimiento del conocimiento debe aparecer como una necesidad primera que serviría de preparación para afrontar riesgos permanentes de error y de ilusión que no cesan de parasitar la mente humana. Se trata de armar cada mente en el combate vital para la lucidez. Es necesario introducir y desarrollar en la educación el estudio de las características cerebrales, mentales y culturales del conocimiento humano, de sus procesos y modalidades, de las disposiciones tanto síquicas como culturales que permiten arriesgar el error o la ilusión.
2. Los principios de un conocimiento pertinente: La supremacía de un conocimiento fragmentado, según las disciplinas, impide a menudo operar el vínculo entre las partes y las totalidades y debe dar paso a un modo de conocimiento capaz de aprehender los objetos en sus contextos, sus complejidades, sus conjuntos. Es necesario desarrollar la aptitud natural de la inteligencia humana para ubicar todas sus informaciones en un contexto y en un conjunto. Es necesario enseñar los métodos que permitan aprehender las relaciones mutuas y las influencias recíprocas entre las partes y el todo en un mundo complejo.
“3. Enseñar la condición humana: El ser humano es la vez físico, biológico, síquico, cultural, social e histórico. Es esta unidad compleja de la naturaleza humana la que está completamente desintegrada en la educación a través de las disciplinas y que imposibilita aprender lo que significa ser humano. Hay que restaurarla de tal manera que cada uno, desde donde esté, tome conocimiento y conciencia al mismo tiempo de su identidad compleja y de su identidad común a todos los demás humanos.
“4. Enseñar la identidad terrenal: En lo sucesivo, del destino planetario del género humano será otra realidad fundamental ignorada por la educación. El conocimiento de los desarrollos de la era planetaria que van a incrementarse en el siglo XXI y el reconocimiento de la identidad terrenal que será cada vez más indispensable para cada uno y para todos deben convertirse en uno de los mayores objetos de la educación.
“5. Enfrentar las incertidumbres: Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre. La educación debería comprender ¡a enseñanza de las incertidumbres que han aparecido en las ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología), en las ciencias de la evolución biológica y en las ciencias históricas.
“6. Enseñar la comprensión: La comprensión es al mismo tiempo medio y fin de la comunicación humana. Ahora bien, la educación para la comprensión está ausente de nuestras enseñanzas. El planeta necesita comprensiones mutuas en todos los sentidos. Teniendo en cuenta la importancia de la educación para la comprensión en todos los niveles educativos y en todas las edades, el desarrollo de la comprensión necesita una reforma de las mentalidades. Tal debe ser la tarea para la educación del futuro. La comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños es en adelante vital para que las relaciones humanas salgan de su estado bárbaro de incomprensión.
“7. La ética del género humano: La educación debe conducir a una “antropo-ética” considerado el carácter ternario de la condición humana cual es el de ser a la vez individuo - sociedad -especie. En este sentido, la ética individuo/especie necesita un control mutuo de la sociedad por el individuo y del individuo por la sociedad, es decir la democracia; la ética individuo - especie convoca la ciudadanía terrestre en el siglo XXI. La ética no se podría enseñar con lecciones de moral. Ella debe formarse en las mentes a partir de la conciencia de que el ser humano es al mismo tiempo individuo, parte de una sociedad, parte de una especie. De allí, se esbozan las dos grandes finalidades ético-políticas del nuevo milenio: establecer una relación de control mutuo entre la sociedad y los individuos por medio de la democracia y concebir la humanidad como comunidad planetaria. La educación debe no sólo contribuir a una toma de conciencia de nuestra Tierra-Patria, sino también permitir que esta conciencia se traduzca en la voluntad de realizar la ciudadanía terrenal.”
BREVE RESEÑA SOBRE MORIN:
Edgar Morin, sociólogo de renombre internacional y reconocido pensador francés.
Morin, escritor e intelectual de ideología muy particular, un gran inconformista, creador de nuevas teorías sociológicas que le inspiraron sus estudios de Biología, disciplina que comenzó a estudiar en Los Angeles, en los años 70, viene al Perú invitado por la Universidad Nacional "Pedro Ruiz Gallo" de Lambayeque y la Embajada de Francia.
Entre las diversas distinciones que le serán otorgadas en nuestro país, el doctor Morin será investido con un doctorado «Honoris Causa» por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y la Asamblea Nacional de Rectores le brindará un homenaje especial en su sede institucional.
Héroe de la resistencia francesa en la 2ª. Guerra Mundial, profesor de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de Francia, conferencista internacional con discípulos en Estados Unidos, Japón, Portugal y España, Edgar Morin fue militante del Partido Comunista Francés hasta 1950, año en que renunció por estar en desacuerdo con la política sta-linista.
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