Para que el sordo escuche
Crece la cantidad de niños desnutridos en el mundo. Doce millones de niños menores de cinco años mueren anualmente por diarreas, anemia y otros males ligados al hambre. En su informe de 1998, UNICEF proporciona datos como éste, y propone que la lucha contra el hambre y la muerte de los niños "se convierta en una prioridad mundial absoluta". Y para que así sea, recurre al único argumento que puede tener, hoy por hoy, eficacia: "Las carencias de vitaminas y minerales en la alimentación cuestan a algunos países el equivalente de más de un 5% de su producto nacional bruto en vidas perdidas, discapacidad y menor productividad"
EDUARDO GALEANO
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