lunes, 26 de diciembre de 2011



“EN EL AÑO 2030, NECESITAREMOS DOS PLANETAS PARA VIVIR”

Mathis Wackernagel, inventor de la huella ecológica, invita a disminuir el consumo, si queremos que la tierra resista.
Wackernagel me habla con entusiasmo, como si le hubieran dado una última oportunidad para convencerme de algo. Y sin rodeos, lanza frases que apenas entran por un oído, comienzan a caminar por aquella línea que divide la incredulidad del pasmo. Él es el inventor del concepto de huella ecológica, un tema popular, pero que también podría usarse para poner a tambalear las cuentas del economista más riguroso. Son, en esencia, dos palabras con las que este suizo recorre el mundo para advertirle a la humanidad lo cerca que está de un colapso.

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